Claudia Ponce de 48 años de edad ingresó a la guardia el día 5 de agosto cerca de las 23 horas. Según los testimonios, de su hijo Ricardo García (trabajador municipal) y el de Viviana Álvarez (esposa de Ricardo), quienes atendieron a Claudia no escucharon el pedido y súplica de dejarla en observación, atendida y monitoreada «por el fuerte dolor en el pecho que sentía». Los profesionales consideraron que «no era un caso de urgencia» más bien un cuadro de salud mental, por lo tanto le otorgan el alta cerca de las 1:30 del sábado 6 de agosto. Cuarenta minutos después y en un automóvil particular, Claudia reingresa al Mariano y Luciano de la Vega donde se produce el deceso.

Ricardo y Viviana quieren justicia al comprender que hubo una acción de mala praxis. La descripción que entregan es desgarradora.