La militancia es servicio. Y el propósito principal siempre es elevar la vara ética lo más posible. La lucha es por la autonomía de los pueblos, nunca por conducirlos, nunca por el mero poder, siempre desde las sombras, desde la penumbra de los márgenes.
El militante busca el anonimato, no tiene apellido, el aventurero es el que reivindica al individuo y el militante es quien se disuelve en la causa. Y nada resiste la voluntad de un hombre puesta al servicio de una gran Causa.
Feliz día del Militante!
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