Desalambrar

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El Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) que a nivel nacional conduce Juan Grabois, emitió un comunicado al pueblo de Moreno rechazando las acusaciones que lanzó la Mesa Coordinadora Barrial. El núcleo del conflicto no es solo el espacio físico, El Galpón de Villa Ángela.

Luca Ramallo envió el comunicado a Desalambrar en el que rebate todas las acusaciones y calificaciones sobre el MTE:

Las últimas semanas nuestra organización ha estado atravesada por un conflicto que consideramos innecesario y perjudicial para la comunidad de Villa Ángela.
Los compañeros Enrique Elías y Sergio Marcoch, a quienes apreciamos y respetamos, construyeron e instalaron una idea falsa de que había gente que buscaba ocupar por medio de la fuerza el Galpón sin señalar responsables para luego, con en ese escenario armado, convocar el jueves pasado a una reunión en defensa del espacio y acusar de tal objetivo al MTE.
En ese marco, integrantes del MTE se acercaron a la convocatoria justamente para dar su versión de los hechos y desmentir tal acusación, a todas luces falsa.
La respuesta de estos compañeros fue poner un candado en la puerta restringiendo el ingreso, sin permitir construir un diálogo claramente necesario.

LOS HECHOS
Hace aproximadamente dos meses Enrique y Sergio convocaron Luciana Aguirre a una reunión el día 18/6 para hablar del Galpón. Luciana es compañera del MTE y compartió su recorrido militante desde muy joven con ambos.
La postura de ambos fue que ellos se habían ido de VAMOS-Frente Patria Grande y eso hacía que el MTE debía irse del Galpón, exigiéndole a ella que tome una postura. La compañera les planteó que comunicaría al grupo y les daría una respuesta, dado que es orgánica de los dos espacios. Por cuestiones colectivas, pero también personales que atraviesan lo humano y vincular, gradualmente definimos que no sea Luciana quien siga como interlocutora dado que la exponía a una situación compleja atravesada por lo vivido. Que puntualmente no hiciera esa tarea.
Cuando se logró retomar una reunión nuevamente con estos dos compañeros hicieron un planteo más drástico e incluso violento. Concretamente plantearon que ellos revivían a la Mesa Coordinadora Barrial (de la cual Luciana fue siempre parte) como organización y que no querían al MTE en el espacio, pusieron un plazo de cierre de actividades, pretendiéndose dueños absolutos del espacio.
Luego de esta reunión comenzaron a desarrollar públicamente la hipótesis de que había gente queriendo tomar El Galpón, pusieron un candado en el portón de ingreso y en la última semana se cambió la cerradura.
Obviamente esto fue desarrollado con un cierre de diálogo, y obligando a que las actividades que se venían desarrollando queden a la intemperie.

NUESTRO TRABAJO EN EL GALPÓN

El MTE inició su trabajo en Moreno en el Galpón. Fue una discusión construida colectivamente, de la misma participaron tanto Sergio como Enrique, que si bien nunca integraron el MTE siempre estuvieron al tanto de las actividades en general. Acuerdo logrado después de un robo ocurrido en 2018 y ante la posibilidad latente de ocupación del lugar por un grupo.
Posterior a eso se organizó un grupo de construcción y mantenimiento para mejorar las instalaciones, y se organizó un grupo de compañeras para iniciar un trabajo socio comunitario que incluyó apoyo escolar, el desarrollo de talleres como Guitarra y el último año del programa Fines, y se logró oficializar un espacio de capacitación para más de 30 vecinos y vecinas que necesitaban certificar el Hacemos Futuro, con su participación en el marco de programas sociales.
Se lograron conseguir recursos materiales para mejorar las instalaciones, pudimos mejorar la instalación de agua, los baños y cocina, un aula más revoques, pinturas y el mantenimiento en general.
En todo este proceso, lentamente se fueron comprometiendo vecinos y vecinas del barrio, sumado a otros compañeros que no pertenecen al barrio y se sumaron a colaborar.
Quienes conocen el lugar y el trabajo, saben además que nunca pusimos por delante una identidad organizativa. Quien haya recorrido el lugar sabe que nuestro trabajo se ve claramente, sin por ello haber embanderado con nuestra identidad el espacio, porque siempre fue un acuerdo general que el espacio se debía a una identidad barrial y no de una organización en particular. Siempre fuimos cuidadosos de ese criterio y si bien los compañeros y vecinos organizados tienen conciencia de la organización que integran, nunca se trabajo en El Galpón como si fuera de nuestra propiedad exclusiva.
Desde el nacimiento del MTE en el distrito la organización no ha parado de crecer a partir de involucrarse en los conflictos y la organización de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular.
Es así que hoy se encuentran organizados más de 100 vendedores ambulantes de la ciudad, integran el MTE compañeros que luchan día a día por recuperarse del flagelo de la droga y organizan una casa comunitaria convivencial y dos centros barriales, hemos logrado mejorar las condiciones de trabajo y organizar a más de 70 carteros y recicladores, el grupo de construcción que se inició en el galpon se amplió hasta integrar a 20 trabajadores que siguieron desarrollando actividades en El Galpón y en otros espacios del distrito y, por último, se amplio el trabajo comunitario a 3 barrios más.
En este proceso mucho de lo señalado ha sido compartido en las instalaciones del Galpón. Plenarios distritales, regionales, encuentros de los grupos, despedidas de año, etc etc. El espacio tiene un lugar en el corazón de los integrantes de la organización, y también en el esfuerzo siempre proyectado y compartido por mejorarlo.
Los primeros años de trabajo de nuestra organización estuvieron atravesados por la pandemia neoliberal de injusticia que generó el gobierno de cambiemos. Luego vino la terrible pandemia del COVID que golpeó aún más en las condiciones de vida de las mayorías populares. En ese marco también fuimos parte del dispositivo de trabajo comunitario que buscó hacer menos duro el golpe a los sectores más golpeados de la comunidad. Con mucha conciencia compañeras y compañeros organizados brindaron asistencia alimentaria en un momento material y humanamente muy difícil, donde objetivamente muchos se arriesgaron a sí mismos con el objetivo de ayudar a otros.
Durante el verano, con el poco aire que quedó entre una y otra ola de la pandemia, comenzamos a pensar un nuevo espacio de trabajo para meternos de lleno en una de las principales problemáticas que atraviesa al barrio y la comunidad, el flagelo de la droga y los jóvenes. Empezamos a pensar en la posibilidad concreta de desarrollar actividades de capacitacion y atención de la problemática construyendo un equipo interdisciplinario de trabajo, partiendo de la experiencia ya desarrollada en otros barrios.
El MTE es una organización gremial y social. No es parte de ningún partido político, no se presenta a elecciones y no es parte del Frente de Todxs. Nuestro objetivo es aportar a la organización gremial y comunitaria de los sectores excluidos tratando de mejorar sus condiciones de vida. Eso es lo que hemos buscado hacer con vecinos de la comunidad de Villa Ángela, seguramente con límites y errores, pero también con la virtud de la perseverancia y algún que otro acierto.
En este marco, con este recorrido, es que nos pareció injusto y arbitrario el planteo de Enrique y Sergio. Ni hablar la mentira que se construyó alrededor de que nuestra organización quería ocupar el espacio, tamaña contradicción la de ocupar un espacio del que se es parte. Además de las acusaciones de manejo clientelares y punteriles de vecinos, como si estos últimos por organizarse y luchar para mejorar sus vidas se convirtieran en rebaño arriado por militantes ocupadores. Poco favor le hacen este tipo de prejuicios a la comunidad de Villa Ángela y al pueblo trabajador.
Por ello, queremos dejarlo BIEN CLARO, el MTE no quiere ocupar el Galpón. Los compañeros y compañeras organizados en el MTE, algunos de los cuales son vecinos del barrio, quieren seguir desarrollando las actividades que venían haciendo, quieren aportar su granito de arena para que la comunidad esté un poco mejor. Queremos hacerlo en el lugar que lo veníamos haciendo, respetándolo y mejorándolo como lo hicimos hasta el momento. Queremos hacerlo de manera plural, entendiéndolo como un espacio colectivo, con acuerdos y criterios como se hizo hasta hace poco tiempo, porque creemos que en la amplitud está la riqueza, y porque nos sentimos obligados a hacer nuestro mejor esfuerzo por la comunidad que así lo necesita. Sabemos que siempre la unidad es algo complejo, que es una renuncia y un aprendizaje constante donde uno se desafía a aprender constantemente, a consensuar y mejorar día a día.
Valoramos mucho el esfuerzo que también se ha hecho de otros espacios por mejorar y ampliar las actividades que se brindan en el Galpón. Ver crecer el taller de cerámica los días sábados, el nuevo taller de guitarra, y otros esfuerzos que hoy no están caminando pero que seguramente la incipiente salida de la pandemia y el clima ayudarán a que nazcan. Nos sentimos interpelados a seguir siendo parte de eso, a compartir y ampliar el espacio, y ese es nuestro compromiso, mantenido durante los últimos años.
Con estas convicciones y claridad es que queremos llamar a los distintos espacios que forman parte del Galpón a construir una mesa de diálogo y trabajo. Evidentemente las interlocuciones se han desgastado, claramente hay que ampliar los interlocutores, por eso los convocamos a realizar un encuentro de diálogo la semana que viene, donde comprometemos de nuestra parte la participación de compañeras del barrio y responsables de las actividades concretas que se venían llevando adelante en el espacio.
Con la vocación de llegar a acuerdos y trabajar mancomunadamente por mejorar el barrio y nuestro querido espacio, el Galpón.