EN LA LOCALIDAD DE TRUJUI –
No es la inteligencia sino la observación constante de las «redes sociales» y la acción inmediata cuando el whatsapp alerta. El sábado 29 de octubre llegó el dato de una nueva fiesta clandestina en Moreno. Los organizadores del evento, según información oficial, son los mismos que convocaron a la quinta de San Cayetano en la fatídica madrugada del 21 de septiembre. Para este caso y por aquel doloroso antecedente, montaron una logística diferente: los chicos y chicas, en su mayoría menores de edad, no llegaron a Moreno en colectivos particulares sino de línea. Ya en el distrito debían dirigirse a una remisera del Cruce Castelar que los trasladaba a la calle Roldán al 10.400. El Cuerpo de Inspectores Municipales creado para prevenir estos encuentros, había pasado por el lugar antes del comienzo de la Fiesta de Halloween. La humilde casa con un simple cartel de Salón para Eventos no otorgaba una perspectiva como la que descubrieron alrededor de la 1:30 del 30 de octubre.
Según consta en un comunicado oficial y ya adentro del salón, «personal responsable de Control de eventos clandestinos pudo detectar la presencia de 450 menores de edad -la mayoría consumiendo bebidas alcohólicas- en un espacio con poca capacidad, lo que derivó en la clausura de la fiesta y el decomiso de toda la bebida, además de sustancias ilegales que integran una causa judicial».

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