Desalambrar

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Es una foto actual en perfecto contexto: hambre, desocupación real, indigencia. Cuatro símbolos de aquella Argentina de 2001 – 2002, solo que en este bosquejo presente son madres y padres que llevan algo de pollo, puré de tomates, arroz, verduras y encienden la mecha en la puerta de ingreso de la Secretaría que contrata a las empresas que proveen el Servicio Alimentario Escolar.

Marisa suspende unos minutos el arte de la preparación, el momento de compartir la elaboración del alimento que distribuirán entre las personas que hacen la fila en ANSES y PAMI:

¿A qué escuela concurre tu hija?

A la escuela número 39 del barrio Cuatro Vientos.

Contame como era en otro tiempo donde recibían comida, ¿se cocinaba?, ¿era nutritivo?

Hoy no, hoy cambió muchísimo todo y no tienen la posibilidad, hay muchas cosas por solucionar y hoy no tienen comedor porque no hay gas en el colegio. No soluciona el problema del gas, hace más de 5 años que estamos con ese problema y por eso no hay comida hecha en el colegio. Reciben viandas y el problema que hay con las viandas es el mal estado que llega la comida.

¿Vos pudiste ver la vianda?

Si, tiene hongos blancos, el pan obviamente tiene pintitas verdes y el fiambre viene con pecas blancas, o sea, tiene todo como moho que es imposible de comer y mucho menos recibir un alimento en ese estado, yo creo que no.

¿Qué te pasa o provoca esto?

Tanta impotencia porque es como que estamos forjando un país donde los chicos tienen que recibir buena educación y es el único lugar a veces donde incluso reciben un plato de comida, porque hay muchas familias que no tienen la posibilidad; los chicos cuando comían en esos comedores, era el único plato de comida que llevaban en el estómago porque a la noche tal vez solo tenían un te o mate cocido, entonces, estamos luchando por eso para que volvamos a tener los comedores.

Aquí hay una falla de controles, cuando pasa por Bromatología, la consulta es si en la escuela no debería haber un control más amplio, si son pocos los controles o la directora, los auxiliares no pueden con todos, porque no participan las madres y los padres, todos trabajando

Si permitieran lo haríamos, con mucho gusto. Somos muchos papás y mamás, algunos no pueden venir porque están trabajando en este momento, pero sí debería haber un control y deberían permitirnos tener acceso porque el alimento lo reciben nuestros hijos. Yo creo que nadie, a ellos que son del establecimiento, tampoco le gustaría que sus hijos estén pasando por esto, uno está con el miedo de qué le van a dar hoy, qué van a recibir, en que estado llegará y hay criaturas que se le puede decir no lo consuman pero hay criaturas que por hambre lo hace.

Hoy están acá en esta calle tan emblemática de muchas protestas durante tantos años, yo decía que el 2002 había hambre, hoy también. No hay tantas personas aquí y ustedes están realizando una actividad mucho más que política cocinando en una olla popular, ¿a quiénes le van a dar la comida?

Un plato de comida en condiciones, como deberían recibir nuestras criaturas en el colegio. Eso es así, porque nuestros hijos deberían recibir un plato y ahora se viene el invierno, que un plato de comida caliente es esencial para ellos.

La última pregunta que te hago, ¿tenés trabajo?

Yo trabajo por hora, en negro, porque no me quedaba otra en realidad. Tengo una nena, la crié sola, los dos mayores están haciendo cada uno haciendo su vida pero los crié sola también y cuesta mucho, rinde poco el dinero porque lo que uno gana no es suficiente. Lo del día de trabajo es para cubrir las necesidades básicas. Es como que alguno se tiene que privar o no llega a cumplir con todas las funciones, si uno llega de trabajar y puede ir tranquila y comprando y llegar a la casa con los alimentos básicos, sin nada de lujos, un buen desayuno. En mi caso no se toma jugo ni gaseosa, se toma agua en la comida porque sino no se llega. Faltaría para el pan de mañana si compramos una gaseosa, sería un lujo. Hay muchas familias que están en ese estado y en esa situación, cada uno busca su manera, hay gente que sale a trabajar porque gracias a Dios tiene trabajo. Trabajo se consigue muy poco, para la gente grande se complica porque somos grandes, para los jóvenes se complica porque le piden experiencia. dad para trabajar, o sea, es general, funcionan muchas cosas mal.

La actividad concluyó con una entrega simbólica, un mensaje dirigido a Tomás Larrea, uno de los responsables de la contratación de las cinco empresas que llevan comida a las escuelas de Moreno.