Cinco meses sin percibir un centavo y están presentes cada jornada en esa construcción de emergencia que atiende a pacientes con coronavirus. Ellas registran cada mirada, todos los momentos que en lo cotidiano genera el encuentro con aquellos /as que mantendrán el vínculo de esperanza y de humanidad. Ellas toman el transporte público y no hay carga en la tarjeta aún siendo esenciales. Buscan rejillas, detergente y lavandina para limpiar los espacios que están destinados únicamente a combatir la pandemia. Siente, viven, sufren y se emocionan. En el Día Internacional de la Enfermería, tres mujeres, tres trabajadoras de la salud, entregan la palabra empeñada que interpela a los y las gobernantes.
MÁS HISTORIAS
La Federación de Docentes de las Universidades se solidariza con la ESPUNM
Mariel ordenó desalojar a trabajadores /as de la economía popular de la Plaza Anderson, Cuartel V
Una caja millonaria que no alimenta a los más pobres