Madres en defensa de sus hijos y una toma a la vista

SIN GAS NI COMEDOR EN LA PRIMARIA N° 67 –

Hay un primer mensaje en el conflicto: las madres quieren y pelean por la mejor condición de habitabilidad, seguridad y respeto mientras la jerarquía docente está adentro de la institución sin diálogo alguno con la comunidad que exige «respuestas ya«.

Un segundo condimento es la fragilidad de la «oferta alimentaria». Reza el cartel estampado en la pared principal: «La Dirección de la Escuela Primaria N° 67 informa que a partir del 15 de abril los alumnos comenzarán a concurrir en el horario de 8 a 16 horas. Familias, esta Dirección les informa que a la fecha el menú vigente es dos (2) sanguches de jamón y queso; un (1) paquete de galletitas, un (1) jugo de 250 cc y una (1) fruta (sic).

Tercera cuestión: la red de gas natural pasa por el frente de la escuela. La obra interna está hecha (ya no se requiere de las chanchas) pero el edificio parece que no figura en el ámbito catastral como Escuela pública sino como casa particular. Si esto es real, ¿cómo se realizaron todas las obras, incluso la cloacal, si existe un problema dominial y burocrático?

Cuarta instancia en cuestionamiento, si la comida (que no puede llamarse alimento) es insuficiente, ¿por qué se tira el pan en uno de los pasillos externos del edificio?

Quinto vector, la Directora desiste de atender a este medio por contar con poco tiempo para brindar explicaciones.

Hablan las mamás que preparan una olla popular y la toma de la escuela si las respuestas no llegan en forma inmediata. «La escuela necesita gas y si no sacan las chanchitas no nos van a habilitar el gas de red», explica Ana quien pidió asesoramiento a plomeros y gasistas para contar con la información y los argumentos que interpelan todo el esquema de poder: «La obra cloacal se supone que está terminada porque se hizo un piletón gigante ya que el patio tenía como quince (15) pozos que nunca se taparon. Hay tres aulas que aún no están habilitadas; contábamos con dos (2) cocinas y ahora tenemos una para 630 chicos /as (NdR: es un servicio de doble escolaridad). Lo que necesitamos hoy es que se habilite el gas para que nuestros hijos estén calentitos y reciben algo caliente ya que están desde las 8 y hasta las cuatro de la tarde. Están llegando los días de frío y es algo que hace tiempo se lo comento a Juan Fernández (funcionario provincial que está trabajando en el Consejo Escolar de Moreno) y a Federico Frezzia, pero este último lee mis mensajes y me dice que todo está en manos de Fernández quien me dijo que hizo mandar de La Plata dos pizarrones, como si la prioridad sólo es el gas».

Al lado de esta escuela hay un jardín que tiene gas de red, pero ¿la 67 carece de ese servicio porque figura como casa particular y no edificio público?

Si, nosotros como papás averiguamos eso, obtuvimos la información y la llevamos al Consejo Escolar.

«Hace 40 días que los chicos están sin desayunar»asegura Mary como mamá de la 67: «Comen dos galletitas cuando entran y el pan llega a las 11 de la mañana para preparar los sándwich».

¿Qué dicen o expresan las autoridades de la escuela?

Ya nos cansamos de hablar con la Directora que nos daba escritos. Durante dos semanas hubo reducción de horario porque no tenían nada para dar de comer a los chicos. Estamos cansados y ahora evaluamos que si no hay respuestas el próximo lunes vamos a retirar a los chicos al mediodía para que puedan comer.

Insisto con la pregunta, ¿por qué razón no están juntos los directivos, docentes, padres y madres, exigiendo que se cumplan con pautas mínimas y básicas para y por los alumnos /as?

La Directora, la Vice y toda la gente de administración del colegio nos dicen que ellos tienen como una jerarquía institucional y lo único que pueden hacer son actas, pero así no se consiguió nada. Si mañana se habilita la obra de gas los auxiliares no podrán cocinar porque la escuela tiene una cocina chiquita. Las clases arrancaron el 18 de marzo y los chicos están a fiambre, paleta y queso con un pan grande. Hace una semana permitieron que los nenes traigan su vianda, pero en un grado de treinta (30) alumnos sólo diez pueden hacerlo, el resto se ve imposibilitado por la situación económica. Eso es doloroso pero si las cosas estuvieran solucionadas sería parejo para todos.

«El día que se habilitó el primer sector de la escuela y arrancaron las clases, Juan Fernández firmó un acta y asumió el compromiso de mandar un refrigerio caliente para los chicos, ayer me dijo que el 2 de mayo llegaba el refuerzo de vianda y la respuesta fue como conformate con los dos pizarrones que mandaros desde La Plata», denuncia Ana.

La asamblea de este viernes advierte que la paciencia está agotada. «Ya no queremos más carpetas con actas porque no sirven. Apenas haya un temperatura de 10 grados se van a suspender las clases. Los papás mandamos a nuestros hijos /as a esta escuela porque podemos trabajar en el tiempo que se encuentran aquí estudiando y aprendiendo. Acá ante el problema se tiran la pelota unos a otros, la Directora nos dice que vayamos al Consejo Escolar y ahí nos mandan a sede de Inspectores. Buscamos todos los medios y agotamos la paciencia, pero como lo que está en juego es el bienestar de nuestros hijos. Si no tenemos respuesta la semana que viene vamos a tomar la escuela», avisa Roxana para que el mensaje colectivo llegue a todos/as que quieran acompañar la lucha de madres y padres que no negocian y defienden la escuela pública.