PLAN DE ORDEN EN EL ESPACIO PÚBLICO –
Tres semanas y tres días es el tiempo que transcurre sin venta ambulante en una de las plazas céntricas más grande del distrito. Ni siquiera ese encuentro de trueque que nació en las redes y fue ganando espacio de encuentro en una esquina de la San Martín (frente a una poderosa marca de hamburguesas) pudo resistir la medida política de la intendencia. Como lo expresaron tres funcionarios públicos y de alto rango, el desmadre cruzó los límites permitidos hasta el momento. Sólo sobrevivieron a lo que muchos llaman “limpieza y orden”, los puestos de pancho con sus carritos. Para el propietario de ese negocio sólo fue un espejismo.
El gobierno tomó la ordenanza del año 2003 que habilitó ese emprendimiento donde, en ningún párrafo, ubica a la Plaza San Martín como el lugar donde puede venderse el pancho. El Ejecutivo y los concejales de aquel momento (quince años atrás) habilitaron los carritos en la vía pública, sin mayores especificaciones. El dueño de ese negocio aporta unos 60 mil pesos mensuales (como canon) al Hospital Mariano y Luciano de la Vega.
Desde la semana pasada los puestos móviles que ofrecen panchos con aderezos, gaseosas y lluvia de papas se ubican fuera de la Plaza San Martín.
Ni bien regresen de vacaciones los 24 concejales, deberán tratar en sesión extraordinaria un proyecto de la intendencia que regula la venta ambulante bajo otro marco, criterio, modelo y concepto.
MÁS HISTORIAS
Plaza Anderson: «No son solo mantas, hay familias atrás y por eso ponemos en valor el trabajo»
«Alumnos en las aulas y cláusula gatillo para recomponer salarios»
De La Chicharra a un espacio propio