En Lomas de Casasco el gobierno de Mariel Fernández puso en marcha un plan multi agencial, definido y explicado por el Secretario de Justicia. Habita en ese plan federal de viviendas que fuera inaugurado por el presidente Néstor Kirchner, una mujer que milita la vida, las resistencias, que mantiene un vínculo fluido con la Comisión Provincial por la Memoria.

Carina Leguizamón afirma que ese abordaje político oficial no es otra cosa que la persecución y estigmatización que tiene como blanco a las juventudes: «Lo que veo, aparte de lo que vemos en nuestras casas, del hambre, de la preocupación de llegar al mes, de la preocupación de que nuestros compañeros de vida se quedan sin trabajo, vemos como nos azota el otro flagelo, el monstruo más grande que no podemos combatir, que es la policía, la criminalización a la pobreza, la criminalización a nuestros hijos. En este barrio se llevaron a muchos pibes y les armaron causas, no justificó un delito con otro delito, porque el delito que comete la policía no justifica el delito que supuestamente cometen las pibadas de las barriadas.

La policía es el Estado

Exacto, porque nosotras no criamos chorros, no criamos prostitutas, no criamos ‘transitas’ como dicen, nosotras no sabemos qué hacer ya para llegar al mes, como tampoco sabemos qué hacer para salvar la vida de nuestros hijos e hijas. Este flagelo es un monstruo gigante y la respuesta de Mariel hoy es esto, policía, cámaras, balas, cuando nuestros hijos no tienen otra oportunidad para salir adelante y ellos ven como las madres sufrimos el no tener dos platos de comida, uno al mediodía y otro a la noche.

La policía, este refuerzo, es algo que se produjo en los últimos días, porque se señaló un operativo en Lomas de Casasco pero no fue acá en Lomas de Casasco fue en el barrio Casasco, pero precisamente estigmatizar cuando decía conceptualizar lo que lo hemos charlado muchas veces Carina, la condena previa «todos los pibes que viven acá son chorros, todos son tranzas, todos venden, todos son soldados, entonces llenamos de policías» y se cree que esa es la política

Eso es lo que más te atemoriza, la revolución que antes salía a la calle a cuestionar estos tipos de aberración vejatoria hacia los derechos humanos, hacia las barriadas, la juventud cuando se ponían la bandera de ‘ningún pibe nace chorro’ hoy están dentro del gobierno sin cuestionar estos tipos de política represivas. Vos fíjate que motos que tienen, que equipamiento tiene cada policía cuando en los hospitales no encontramos ni una ambulancia, ni siquiera un insumo para salvar vidas, entonces digo, es muy contradictorio y es muy atemorizante esto, es muy siniestro, pero nosotras estamos dispuestas a seguir poniendo el poco cuerpo que nos queda y la poca nafta que nos queda en las venas, en la sangre, para salvar la vida de miles de pibes, porque nadie conoce cada historia de cada casa de este barrio más que las referentes que hoy nos tildan de defender delincuentes.

¿La policía está acá para garantizar que los municipales trabajen?

Si, dicen que los pibes no dejan trabajar, yo no veo a ningún pibe. Nunca molestaron los pibes a nadie, ni siquiera a un trabajador, porque esos trabajadores son del mismo barrio, son de acá. Entonces, sabemos quién es quién acá por eso te digo, esto lo hacen para implantar el miedo, para decir ‘acá manda la policía’ cuando ellos ni siquiera saben que nosotros nos estamos organizando porque vamos a organizarnos para combatir este flagelo que viene a masacrar pibes.

La militarización, ¿es por hoy o todos los días?

La militarización es todos los días, el aval lo ponen las instituciones que están acá adentro, como Casa joven del municipio donde hay punteras que son fieles a su gestión, como también, las instituciones como las escuelas, por ejemplo, Marcela Montiel que avala mucho lo que es la policía, avala mucho lo que es la militarización y que vengan policías, como si fuese seguridad porque ella no vive en este barrio, ni siquiera sabe cómo es cada pibe de este barrio, porque a un pibe se lo abraza, a un pibe se le habla, yo sé que es muy difícil contener tanta pibada, pero que alguien venga y me traiga oportunidades genuinas para cada pibe, un trabajo digno, que me abran fábricas, que me abran oportunidades de vida de deportes genuinos, pero que no me vengan con pelotudeces porque no le tenemos miedo a la policía, porque la vamos a seguir combatiendo, porque tenemos un aval también de la Comisión Provincial por la Memoria, que es la que nos está apoyando. Ellos, por ejemplo, ya vinieron acá, ya nos están organizando, nos están capacitando, las que ponemos el cuerpo somos nosotras lo sabemos bien. ¿Vos te pensás que un pibe que está robando, que tiene algo que esconder, va a parar en una esquina? Entonces, vienen a eso. Vienen, los forrean, los insultan, ante eso, nosotros ¿qué hacemos? El pibe no quiere denunciar, esto es lo que nosotras tenemos que combatir también, porque como sociedad no vemos que la juventud está perdida, no vemos que la juventud la están perdiendo en realidad, porque nosotros como sociedad también tenemos que ser cautelosos. Porque, es fácil meter en cana un pibe, pero es difícil ayudarlo. Sacarlo de ahí, decirle ‘Che, bueno, vamos a pelear por los derechos de los pibes, de la juventud’. La sociedad tiene que darse cuenta que son hijos de sus vecinas, que hay madres que lloran, que por las noches salimos en grupo, todos los días lloramos por uno o por otro pibe que lo llevaron preso, que está re drogado, que no sabemos cómo hacer. Fuimos a buscar herramientas del estado para que nos ayuden a sacar adelante a nuestros hijos, Casa Joven está vacía, hoy solamente funciona un jardín maternal, que no es nada menos, pero a Casa Joven no va nadie, porque no hay una política que contagia al pibe a decir ‘yo voy a ir’ el pibe quiere laburar, porque son pibes jóvenes que son papás también. Nosotras estamos dispuestas a enfrentar este flagelo. No tenemos miedo, si retrocedemos un poco, respiramos, porque el ataque de pánico acá es feroz, es mucho.