Desalambrar

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LA PROVINCIA ELIGE UNA SOLA EMPRESA PARA LOS COMEDORES DE VERANO –

Los casos denunciados y la corrupción que se ventila en una justicia activa pueden actuar como un fenómeno de ceguera colectiva. Es el bálsamo deseado por CAMBIEMOS y compañía con un agregado o anexo: la matriz que no se altera sino que se “mejora” (entiéndase el término) es la que hace algún tiempo fue definida como la cartelización. Es una estructura corporal a los intereses creados, capaz de ser maquillada con figuras que elevan la vara de la transparencia mirando el ojo ajeno y clausurando los propios.

Víctor Lusardi es el emblema más identificado de un conglomerado de empresas que “trabajó” con Macri, Scioli y ahora Vidal. Como dato relevante y estrictamente informativo, el pasado mes de octubre se realizó un simulacro de licitación donde tres empresas “ganaron” la puja de proveer de comida en todas las cárceles bonaerenses. Pero el Grupo L (esa es la chapa reconocida) muñequeó los artículos centrales y, para que no se dude de la equidad, la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires otorgó a Servicios Integrales de Alimentación unos 27 millones; a la Compañía Integral de Alimentos otros 240 millones y a una empresa del Grupo L, Cook Master, la tremenda cifra de 1.000 millones de pesos.

Hasta aquí no hay denuncias penales sino pedidos de informes acerca de los pliegos de licitación y los arreglos producidos en favor de Lusardi, muy especialmente indagar los sobreprecios que, a la luz de lo que hoy CAMBIEMOS condena, es el método que esconde la coima como parte inherente de los legales contratos.

Con los antecedentes cercanos de un gran jugador – proveedor, tal vez el más importante que tiene la Provincia, surge como información relevante que habría sido el propio Director de Consejos Escolares, Marcelo Di Mario, quien impulsó que una empresa del Grupo L, sea contratada en forma directa para ser la única que proveerá de alimentos a los comedores de verano en las escuelas públicas de Moreno.

Es una decisión provincial que se conecta con la intervención en un sentido más amplio que los artificios de cabotaje. Por un lado relega a firmas históricas que “pueden ingresar en las denuncias penales que caminan lentas (no por los denunciantes)”, lo que en si mismo es un dato que no se reduce al período de verano. La descapitalización de empresas que bebieron de la teta del Estado – Consejo Escolar encarna interrogantes más políticos que económicos. Y es esta forma de alterar las ecuaciones históricas la que se usa para “hacer crecer a un monopolio de alimentos” que aumenta su territorio en la gestión Vidal.

Desde La Plata se decidió la contratación directa. El Grupo L toma algo pequeño no porque el interés sea mayúsculo sino porque las órdenes se firman y se aceptan. No se trata de altruismo sino de negocios, en este caso, el alimento que niños /as esperan consumir en los comedores de verano 2018.

En el mundo del mercado suele decirse como metáfora que en el presente, y más en el futuro, un único árbol es el bosque.

El monopolio es el triunfo y el éxito, es el bosque que Vidal quiere rodearlo de plantines para decir que por ahí está el futuro y la transparencia. El Grupo L desembarca en el Consejo Escolar de Moreno porque tiene que seguir jugando otra competencia, la que está más allá de las vapuleadas fronteras municipales.