Espacio Publicitario

publicidad
publicidad
publicidad

«El gen HB4 es como un coche que va por una cornisa a 100 km por hora, no se da cuenta de que viene una curva cerrada, sigue igual, sigue funcionando con los ojos cerrados y a mil». La metáfora en relación al recientemente aprobado trigo resistente a sequía es una cita textual de la nota del ingeniero agrónomo Héctor Huergo, ex presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y actualmente inversor en Bioceres (una de las principales empresas argentinas de biotecnología agropecuaria), prosecretario de redacción de Clarín Rural, creador de Canal Rural y responsable del grupo Clarín. Imagínense lo que ocurre cuando se sigue a 100 por hora, pero en un peaje, en una curva cerrada o en una senda peatonal por la que caminan niñas y niños que salen de una escuela. Les propongo un recorrido por los principales mitos, los argumentos centrales intencionalmente vertidos junto con las bondades promocionadas por los creadores e impulsores estatales y corporativos del trigo HB4, de modo de poder comprender cómo caen por peso propio, como bien destacamos las científicas y científicos, profesores, técnicas y técnicos que componemos el Colectivo Trigo Limpio. Por Matías Blaustein*, para ANRed.


«El gen HB4 es como un coche que va por una cornisa a 100 km por hora, no se da cuenta de que viene una curva cerrada sigue igual (…) sigue funcionando con los ojos cerrados y a mil» [1]. La metáfora en relación al recientemente aprobado trigo resistente a sequía es una cita textual de la nota del ingeniero agrónomo Héctor Huergo, ex presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y actualmente inversor en Bioceres (una de las principales empresas argentinas de biotecnología agropecuaria), prosecretario de redacción de Clarín Rural, creador de Canal Rural y responsable del grupo Clarín. Volviendo a la metáfora, imagínense lo que ocurre cuando se maneja con los ojos cerrados. Imagínense lo que ocurre cuando se sigue a 100 por hora, pero en un peaje, en una curva cerrada o en una senda peatonal por la que caminan niñas y niños que salen de una escuela… Ahí se pueden hacer una idea de lo que ocurre cuando se le agrega un contexto, cuando se le incorporan variables a un desarrollo tecnológico.

Les propongo un recorrido por los principales mitos, los argumentos centrales intencionalmente vertidos junto con las bondades promocionadas por los creadores e impulsores estatales y corporativos del trigo HB4, de modo de poder comprender cómo caen por peso propio, como bien destacamos las científicas y científicos, profesores, técnicas y técnicos que componemos el Colectivo Trigo Limpio [2].

1) El trigo HB4 representa un avance porque no utiliza el tristemente célebre glifosato

Quienes esgrimen de manera cínica este argumento han impulsado por años el agronegocio basado en la utilización de diferentes herbicidas, incluyendo al glifosato, negando sistemáticamente sus efectos tóxicos en la salud de nuestros cuerpos y territorios, pese a la enorme cantidad de evidencia acumulada demostrando dicha toxicidad [3]. Más importante aún, lo que no mencionan generalmente es que el trigo HB4 reciéntemente desarrollado por el CONICET y la empresa Bioceres, es tolerante al herbicida glufosinato de amonio. El glufosinato de amonio es un químico cuyo riesgo es catalogado por SENASA como de banda azul (15 veces más tóxico que el glifosato catalogado banda verde). La exposición a este herbicida durante el periodo prenatal genera una actividad locomotora reducida, produciendo un deterioro en los mecanismos de la memoria y comportamientos análogos al autismo en modelos experimentales de mamíferos. Además, altera la calidad (morfología, movilidad) y el ADN de los espermatozoides de mamíferos. De hecho, la Unión Europea (Reglamento (CE) n.°1107/2009) determina que esta sustancia está prohibida para todos los usos en la categoría de «plaguicidas».

2) El herbicida para el cual es tolerante el trigo HB4 solo se utilizó como un marcador de selección durante su creación y no es necesario utilizarlo en su siembra o cultivo

No es cierto que se haya debido usar como marcador justamente un gen que es particularmente relevante a posteriori para el agronegocio. Lo que no se dice es que es justamente la asociación con este gen de tolerancia a glufosinato de amonio el que le confiere rentabilidad al desarrollo. De hecho, la empresa Bioceres comercializa sus nuevos eventos de soja y trigo Hb4 como un «paquete tecnológico» que incluye el herbicida glufosinato de amonio, tal como se puede ver en propagandas y capacitaciones [4]. La propia empresa desarrolló promociones evidenciando cómo el rendimiento del trigo transgénico era mayor utilizando glufosinato de amonio, luego de lo cual las retiró cuando se viralizaron publicaciones mostrando las contradicciones en el discurso de sus promotores. Un aspecto clave para comprender la tecnología de eventos apilados es que, como en la mayoría de los paquetes de la agricultura transgénica, constituyen una «estrategia de negocios» para la venta siempre creciente de herbicidas y otros agrotóxicos, sin tomar en cuenta los daños que provocan en la salud y el ambiente. Es importante considerar que muchas de las empresas semilleras que producen variedades transgénicas, sobre todo las cuatro más grandes del mercado global (denominadas Big 4), también producen y comercializan herbicidas, multiplicando así sus ganancias al hacer crecer la dependencia en los productores al imponer el paquete tecnológico.  De este modo, plantear como lo hizo Raquel Chan, la creadora de este desarrollo, que puede no utilizarse este herbicida si no se desea, o que “debería emplearse bien” es tomarnos por idiotas. Si este fuera el caso, nadie estaría empleando –o utilizando mal- el glifosato o cualquiera de los otros herbicidas y pesticidas que aparecen en nuestras aguas, cuerpos y alimentos. Parece que quienes han venido empleando herbicidas no se han dado cuenta que pueden no utilizarlo o de que pueden emplearlo “bien”.

3) Esta tecnología representa un avance para enfrentar las sequías

Esta tecnología, en lugar de promocionarse como un gran negocio para sus inversores, se propagandiza apelando a su contribución al problema de las sequías. Por el contrario, el desarrollo de este OGM resultará no solo en una mayor contaminación por agrotóxicos, que de por sí ya es altísima e inaceptable, sino también en la expansión de los cultivos de soja en detrimento de ecosistemas semiáridos de Argentina. La deforestación de los ecosistemas secos tropicales y subtropicales es una práctica claramente irresponsable en el marco del dramático contexto de cambio climático global que estamos transitando. En este sentido, cabe advertir que los actuales modos de producción y apropiación de la naturaleza en sinergia con el cambio climático derivado del calentamiento global y la consecuente pérdida de biodiversidad, están acercando peligrosamente a la biosfera hacia los límites de posibilidad de la vida misma. Por ello, urge pensar en nuevos modos de producción de alimentos sanos en contextos socio-ambientalmente justos, en vez de seguir repitiendo la misma receta que tantos problemas está generando.

4) Este nuevo Organismo Genéticamente Modificado (OGM) es un desarrollo estatal, a diferencia de los anteriores

Reciéntemente una nota promocionaba el desarrollo del trigo HB4 bajo la dicotomía Estado o Monsanto [5]. Este planteo es falso de toda falsedad. En primer lugar, el agronegocio y el uso de herbicidas es política de Estado, gobierno tras gobierno, desde la introducción del paquete de Soja RR y glifosato por parte de Carlos Menem y Felipe Solá en el año 1996, resultando el Estado, lejos de lo otro del interés corporativo, su socio y garante necesario. Todos los acuerdos con Monsanto, Bayer o Syngenta, requirieron el visto bueno y el impulso que les dio el Estado, un Estado que no estuvo ausente sino más presente que nunca en este tipo de políticas. Más importante, este presunto desarrollo estatal tiene como parte fundamental a Bioceres. Entre los principales beneficiados del desarrollo, se encuentran Sigman y Grobocopatel. Y su defensa a ultranza por parte del grupo Clarín debería al menos hacer dudar a quienes han leído que esta producción es acaso nacional o popular.

5) Este desarrollo permitirá mitigar los problemas de hambre y contribuir a nuestro desarrollo nacional

Mientras el desarrollo del trigo Hb4 se promociona como una solución combinada al problema de la sequía y del hambre, el resultado probable es que solo servirá para profundizar ambas problemáticas, particularmente dentro de nuestro propio país. La promesa de crecimiento y bienestar mal condice con los niveles crecientes de dependencia económica, con el escandaloso incremento de la pobreza, del hambre y con los bajos salarios asociados a la reprimarización de nuestra economía (vuelta al modelo de granero del mundo) y al aumento en la concentración de la riqueza. Lejos de servir para alimentar a nuestra población, el agronegocio sirve para generar commodities en un sistema de extractivismo de lo que empresas y Estados denominan “recursos naturales” asociado a un extractivismo de conocimiento de recursos humanos en nuestras universidades públicas y en nuestras instituciones científicas como el CONICET. Frente a acuerdos como el último que se desarrolló con el FMI, el gobierno sale a buscar dólares y nuestros pueblos pierden, en poder adquisitivo y en salud, mientras que los intereses corporativos siguen concentrando ganancia.

Frente a este modelo científico hegemónico, frente a este discurso dominante científico, necesitamos otro tipo de ciencia, que plantee por sobre lo privado, lo público, incluso mejor, lo popular; por sobre el competir, el compartir, el cooperar, la ayuda mutua. Un tipo de ciencia que no solamente se plantee la producción pública de medicamentos y vacunas frente al aumento de epidemias y pandemias de origen zoonótico ligadas al extractivismo, sino que esté un paso antes y en vez de ser parte del saqueo, en lugar de ser parte de la contaminación o de la expansión de la frontera del agronegocio, pase a investigar cuáles son los determinantes sociales y ambientales de la enfermedad, deje de producir una ciencia al servicio del extractivismo y genere otro tipo de ciencia al servicio de los pueblos, escuchando a esos pueblos que resisten, que luchan. Una ciencia para, por y con el poder directo del pueblo.


[1] https://www.avance.eeaoc.gob.ar/?articulo=trigo-hb4-juicio-prejuicios-y-perspectivas&fbclid=IwAR3ntBbCxTaPiB2OSQGgtG2GH7LUeAuVE8by9VOJcReD_JbpO-O9dhrgt4o

[2] https://www.anred.org/2022/05/30/cientificos-y-cientificas-rechazan-la-aprobacion-del-uso-del-trigo-hb4-por-amenazar-la-salud-humana-y-ambiental/

[3] https://surcosdigital.com/wp-content/uploads/2020/04/Antologia-toxicol%C3%B3gica-del-glifosato-5-ed.pdf

[4] https://www.youtube.com/watch?v=Jp2fBFJCVJE&t=185s

[5] https://www.pagina12.com.ar/422797-trigo-hb-4-estado-o-monsanto-esa-es-la-cuestion

*Matías Blaustein es Biólogo y Filósofo, Investigador del CONICET y Docente de laUBA. Es Coordinador del Grupo de Biología de Sistemas y Filosofía del Cáncer y Corresponsable de la Práctica Social Educativa «Aspectos Sociales del Cáncer».