Desalambrar

Noticias de Moreno y la Región


TARIFAZO EN MERLO Y UN DEBATE POLÍTICO URGENTE –

¿Qué sucedería si un trabajador que percibe un sueldo de 20 mil pesos es notificado que en lo inmediato pasa a cobrar 1 millón de pesos? El propio protagonista dirá que existe un grosero error. Lo segundo, rechazaría la oferta porque creer que se esconde una maniobra que puede dañará su empleo y los 20 mil pesos que obtiene cada mes.

Sirva este brutal ejemplo para iniciar el proceso de reflexión de cómo el intendente de Merlo diseñó la Ordenanza Tributaria y Tarifaria 2018 (aprobado por la inmensa mayoría del Concejo Deliberante, con la notable excepción de un edil). Fue en la noche del 29 de diciembre cuando las manos en alto dieron luz verde a las notificaciones de la Tasa por Servicios Generales que ya se emiten con un incremento que trepa hasta el diez mil por ciento respecto al año 2017.

Vecinos propietarios de algún pedazo de tierra, hombres y mujeres que viven de lo que producen, que comercializan en escalas menores lo que obtienen de sus hectáreas, campesinos que trabajan la tierra y chacareros que desafían el lado siniestro de la modernidad, son las víctimas elegidas por el Baroncito Menéndez.

La primer consecuencia social muestra un tópico interesante: los damnificados se presentan en el Palacio de gobierno y riegan de panfletos el pulcro mosaico del edificio municipal. Pacíficamente reclaman una explicación que no figura en el agenda de gobierno, salvo la frase de cabecera de “es tiempo de que paguen más, lo que corresponde”. Nace la respuesta que desnuda la impudicia, la no política y los negocios que gesta el intendente de Merlo y actual presidente del PJ Bonaerense, ¿cómo explica Menéndez que el dueño de un vivero que en el año 2017 pagó 21 mil pesos en concepto de Tasas por Servicios Generales esté obligado en 2018 a abonar $1.691.000?

Para cualquier desprevenido, conviene aclararlo, el mencionado no es un caso de error administrativo sino una muestra extendida de lo que asusta. Es inviable, irregular e ilegal. Ni Macri o Vidal, buenos íconos de comparación, se acercan a Menéndez que ejecuta un ajuste del diez mil por ciento en una Tasa municipal. Entonces, ¿por qué Don Menéndez, en complicidad con la mayoría de las fuerzas políticas que están en el Concejo Deliberante, asume una acción que puede dañar su trabajada figura de nuevo y mejor gobierno?

Emblemas de la política local de Moreno han señalado, públicamente, que Gustavo Menéndez no sólo heredó un municipio ordenado sino con muestras fácticas de los avances y derechos que logró el kirchnerismo. Sin mencionar a Raúl Othacehé, refieren que cruzando el Reconquista se ven las políticas de inclusión. En ese corto vuelo de sentido común reinante, anulan que una de las decisiones de Don Raúl, para que los éxitos brillen (entiéndase éxito y brillo en la oscuridad global), fue evitar de todos los modos posibles las tomas de predios fiscales o privados, sin que eso haya representado una visión de nuevo orden, urbanización disruptiva, respeto a la tierra y acompañamiento a productores, chacareros, pequeños campesinos y simples propietarios que pueden lotear sus inmuebles. Dicho de otra forma, no preservaba a estos contribuyentes por vocación, más bien quiso que el desorden de la Conurbanización no pasara al estadío de desmadre.

Esa mano de hierro era redituable en su política de mostrar la identidad merlense. Gustavo Menéndez no cambió la dirección si miramos los sucesos en línea recta, pero es un ejercicio (de los dirigentes políticos), descubrir los atajos y bifurcaciones que pueden, con grosería incluida, anidar en el aumento de la Tasa por Servicios Generales.

Objetivamente quiere recaudar pero asfixiando a ese contribuyente. Puede que la persona rechace individualmente el brutal abuso – ajuste pero acepte salidas transitorias a una condena planificada. Puede que la asfixia promueva la venta de las héctareas, acto que tiene en la gatera a varios compradores que desean apostar al condenatoria desarrollo inmobiliario social.

Con el interés legítimo de las víctimas como centro, puede que haya marchas, denuncias y movilizaciones que den luz al modelo político de Menéndez que, como efecto tardío y perverso de la famosa 125, dirá que su lucha es contra los “terratenientes y oligarcas beneficiarios del modelo de acumulación”, mientras bebe café en Puerto Madero con Gustavo Grobocopatel, El Rey de la Soja, ícono de la revolución del agronegocio, un sistema que desplaza millones de personas hacia las grandes urbes colapsadas.

Por eso, cruzar el puente de Cascallares hacia Mariano Acosta ofrece un saber social más que geográfico. De un lado se respira el hacinamiento humano, del otro y en un sector hay extensiones arboladas, viviendas para nada faraónicas que se adaptan al ambiente; hectáreas productoras, viveros, campesinos, terrenos cercados y mantenidos por sus propietarios. Los lados en cuestión expresan visiones y oportunidades del vivir, sobrevivir o subsistir. Tal vez detrás del brutal aumento de una Tasa por Servicios Generales – llamada a ser confiscatoria – Gustavo Menéndez, intendente de Merlo y Presidente del PJ Bonaerense, se ofrezca por su capacidad y talento a debatir públicamente las razones del ajuste, cómo categoriza la real inclusión, qué valor le ofrecen los desarrolladores urbanísticos para un Merlo moderno, su comprensión de la encíclica papal Laudato si; su real saber acerca de la urbanización en el Conurbano o el hacinamiento humano en grandes bolsones ya habitados, con las consecuencias de fragmentación que muestran la barbarie o la inexistente civilización, para mencionar algunos temas “menores” que merecen un mínimo de atención política.

El absurdo real de una Tasa contiene un bazar completo que promueve intrigas básicas. Para no deslegitimar el poder ganado en las urnas por el intendente Menéndez, urge conocer su palabra en diálogo con la comunidad. Al fin de cuentas existe esperanza porque la historia nos dice que Don Gustavo Menéndez es el hombre nuevo que rompió para siempre la dictadura de Othacehé y con ello garantiza un debate democrático con su visión de poder y gobierno.