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Los dichos del presidente se dan en medio de un paro docente en 12 provincias del país donde los reclamos por motivos salariales, de infraestructura y condiciones de trabajo, ponen en evidencia otra realidad. Alberto Fernández participó el lunes de la apertura del ciclo lectivo 2023 en Chaco, una de las doce provincias que arrancó el año con un paro convocado por la docencia debido a los bajos salarios. Allí el presidente se refirió a la paritaria nacional docente cerrada entre los gremios Ctera, UDA, CEA, Sadop y AMET, y el Gobierno, que hasta julio plantea un aumento en cuotas de 33,5%.

En ese marco planteó “cuando llegamos al gobierno, la preocupación de los maestros era ver cómo mejoraban un salario que se había caído al fondo del pozo. Hoy con alegría escucho que su preocupación es que no tengan que pagar ganancias, porque sus sueldos han crecido de tal modo que empiezan a verse afectados por el impuesto a las ganancias”. El acto lo encabezó el presidente junto al gobernador de Chaco, Jorge Capitanich y el ministro de Educación, Jaime Perczyk.

Sin embargo, la realidad es otra. Con los aumentos dispuestos en marzo el salario mínimo pasaría a 130 mil pesos, un monto debajo de la línea de pobreza que se ubica en 163 mil pesos. Aun así, Fernández afirmó que “15 días antes de que comiencen las clases” le sacaron “a nuestros maestros el problema de su salario”.

Las declaraciones del presidente se dan en el marco del paro docente que afecta a 12 provincias del país, tanto gobernadas por el Frente de Todos como Juntos por el Cambio, en medio de la política del Gobierno de imponer un techo a la paritaria de 60% para todo el año (un número poco creíble siendo que solo en enero la inflación fue del 6%) con negociaciones semestrales. Los reclamos del paro son contra el ajuste en la educación que involucran los salarios docentes, las condiciones laborales y de infraestructura.