Transita los últimos días como concejala del Partido Obrero, una de las fuerzas que alcanzó en 2021 la representación en el legislativo local y que marcó un hecho histórico. Por el esquema de rotación del Frente de Izquierda será reemplazada por Pablo Lopardo del MST.
Lorena Pereira, docente de la escuela pública, dejará su impronta en más de dos años de intervención en el HCD. La misma queda plasmada en la búsqueda permanente de información en un escaso o menguado funcionamiento de las comisiones. Su postura ha sido de interpelar todas y cada una de las propuestas del oficialismo en un intento de marcar la opción sujeta al programa de izquierda.
Probablemente la sesión extraordinaria en la que Unión por la Patria aprueba nuevos impuestos más que tributos haya sido el último debate o intento de debate por parte de Pereira.
La venta de asfalto caliente es una muestra de poder. Se incorporó en el CAPÍTULO XII, de la Ordenanza Fiscal, TASA POR SERVICIOS TECNICOS, como hecho imponible, cuando una tasa, es un tributo que tiene un servicio como correlato. Un impuesto es un tributo sin asignación específica, es genérico, hace al sustento del Estado. Un precio es un valor de referencia en la compra venta, por valor de mercado y tarifa, es lo que derecho que asume el Estado por un servicio público. Pregunta ¿vender asfalto por parte del Municipio es una tasa? Más claro, comercializar asfalto caliente no es un servicio.
Lorena Pereira entrega una respuesta que dibuja el hacer del oficialismo: «NO hubo ninguna explicación sobre los expedientes, que fueron enviados por WhatsApp. Para nosotros desde el Partido Obrero se trata de un ajuste porque la explicación sobre capacidad ociosa de la asfaltera significa que cuando estaba Alberto Fernández en la Presidencia la planta solo pudo producir siete de las doce cuadras diarias. Por otro lado, y lo dije en la sesión, se va a privilegiar a las empresas o quien pueda por sobre los vecinos, siendo este tema (asfaltos) el caballito de batalla de Mariel Fernández«.
Otro de los tópicos que analiza la concejala es que, de acuerdo a su saber, la venta de asfalto convertirá al Estado municipal en «doblemente explotador», lo hace con los trabajadores a quienes les paga sueldos de miseria y ahora serán ellos que produzcan el asfalto que será vendido sin que redunde en mejoras salariales.
El impuesto a los combustibles que pagan los /as vecinos /as de Moreno pero vestido por el oficialismo como una Tasa de Protección Ambiental que «no deberían pagar los particulares sino los dueños de estaciones de servicio».
Entrevista completa en Desalambrar Tv:
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