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En la tarde del domingo 2 de mayo de 1908, el célebre globo Pampero arribó a Moreno. El globo descendió en terrenos del ferrocarril, cercanos a la estación, su enorme estructura donde se destacaba con letras rojas su nombre, Pampero, sorprendió a los vecinos del pequeño pueblo de Moreno, con calles de tierra y enclavado en un ámbito rural, con unos 2500 habitantes en la zona urbana y poco acostumbrados a visitas tan inusuales. 

El Pampero había partido a las 15 horas del predio de la Sociedad Sportiva Argentina, en Belgrano, hoy Campo Argentino de Polo, con rumbo noroeste y destino a Moreno, era tripulado por Eduardo Federico Newbery, hermano de Jorge, el mayor Waldino Correa y Ermani Mazzoleni, cubriendo el trayecto en 2,10 horas. Ya en tierra, los tres tripulantes, rodeados por numerosos vecinos que con mirada curiosa observaban todos los movimientos, se dedicaron a quitar los restos de gas al aerostato para incluirlo en la barquilla de los tripulantes.

Finalizada la tarea y luego de responder innumerables preguntas y rechazar amables invitaciones para permanecer en tierra morenense, los aeronautas ascendieron a un tren para trasladarse a la ciudad de Buenos Aires. Este fue el cuarto viaje del Pampero, de un total de diez, el primero se realizó en diciembre de 1907. Construido en Francia, el globo era propiedad del millonario Aaron Martin Félix Anchorena, típico representante de la aristocracia ganadera argentina.

El globo contaba con una envoltura de seda, se inflaba con el mismo gas utilizado en el alumbrado público y poseía una capacidad de 1200 m3 y una barquilla aproximadamente de un metro cuadrado, para cuatro tripulantes. El último y trágico ascenso del famoso aerostato, también está relacionado con Moreno. Cinco meses después, el 17 de octubre de 1908, el Pampero emprendió su décimo y último viaje desde la quinta del financista Ernesto Torquinst, en Belgrano, tripulado por Eduardo F. Newbery y el sargento 1° Eduardo Romero, pasadas las 17,30 horas, para realizar el primer vuelo nocturno, con destino a La Pampa. Una suave brisa lo llevó rumbo al noroeste, sobrevolando el barrio de Flores, luego se dirigió hasta Devoto donde fue avistado a las 18,15, más tarde pasó por San Martín, ya en territorio bonaerense y luego pasó por Moreno, donde fue visto a las 19 horas.

En el cielo morenense fue la última vez que se vio al Pampero. El viento comenzó a soplar a unos 50 Km. por hora del cuadrante norte, calculando que resultó arrastrado hacia Bahía Blanca. Pasadas las horas se perdió todo contacto con el Pampero y sus tripulantes, las horas sumaron días sin novedad, suponiéndose que se perdieron en el mar. De las diez palomas mensajeras que llevaban solo una regresó, sin mensaje. Nunca se encontraron sus restos.