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Los pibes y muchachos juegan al fútbol en el potrero. Es la tarde de domingo que luego tomaría la forma de locura e infierno. Un llamado vecinal al 911 alerta a la policía. La Bonaerense concurre y hace todo lo opuesto a los lineamientos que el gobierno local expone y propone: no bajó la temperatura social sino que desplegó toda la violencia con efectivos, camionetas, motocicletas y disparos.

El procedimiento, tal lo cuenta Oscar Russo (abuelo del joven detenido) al colega Rodrigo Solórzano (Semanario Actualidad), la policía disuade la práctica deportiva y una agente se dirige a unos de lo pibes, Rubén Martínez de 20 años, que dejó de patear el esférico y subía a su motocicleta, en ese instante sale la acción de “ponele los ganchos”. La explicación oficial, asentada en el parte, señala que el vehículo no contaba con la chapa patente y documentación

Lo suben al patrullero y secuestran el rodado, destino la Comisaría de Francisco Álvarez. Hacia allí fue el padre del joven, una tía y otro familiar. No queda claro que ocurrió en la dependencia pero Eduardo Martínez y Maira Belén también son detenidos. Un tercer familiar que esperaba afuera se asusta y sale en una camioneta de la Comisaría de Álvarez. Para la fuerza “el sujeto se da a la fuga y como si se tratara de un blanco de alto peligro” lo sigue hasta su casa en barrio Cortejarena. En la persecución, volviendo a la versión oficial de la Bonaerense, el conductor atropella a un ciclista y logra llegar hasta una vivienda.

Más de 15 patrulleros, con el refuerzo de motocicletas, proceden con toda la fuerza a detener a quien escapaba. Con el artículo 222 del Código de Procedimiento Penal de la Provincia de Buenos Aires (allanamiento sin orden) ingresan al domicilio y apresan a Gastón Damián Esteche (tío de Rubén Martínez). En un acto tan propio de la “institución”se redacta que “al ingresar un efectivo éste recibe golpes que no le dejan lesiones visibles en apariencia” y que la resistencia al orden llevó a que un adulto mayor de 67 años caiga al piso golpeando su nariz y mano. Los videos caseros que registran el momento “demuestran la mentira o falacia policial, el modus operandi de encubrir la vulneración de derechos y ocultar la brutalidad represiva”.

Julio Esteche de 67 años de edad, fue golpeado por los agentes bonaerenses y así lo contó a Semanario Actualidad: “Me paré en la puerta de mi casa cuando entró mi hijo. La policía comenzó a patear, ingresó, me pegaron golpes de puño, como entraron tanto alguno me pisó la mano y me fracturó el dedo de la mano. También agarraron a mi hijo y al otro y los molieron a palos. Lo llevaron y luego lo largaron a la madrugada (lunes 24 de mayo).

http://semanarioactualidad.com.ar/a-raiz-de-una-violacion-del-confinamiento-vecinos-de-cortejarena-denuncian-represion-policial/

Julio Esteche como Oscar Russo, abuelos de Rubén Martínez, afirman que la policía efectuó varios disparos. Ocurrió y está escrito como corresponde a la INSTITUCIÓN:

“Vecinos del lugar se muestran hostiles para con los uniformados, motivo por el cual utilizando la fuerza mínima indispensable personal de la (ZONA 1) proceden a reducir a un hombre (NdR; se coloca nombre y apellido) quien tras ingresar al móvil policial (RO 21399)* con sus piernas rompe el cristal derecho trasero, no constatándose lesiones, motivo por el cual móvil de apoyo (zona 34) que se hallaba en el lugar, viendo venir a varias personas hacia la dotación policial, efectúa un disparo con cartucho de estruendo (hacia la tierra), no hiriendo persona alguna”

Resumen del éxito de la policía capacitada en derechos humanos:

«Cinco personas detenidas, el joven que jugaba a la pelota tiene una causa en la justicia federal por violar el confinamiento, el resto deberá comparecer en la Fiscalía N° 5 por los delitos de resistencia a la autoridad, atentado y daños».

Un día antes de este infierno que arranca con un LLAMADO al 911 porque los pibes jugaban a la pelota, Desalambrar publica un reportaje al Secretario de Seguridad del Municipio, Juan Manuel Ciucio, donde le preguntamos, entre varios puntos, el de la intervención en los barrios durante el confinamiento:

Los barrios son pulmones en donde, además de las necesidades y urgencias están las salidas para sortear un poco el encierro. Entonces en cualquier lugar se monta un potrero y juegan. Está bueno que podamos -esto no me parece menor- comprender ¿cuál sería el abordaje y la intervención? ¿Quién lo hace? ¿Lo tiene que hacer la policía o mediadores comunitarios?

Yo soy más partidario muchas veces de no pedirle solución a las fuerzas de seguridad que tienen que desarrollar las políticas comunitarias. Hay otra instancia comunitaria, hay otra instancia en la política y hay otra instancia en el Estado que pueden sortear y sin generar, perdón si soy repetitivo con esto de la violencia, sin generar acciones de violencia. Nosotros tenemos cierto estadio con el tema de las canchas de fútbol, de lo partidos que es una gran discusión. Discusión en términos que tenemos dentro de la Secretaría o con las otras áreas, buena en términos de cómo construimos una política pública respecto a eso porque son los dilemas y las contradicciones de lo que trajo la pandemia. Porque muchas veces yo como militante interpretaba el deporte como una salida a los esquemas de violencia, y ahora el deporte pasó a ser una complicación. No sé si se entiende la contradicción y cómo debemos actuar como Estado. Mariel nos puso muy en claro como debemos actuar los funcionarios y en lo que refiere a mi área tengo esa noción muy clara de como debemos actuar.

La intervención policial no atiende el sentido y comprensión de lo comunitario. Fue un despliegue del aparato que actuó, interpreto el Código de Procedimiento y escribió el parte ocultando los hechos que quedaron grabados, en audio e imagen.

Aquí tiene un caso para intervenir la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos de la Municipalidad de Moreno a cargo del Dr. Nahuel Berguier, ¿lo hará?