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Escuchan y dan la palabra. Rezan y piden ante Dios que la vida tenga esperanza y fe para afrontar una existencia social que duele. Capilla Santa Ana y Virgen de Luján, la vida como viene.

El movimiento sabático tiene expresión en la plaza de Irigoin. La Capilla tiene sus puertas abiertas y un mensaje que debe ser contado. Ana es una de las catequistas, refiere que el trabajo pastoral tiene más de 30 años y agrega: «Empezó acá muy chiquito todo, el espacio de catequesis, de a poquito con la ayuda de la gente del barrio fue creciendo y tenemos espacio ya grande de la capilla, pertenecemos a la Parroquia del Sagrado Corazón que está acá en el otro barrio Mayor del Pino, pero sí, es una comunidad muy pujante y creciente como verán, es un barrio con muchos chicos sobre todo y también tenemos muchos problemas, muchas dificultades. Acá a partir del año pasado hemos puesto al servicio de la comunidad, es un hogar de día para la problemática de la adicción, hay talleres terapéuticos que ayudan tanto a la persona adicta como a familiares con la problemática de la adicción. Los fines de semana tenemos la catequesis de todas las edades, desde los chicos que toman la primera comunión a partir de los nueve años hasta catequesis de adultos, pasando por la comunión y la confirmación. Todos los segundos y cuarto sábados hay misa y bautismo, a las 11 de la mañana.

La capilla tiene historia, 30 años, ¿cómo analizás la situación social que se está viviendo hoy? Evidentemente si ustedes ponen este centro de día para ayuda y contención con el tema de las adicciones, es un tema que nos atraviesa a la comunidad, que no lo vemos solamente acá

Y es bastante difícil, problemático pero tampoco podemos dar la mirada al costado y no buscar soluciones. Creo que entre todos tenemos que apoyarnos y seguir adelante, con fe y confianza, que no estamos solos.

¿Tienen ayuda para llevar adelante esta tarea?

Sobre todo de la parte Diocesana de Caritas, y ahora en este momento también estamos tratando de tener un apoyo de la parte de SEDRONAR con esto de la parte de las problemáticas de las adicciones.

Ramón es Diácono. Concluye el encuentro de reflexión con los pibes y toma la palabra: «Este año me dijeron que venga a colaborar con la catequesis, con algunas cosas más a la familia acá de la comunidad, por ejemplo, bautismo, lo que sea necesario, pero como no tenemos catequista estoy ayudando en catequesis también, así que mi misión es nueva».

¿Qué buscan las familias de la Iglesia o de la capilla?

Yo creo que quieren acercarse y tener un encuentro más cercano con Jesús, con Dios, necesitan mucha fe, mucha confianza, necesitan refugiarse en alguien para salir de la situación que están. Acá hay muchos problemas de drogas, mucha gente busca que los chicos encuentren una salida nueva, una oportunidad nueva, y creo que la misa está para eso, para brindarle eso a los chicos.