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El gobierno municipal echó manos a una caja que tiene herramientas para proceder en un sentido: recaudar. Salvo aquellas estructuras comunales que mantienen equilibrio y pugnan por un modelo de menor asfixia cuando ahoga la crisis, la mayoría apela a nuevos tributos desde un viejo pero eficiente resultado. El bloque Unión por la Patria, acompañado por vecinos /as llamados Mayores Contribuyentes, aprueban una Tasa que lleva el rótulo de Protección Ambiental pero por su ejecución es Tasa o Impuesto al Combustible. En este ejemplo como en el de la venta de asfalto, sobresale el reconocimiento del oficialismo a lo buenos empresarios, seducidos por las bondades del gobierno local, que harán una apuesta y ofrenda a la público. Comprarán asfalto a buen precio y no trasladarán el aumento de naftas y GNC a los vecinos /as de Moreno. Nada está escrito en clave de obligación, es una declaración jurada de buena voluntad que sale de la expresión legislativa.

La Tasa de Protección Ambiental no puede denominarse Tasa Vial porque ya existe. Si la idea es controlar la emisión de gases por cada vehículo, no es probable imaginar «trabajadores /as municipales) manipulando los instrumentos en cada estación de servicio, sin dejar de lado que existe algo llamado VTV que analiza la emisión de gases, entre otras cosas.

Gisele Agostinelli de Juntos por el Cambio fue la única representante de ese espacio que pidió la palabra para desmontar el discurso, como ella lo llama, el relato oficial: «La verdad que lo que están proponiendo es un Impuesto al Combustible, no hay otra forma de llamarlo. Acá trajeron ejemplo de otros municipios que tienen esto, en el caso de San Miguel lo que se recauda está afectado a la seguridad, no sabemos acá en Moreno que se hará con la plata que quieren recaudar con este impuesto encubierto que no pueden llamarlo Tasa Vial porque ya tenemos eso en la Ordenanza Fiscal. Le ponen el nombre de Tasa Ambiental porque así creen que evitan una doble imputación, ya que existen gravámenes sobre el combustible. Hay que transmitir la verdad y es que los concejales del oficialismo (Unión por la Patria) votan un aumento que propone Mariel Fernández sobre el combustible, es decir, cuando un vecino cargue nafta le van a cobrar un 2,5 por ciento más, aún cuando el concejal (Lucas Franco) dijo que no «debería recargarse en el precio final porque el combustible de Moreno es más caro que en otros municipios aledaños. Si consideraron que el aumento lo tiene que absorber el dueño de la estación de servicio, ¿por qué no colocaron los aumentos en la Tasa de Seguridad e Higiene para que lo pague la empresa? Como está redactado en el artículo 377 inciso 2, la empresa queda habilitada y facultada a volcar el aumento sobre el valor del combustible que pagan los usuarios».