Acto de asunción de su segundo mandato como Intendenta de Moreno, miércoles 13 de diciembre. Es ella la única dirigenta que proviene de un movimiento social y gobierna un Ejecutivo. Antecedente único a nivel país.
Es la protagonista excluyente de una ceremonia que se desmarcó de la jura de concejales /as el día 9 de diciembre. Resulta probable pensar que la «producción simbólica» debía tener el insumo de fuerza discursiva opuesta al proclamado ajuste nacional que el Presidente Milei bendice con el apoyo de las fuerzas del cielo.
Expuesto el golpe brutal a las fuerzas sociales, productivas y laborales, sombrío y penoso futuro para los que ya caídos del sistema, La Capitana de Moreno vivió, de algún modo, la fiesta popular de la democracia que encarna su movimiento. La música telúrica de Peteco Carabajal marca el compás y la partitura que Mariel representa.
Su discurso en la tarde de hoy, frente al Palacio municipal, es un posicionamiento lógico pero muy claro frente al desguace estatal que lanzó el gobierno de Javier Milei. Los pasajes de la «ponencia» sortearon la personalización para señalar la amenaza estructural: el ajuste no lo paga ni la casta política ni los ricos sino los pobres de la patria
Las palabras de Fernández sonaron a un llamado a sostener la organización territorial y comunitaria, tomando la historia del pueblo de Moreno que «nunca estuvo derrotado» y que supo «ser protagonista en momentos críticos».
De lo reciente absorbe las enseñanzas políticas que impuso la pandemia mundial. Se reabrieron «ollas populares», «comités de crisis», intervenciones directas que permitieron alguna costura en tejidos sociales muy dañados.
Es este momento histórico Mariel Fernández invita a «reconocer y agradecer a quienes la acompañaron en su primer mandato» incluyendo a los /as trabajadores /as municipales que antes del arribo de Milei a la Casa Rosada perdieron un 80 por ciento de su poder adquisitivo en los últimos casi cuatro años.
Mariel tiene perfecta noción que la reconstrucción histórica del distrito está «congelada» si para ello depende del Ejecutivo nacional. Así es que adquiere «conducción central» para ser EJE de la resistencia popular que deberá encontrar los «mecanismos e instrumentos» que enfrenten la «libertad de los que llegaron a la Presidencia de la Nación para enterrar una patria y refundar otra», sin miramiento alguno, decididos a llevar la TAREA por la fuerza del voto popular que los consagró en noviembre.
Comprende la Intendenta de Moreno que su Movimiento Evita tiene teoría, conocimiento, experiencia y pragmatismo.
Si la historia que Milei inicia es un canto a la tragedia, la arquitectura de poder no es igual a la de Mauricio Macri en 2015, período en el que la política social de esa coalición de derecha articuló con sectores populares nacidos tras las cenizas de 2001. El Movimiento Evita fue clave en arrancarle al ingeniero las unidades ejecutoras de programas sociales; el reconocimiento al Registro Nacional de Barrios Populares; también ser canalizadores de la asistencia alimentaria directa, sin olvidar en el caso específico de Moreno la reconstrucción del plan federal de viviendas de La Perla que había sido abandonado por el kichnerismo.
En los dos primeros años de «macrismo«, Mariel y el Evita fueron parte del gobierno peronista – kirchnerista de Walter Festa, llevando adelante el Instituto Municipal de Desarrollo Económico Local (IMDEL). En 2017 inicia su búsqueda histórica. Confronta con el oficialismo y en 2019 alcanza la cima del poder local. Desde ese entonces es «la Intendenta de los más humildes y de los movimientos sociales», hacedora de un peronismo de las comunidades, Presidenta del PJ local y Vicepresidenta Segunda del PJ bonaerense.
Melina Mariel Fernández realiza su juramento, ceremonia que lo tiene a su hermano Emmanuel Fernández leyendo el pasaje institucional ineludible porque es el Presidente del Honorable Concejo Deliberante.
Ella, La Capitana, inicia el segundo tiempo, otros cuatro años que si serán durísimos, sin grandes obras públicas, sin tantos cortes de cintas, con muchos actos abrazando al territorio, a los caídos que ya están en el piso y aquellos que ingresarán en ese pendiente hacia el abismo.
Mariel pareciera leer que las «acefalías inocultables que exponen los des liderazgos nacionales», la convocan a necesarias utopías. Claro que en ese camino de espinas más que de flores seguirá siendo la Intendenta de Moreno a quien el pueblo tocará la puerta para que lo mínimo y básico, la comida, sea garantizado como el último derecho a preservar.
Estará en el Movimiento pero en esta etapa que le toca vivir es la máxima responsable del Departamento Ejecutivo, de todas y cada una de las políticas locales… de eso no hay dudas.
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