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Por Mariano Hermida.- “La reapertura de las paritarias estatales en la provincia de Buenos Aires generó poco entusiasmo en los gremios del sector”, resumió el portal Gestión Sindical (24/12/22), a raíz de la última reunión de la paritaria docente entre los funcionarios provinciales y los 5 sindicatos del FUDB (SUTEBA, FEB, UDOCBA, SADOP y AMET).

En efecto, el gobierno de Kicillof no realizó ninguna oferta y postergó la reunión para el próximo jueves 29/12. Los sindicatos habían difundido horas antes con bombos y platillos que habían “logrado” la reapertura de la paritaria y sembraron expectativas entre la docencia, pero el resultado de la reunión terminó siendo igual a cero.

Los gremios justificaron la posición del gobierno provincial aduciendo que el fallo de la corte por la coparticipación de CABA genera un “marco desfavorable” con el pedido de aumento salarial antes de que finalice el año. Pero la pérdida de poder adquisitivo mediante una inflación galopante se viene produciendo antes del fallo de la Corte, mediante la firma de acuerdos salariales en cómodas cuotas y con sumas no remunerativas. Descubren ahora un “marco desfavorable” para justificar el acompañamiento de las políticas de ajuste del gobierno y del FMI sobre salarios y jubilaciones. Las arcas públicas son destinadas al pago de la deuda externa e interna, en desmedro del presupuesto para educación, salud y gastos sociales.

El Frente de Unidad Docente Bonaerense, finalizada la frustrada reunión, sacó un comunicado donde reclama anodinamente un aumento salarial inmediato y el pago de un bono, sin especificar monto alguno. En el tercer punto del texto solicitan “debatir la Pauta Salarial 2023 con aumentos a partir del mes de enero, tomando como base de cálculo el mes de diciembre de 2022 para el primer semestre y junio 2023 para el segundo semestre” (SUTEBA 22/12). Al pedir que los aumentos para el 2023 se realicen sobre la base del salario de diciembre de 2022 es obvio que la docencia seguirá perdiendo contra la inflación, porque los aumentos no serán acumulativos (sobre el salario del mes anterior). Fue el mecanismo que utilizaron durante todo el 2022 y que dejó a los salarios por debajo de la inflación. En el texto se omite cualquier referencia a que los aumentos se realicen sobre los salarios mínimos, para acordar nuevamente sumas no remunerativas que terminan golpeando a los jubilados y al conjunto de la escala salarial docente. Actualmente la mayor parte del salario de un docente se cobra por fuera del salario básico.

Dos aspectos que estuvieron ausentes en los “reclamos” de los sindicatos fueron la eliminación del impuesto al salario que afecta a la docencia que tiene mayor antigüedad, que tiene cargos directivos o que trabaja 3 cargos y, por otro lado, la devolución de los descuentos que ejecutó Kicillof para castigar a la docencia que paró en las últimas semanas del año.

Por su parte, la lista Multicolor fijó posición en un comunicado por un bono de $100.000 por cargo. Los bonos han sido utilizados de forma recurrente para no otorgar aumentos sobre el salario básico y se aplican, además, como suma fija para todo el escalafón, aplanando la pirámide salarial. En las asambleas de memoria y balance la Multicolor fijó posición por una recomposición salarial “que lleve al cargo testigo (PR) a la canasta básica”, es decir llevar al cargo testigo a la canasta de pobreza. Finalmente adopta una posición de seguidismo a la burocracia de Baradel cuando pide que “SUTEBA Provincia convoque a asambleas” (Lista Multicolor provincial 22/12).

La lucha por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar por cargo, hoy en los $270.000, indexado por inflación, debe estar asociada a la construcción de una autoconvocatoria que desplace a la dirección de la burocracia de Baradel, organice un plan de acción propio y abra un nuevo rumbo para todo el movimiento docente.