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Un grupo, una estructura, un sector de trabajadores /as docentes de la Universidad Nacional de Moreno emprendieron la campaña de recolección de MIL FIRMAS POR LA LIBERTAD SINDICAL. Se trata de ADUNM en la CONADU, mismo nombre del sindicato que ya obtuvo la legalización por parte del Ministerio de Trabajo y que el próximo mes de noviembre tendrá la Comisión Directiva definitoria, ADUNM en la FEDUN.

Federico Cormick habló con Desalambrar de la campaña y el desarrollo de las críticas hacia el Ministerio de Trabajo de Nación y a las autoridades de la casa de altos estudios: «Ahora actualmente hay dos sindicatos. Nosotros somos ADUNM en la CONADU y se acaba de constituir también un sindicato ADUNM en la FEDUM que es el que acaba de armar. Esto es parte de la vida normal de una universidad donde existe más de un sindicato, lo que pasa que nosotros tenemos una situación bastante anormal, más allá de la conformación de este sindicato de FEDUN, que tiene que ver con que hay una discriminación muy clara por parte las autoridades y lamentablemente también por parte del Ministerio de Trabajo, en términos de a quién se refiere o con quién se trabaja, dejando afuera la relación con los sindicatos que además tiene bastante más trayectoria, afiliados, desarrollo político, etc, como es la CONADU. Tanto es así que lo que acaba de pasar y es una novedad bastante rara, creo que es la primera vez que se escucha, que se conforman nuevos sindicatos en este caso el FEDUN, que toma el nombre del que ya existía de CONADU, lo toma como propio y el Ministerio de Trabajo se lo reconoce en un acto completamente ilegal, y además muy conflictivo al interior de la universidad. Así que estamos en esa situación, tenemos una vida institucional muy compleja por el hecho de que las autoridades de la Universidad vienen desconociendo la existencia del sindicato, que tiene ya más de seis años y no nos reciben, no generan ámbito paritario que es lo que plantea el Convenio Colectivo de Trabajo. No habilitan los descuentos, no reciben la demanda que tiene que ver con la problemática de la docencia, con concursos, etc. Y ahora acaban de dar lugar a un nuevo sindicato que tiene una característica que es importante que se entienda, está de los dos lados del mostrador, es decir, es un sindicato donde participan trabajadores docentes pero que está conformado por la gestión, de hecho su asamblea constitutiva estaba dirigida por el Vicerector, su cara más visible es el Secretario de Extensión de la universidad, su base de funcionamiento legal es la oficina del responsable de Recursos Humanos de la universidad y de su sindicato armado a imagen y semejanza de las autoridades. El problema no es tanto que exista ese sindicato, sino que no intenten desdibujar el sindicato que si viene trabajando hace tiempo y representa a trabajadores y trabajadoras afiliados libremente y que tienen algunas reivindicaciones que no se están siendo tomadas en cuenta.

Yo entiendo el inicio, la presentación de expediente desde el año 2016, creo.

Desde 2016 que hicimos la asamblea constitutiva. En 2017 hicimos la presentación formal del expediente, nosotros hicimos una presentación, tuvimos una devolución del Ministerio de Trabajo para que hagamos una corrección, algunas palabras, algo muy sencillo, lo hicimos en 2018. Fuimos en 2019 nuevamente y no tuvimos ninguna respuesta. Y desde ese momento quedó congelado, ahí hay una negligencia importante por parte del Ministerio de Trabajo, de hecho, hay una definición establecida formalmente para la administración pública y para el Ministerio de Trabajo incluido, que es que todos los expedientes deberían estar digitalizados desde el 2019 a este momento, y con ese expediente por alguna razón que nadie ha explicado hasta ahora, es un expediente físico pero no se está digitalizando, con lo cual eso demora permanentemente los trámites para la legalización. Pensá que formalmente el tiempo que debería demorarse una inscripción son 90 días, y sin embargo lo que está pasando ahora es que este sindicato no se formalizó habiendo pasado más de seis años de la actividad y de búsqueda de trámites. Es muy llamativo que un sindicato formado mucho más tarde, pero a instancias del rector y de las otras autoridades, se haya luego formalizado en un tiempo mucho más veloz, en menos de dos años, incluso con esta ilegalidad que te decía, poniéndose el nombre de nuestro sindicato y siendo autorizado por el Ministerio de Trabajo. Ahí hay un tema realmente importante a revisar, tanto por las autoridades de la Universidad como por el Ministerio.

Cuando se hace la presentación en 2016, ¿el grupo que hace días atrás hizo una asamblea estaba con ustedes? ¿Ustedes con ellos?

Sí, nosotros armamos un sindicato en 2016 donde prácticamente todos los docentes que tenían intenciones de sindicalizarse participaron. Esto incluía a sectores que eran afines a la gestión actual de la universidad. Cuando el sindicato empezó a hacer una serie de demandas, sobre todo que estaban vinculadas con la estabilización docente, teníamos una parte muy extensa de la planta docente sin regularizaciones, es decir, solamente con contratos y no con concursos realizados y después otro tipo de demandas vinculadas con licencias que no se estaban cumpliendo y demás. Sumado al hecho de que se empezó a discutir la necesidad de tener un marco más amplio de organización gremial, es decir, participar de alguna federación docente, las autoridades de la universidad hicieron explícito planteo de que esto era acelerar los tiempos del sindicato, entonces ahí tenemos una clara injerencia de quien oficia de patronal o de autoridad de la universidad que pretendía resolver los tiempos de un ámbito sindical. Eso se tramitó a partir de la asamblea, etc. En 2019 se puso a votación en 2019 a qué federación entrar, fue una elección participativa, hubo mucha participación y se decidió incorporarnos a la CONADU, nosotros somos parte de la CONADU que es la federación más grande de docentes universitarios a nivel nacional. Y todas esas tensiones que en la universidad había, que la gestión de la universidad había, que era no compartir nuestras demandas gremiales, y sentir que era algo que le incomodaba, que nosotros éramos parte de una federación, fue lo que llevó a que promoviera que los sectores afines a las autoridades se corrieran del sindicato y armaran un sindicato nuevo, un sindicato paralelo que es lo que sucedió últimamente. Nosotros somos representantes de trabajadores y necesitamos sentarnos en una mesa con alguien que nos dé una respuesta y no podemos estar representados por esa misma persona y eso es lo que está pasando en el caso del sindicato que se acaba de conformar.

Le hice una nota a Pablo Chiesa, y me dijo públicamente que la lista que se conforma, quienes integran este sindicato, no hay ningún personal jerárquico, son todos trabajadores

Podés simplemente mirar la foto las actividades que hacen y vas a ver que es así. Nosotros hemos visto los padrones del nuevo sindicato, cerca del 60% por no decir el 80 por ciento que están inscriptos ahí son dirigentes funcionarios de la gestión. Son datos objetivos, es un sindicato completamente integrado por los funcionarios de la universidad.

Ahora lo que les queda a ustedes con esta campaña de recolección de firmas es constituirse en otro sindicato dentro de la CONADU ¿sería así?

En realidad, nuestro sindicato digamos que ya funciona hace mucho tiempo, tiene asambleas, tiene elecciones. El problema que en todo caso puso a la vista esta última situación, es que es hay un procedimiento que es muy irregular, que por una parte tiene una pata en el Ministerio de Trabajo, que sigue demorando la resolución sobre una inscripción a un gremio que tiene mucha más antigüedad y trayectoria, sin embargo, lo acelera cuando es una demanda vinculada por los rectores y esto es una irregularidad. Y una segunda cuestión que tiene que ver con la existencia de un trabajo al interior de la universidad, la gestión puede tranquilamente promover o ser parte, que es lo que está pasando, de un sindicato nuevo conformado. Pero lo que no puede hacer, no corresponde y es completamente una discriminación sindical, es pasar a trabajar exclusivamente con su sindicato amigo y discriminar a otro sindicato, que además tiene una representación muy importante, que es el nuestro.