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Izquierda Diario.- Miles de peruanos se sumaron este jueves al paro nacional contra el gobierno con bloqueos de rutas, movilizaciones y con una gran movilización en Lima. La policía reprimió y se registraron heridos. Sin embargo, la resistencia continuaba en horas de la noche en la capital peruana.

La movilización que se lleva adelante en Lima recibió a miles de manifestantes que llegan de otras regiones del país.

La Policía Nacional del Perú (PNP) se desplegó en las principales calles y avenidas con tanquetas. La represión se lleva a cabo en varias calles del centro, y en las inmediaciones de la sede de la Cancillería y de la Defensoría del Pueblo, y en la avenida Abancay, que conduce hasta el Congreso.

https://twitter.com/RadioPopularPe/status/1616202129030397952

En estos y otros puntos, la PNP arrojó bombas lacrimógenas a los manifestantes, que intentaron resistir.

En las calles, hasta bien entrada la noche, encontraban la fuerte resistencia de los trabajadores y el pueblo movilizados, dispuestos a continuar con la lucha.

Los manifestantes exigen la renuncia inmediata de la presidenta, Dina Boluarte, el cierre del Congreso, nuevas elecciones para 2023 y la convocatoria a una Asamblea Constituyente. En otras regiones del país, en especial en el sur, Arequipa y Cuzco, también se llevan a cabo grandes manifestaciones, y los aeropuertos suspendieron sus operaciones.

https://twitter.com/AnibalGarzon/status/1613312812360601605

Según varios medios locales, en las ciudades de Juliaca y Tacna, la movilización también trató de llegar hasta las instalaciones aeroportuarias. Desde que comenzaron las protestas en diciembre pasado, en varios puntos del país los manifestantes han intentado ocupar las instalaciones aeroportuarias, provocando el cierre de algunas de ellas.

A su vez, hubo bloqueos en todo el país, con 127 puntos con tránsito interrumpido debido a bloqueos de carreteras. Las manifestaciones contra el gobierno en Perú se iniciaron tras la destitución de Pedro Castillo; el nivel de movilización es cada vez mayor, a pesar de que se ha cobrado la vida de más de cincuenta personas.