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Izquierda Diario.- Los salarios reales vienen perdiendo 5 puntos frente a la inflación desde diciembre de 2019. El mayor golpe lo sufrieron los asalariados no registrados, con una pérdida de 18,4 %. Este primero de mayo, día internacional de los trabajadores, el Frente de Izquierda Unidad convocará actos en todo el país para exigir a las centrales sindicales que rompan la tregua con el Gobierno y convoquen a un verdadero plan de lucha para derrotar el ajuste.

Los salarios subieron en promedio un 6 % en febrero, quedando nuevamente por detrás de la inflación, de acuerdo a los datos del Índice de Salarios que publicó este viernes el Indec.

En lo que va del gobierno del Frente de Todos, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios es del 4,8 %. Otra promesa incumplida, lejos de recomponer los 20 puntos perdidos con el macrismo, en 2022 se cumplió el quinto año de caída del poder de compra del salario.

En cada sector la inflación golpeó de manera dispar. Es sobre las espaldas del sector asalariado informal, y en segundo lugar sobre los empleados públicos, en quien más recae el peso del ajuste para cumplir con las exigencias del FMI y de la suba de precios.

Asalariados no registrados: los más golpeados

Entre diciembre de 2019 y febrero de 2023 el salario promedio de los trabajadores no registrados se incrementó 239 %, pero la inflación creció a ritmos históricamente elevados y muy por encima de los sueldos informales, acumulando una suba de precios de 353 %.

De esta forma, el derrumbe del poder de compra de los informales fue brutal: 18,4 % cayó el salario real de este sector, es decir, compran prácticamente un quinto menos de lo que podían adquirir a fines de 2019.

A esto se agrega el crecimiento de la generación de puestos en la informalidad. En el último año fue el sector que más creció, un 15 % respecto al año anterior, y ya son cerca de 5,4 millones los trabajadores no registrados.

De acuerdo al Índice de Salarios, en el último año el salario de este sector creció sólo 80,5 %, muy por detrás del ritmo de la inflación (arriba del 100 %). Ello explica que el principal derrumbe del poder adquisitivo se haya visto en 2022.

Salarios públicos en la mira

Otro sector predilecto para el ajuste salarial es el de los empleados estatales. Allí se conjuga un intento de imponer pautas paritarias hacia el resto de la economía, con la voluntad de aplicar las tijeras presupuestarias para cumplir con el ajuste fiscal que demanda el pacto con el FMI para pagar la deuda.

En este sector la pérdida de poder adquisitivo en los últimos tres años alcanza al 4,4 %. Durante la pandemia el Gobierno nacional, los provinciales y municipales lograron imponer un recorte brutal de casi 10 puntos en el 2020, que luego fue parcialmente recompuesto en la medida en que se recuperó la actividad presencial en la administración pública y la organización desde abajo.

Sin embargo, en lo que va de 2023 los salarios públicos volvieron a retroceder. En febrero se incrementaron apenas un 3,8 %, muy lejos de la inflación mensual de 6,6 %.

Sector privado registrado: sin recuperar lo perdido con Macri

Para los asalariados formales la pérdida salarial de los últimos tres años fue más moderada. Con el inicio de la pandemia tuvieron un retroceso de casi diez puntos respecto del nivel alcanzado en febrero de 2020 que luego no volvieron a recuperar, quedando actualmente en términos promedio (aunque con muchas disparidades por sector de actividad) en niveles similares a los de diciembre de 2019 (-0,1%).

El Gobierno logró contener el malestar por abajo gracias a la complicidad de las dirigencias sindicales de la CGT y las CTA. De esta forma, se aseguró cristalizar la pérdida de más de 20 puntos de poder adquisitivo que también las conducciones burocráticas dejaron pasar en dicho gobierno.

¿Cuánto perdieron los trabajadores desde el 2015?

El saldo de estos últimos ocho años es muy desfavorable para el conjunto de la clase trabajadora. Con un Gobierno y burocracias que buscan dividir y fragmentar las luchas, pero con mucha resistencia y muestras de organización y voluntad a enfrentar el ajuste por abajo, se consolidó el brutal zarpazo a los salarios durante el macrismo. Los elevados niveles de inflación en la actualidad amenazan con deteriorar esta relación de fuerzas.

En conjunto, desde diciembre de 2015 así variaron los salarios reales:

  • Total registrados: -24,3 %
  • Asalariados del sector privado registrado: – 21,6 %
  • Asalariados sector público registrado: – 28,8 %
  • No registrados (desde diciembre 2016): -37,8 %
  • Total índice de salarios (desde diciembre 2016) -22,3 %

Imponer un paro general y un plan de lucha

De acuerdo a la Junta Interna de ATE-Indec, ningún trabajador debió ganar menos de $ 273.146 de bolsillo en febrero, muy lejos de la realidad de la mayoría trabajadora.

Frente a la inflación galopante que diluye los salarios y los ingresos de los sectores populares, el gobierno encabezado por Sergio Massa como ministro de Economía, buscan anclar los salarios e intentaron imponer un techo salarial para este año de un 60 %, lo que sería un golpe enorme al bolsillo. Muchas cúpulas sindicales ya están arreglando aumentos escalonados con esa pauta, mientras de conjunto las centrales sindicales continúan con la tregua con el gobierno, dejando pasar el ajuste.

El miércoles pasado, Massa se reunió con la CGT y movimientos sociales oficialistas para intentar – una vez más- poner en pie un pacto social que congele precios (y salarios) por 90 días.

No todos los sectores pierden ante esta crisis, la banca privada, las patronales del campo, y los empresarios, son parte de la lista de beneficiados por las concesiones del gobierno del Frente de Todos.

Es necesario pelear por imponer a la CGT, las CTA y las conducciones sindicales, que rompan de inmediato la escandalosa tregua que sostienen con el Gobierno.

Nota completa en la IzquierdaDiario.