Desalambrar NOTICIAS DE MORENO

Alrededor de las tres de la tarde, una comitiva de 20 personas partió desde la sede de Desarrollo Humano local con destino a las construcciones llamadas "Casas de abrigo para mujeres victimas de violencia de género de Moreno". Los autos se abrieron paso en un día donde el clima homologaba a la vista que no termina de despejarse.

La visita de Fabiana Tuñez como presidenta del Consejo Nacional de la Mujer, junto a Daniela Reich, su colega en el Consejo Provincial, tuvo su primera parada en los dos lugares donde se levantan los“Hogares para la protección integral de mujeres en situación de violencia”, como lo describe el nada encubierto cartel que se encuentra por delante de los edificios sin terminar. En el primero está al 40 por ciento de la obra terminada, con varios pallets de cal y cemento en su entrada a los cuales se suman otros dos de ladrillos, los dos módulos sin revocar y ninguna abertura colocada (Barrio Jardines). Esta estructura tiene loza en el techo aunque falta colocar por encima las chapas.

El predio de ambos Hogares está cerrado por un alambrado perimetral, el espacio cuanta con dos módulos, por un lado las habitaciones comunicadas de a pares con baño de por medio. Son pequeñas y solo se tendrá cierta comodidad si es que los hijos no son más de dos. El modelo consta de un patio interno, con oficinas de dirección, los consultorios psicológicos, la cocina. Están construidos por trabajadores de distintas cooperativas, tienen forma de U y darían alojamiento a 30 mujeres. Circundan pinos que han visto ya decenas de años pasar y el barro en este lugar es mentor luego de las lluvias. La entrada será de aluminio vidriada, este dato junto al formato de lugar lo hacen carente de sentido “hogareño”, lo asemejan en realidad a una cautividad.

El segundo esta construido en menor medida, en un 25 por ciento. En un terreno casi inundado para entrar a recorrer el lugar hay que pasar por encima del cerco de alambre, solo se encuentra el piso y las paredes a mitad de alto. “El objetivo es que se construya, es necesario”, “el proyecto es bueno”, “depende siempre de los fondos”, son frases que se escuchan entre medio de la humedad y el concreto.

De vuelta a Desarrollo Humano hubo una reunión con Inés Iglesias, entre otros representantes locales en donde se abordaron distintos temas, la capacitación de personal para formar equipos que respondan en lo necesario, el fortalecimiento del programa “Ellas hacen”, la coordinación con línea telefónica 144. En palabras de Gladis Villalba ex integrante de la ONG Razonar y ahora integrante del Concejo Provincial de la Mujer “se comprometieron a seguir trabajando y articulando en pos de que las mujeres tengan una respuesta inmediata ante algún hecho de violencia". En conclusión, dijo la funcionaria provincial, "hoy podemos celebrar que el municipio, la Provincia y la Nación se han juntado para trabajar por las mujeres de Moreno". Se firmó un acta de cooperación y un informe sobre el estado en que se encontraron las obras”.

Más tarde en la Casa de la Mujer, integrantes de diferentes organizaciones de Moreno como Mumalá, Juntas y a la Izquierda, distintas talleristas, abogadas, trabajadoras sociales, militantes, feministas del distrito, tuvieron la oportunidad de charlar junto a Daniela Reich y a Fabiana Tuñez sobre diversos puntos. Se confirmó la firma por el desembolso para la segunda parte de la construcción de los refugios y la primera en equipamiento. Se explicó cómo en el hogar de Paso del Rey, que depende de Provincia, está “usurpado” y que se está tratando de resolver esa situación. Se habló de modificar la capacitación a policías, jueces y docentes para que tomen la perspectiva de género; la modificación del proyecto de comisarías para no solamente en las de “la mujer” se pueden tomar denuncias relacionadas a la violencia. Hubo espacio para comentar cuáles serán las respuestas que habrá para los familiares de la victimas de femicidio, al seguimiento de los casos. Este diálogo abierto que se intentó desde adentro de lo institucional, este “trabajar sin prejuicio con las ONG”, esta historia que cargan como militantes, tal vez haga más responsable en su accionar al Estado, y en definitiva a una respuesta más genuina y humana para dar.

Luego de la reunión, Fabiana Tuñez dijo a la prensa local: "Desde el Consejo Nacional de la Mujer vinimos a ver los dos hogares refugio que están en construcción. Este es un proyecto articulado entre Nación y municipio, las obras están en un 40 por ciento construidas. Ahora Nación va a girar los fondos que faltan para que se puedan terminar la construcción para estos dos hogares refugios totalmente necesarios en Moreno".

En campaña electoral se hablaba de que estaban prontos a inaugurar, ¿esto es así?

Realmente no, uno está en un 40 por ciento construido y el otro en un 30, pero miremos para adelante, la idea nuestra de venir hoy es para agilizar todo lo máximo posible, para intercambiar opiniones con las autoridades del municipio y ver de qué manera podemos profundizar la articulación que nos permita llegar al puerto que todos y todas queremos, que haya hogares refugio para las mujeres y sus hijos en Moreno.

Recién hubo una reunión con organizaciones sociales...

Sí, hubo una reunión con unas cuantas organizaciones sociales de Moreno, yo vengo de la sociedad civil y ahora estoy al frente del Consejo y para mí es indispensable. Cada vez que voy a territorio necesito encontrarme con mis pares.

Siempre las organizaciones que están en territorio marcan la temperatura real de los conflictos in situ...

Sin ninguna duda, las ONG muchas veces cubren el rol que tiene que ocupar el Estado y por eso son las que realmente saben lo que está pasando. Es muy importante que desde el Estado articulemos juntos y juntas y nos escuchemos.

Hay una nueva perspectiva en el programa “Ellas hacen”.

El “Ellas hacen” continúa y se amplía, es un programa para mujeres víctimas de violencia, se amplía en cuanto a las posibilidades de capacitación que van a tener las mujeres también teniendo en cuenta las realidades locales para que la mujer pueda a través de esto rearmar un proyecto que tenga que ver con un fortalecimiento y autonomía económica.

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Daniela Reich, presidenta del Consejo de la Mujer a nivel provincial dejaba una idea sobre la experiencia y el encuentro reciente: "Nos encontramos con un espacio abierto, un colectivo de mujeres del Conurbano ávidas por estar en la agenda y acompañando la gestión. Desde el movimiento es muy gratificante encontrar mujeres comprometidas".

Desde esta perspectiva de género, uno de los ejes más complicados para trabajar es la relación con Policía Bonaerense. Hubo una chica que sufrió violencia de género, la intentaron prender fuego y la comisaría de la mujer no tenia móvil para trasladarla a Berazategui y entonces la jefa de la comisaría la acompañó viajando en colectivo.

Estaba al tanto de la situación, ayer nos reunimos con el equipo de la Provincia y el municipio y nos comentamos esta situación. Entendemos que fue el único recurso con el que pudo trabajar la comisaría. Para destacar totalmente, eso es trabajar con compromiso en la problemática y entender que delante nuestro no tenemos un expediente sino una mujer que nos está pidiendo ayuda. Claramente es uno de los ejes que tenemos que trabajar con las áreas de seguridad, es muy importante la formación de la policía tanto la Local como la provincial y nuestro interés es la capacitación y el compromiso local.

¿Este es un cambio de paradigma?

Totalmente, la idea es que empecemos a tener una concepción abierta de lo que son los derechos humanos y la violencia de género como un derecho humano primario.

¿Puede que exista una superposición de leyes en la Provincia?

Si, hoy nos encontramos con una ley que habla de “Violencia Familiar” que es la 12.569 de la provincia de Buenos Aires, este es un trabajo que venimos pensando desde que asumimos la gestión en conjunto con el Consejo Nacional de las Mujeres para lograr que en la Provincia se trabaje con la ley nacional que es la 26.485, una ley de avanzada y pionera.

El humor de la sociedad está cambiando y está visualizándose más este tema, ¿cuánto nos falta como sociedad para madurar e incorporar la violencia de género como una epidemia.

Más que epidemia yo lo llamo pandemia, la epidemia es una enfermedad y la violencia es un tema que nos atraviesa a todas en nuestra sociedad. Creo que hay un aire nuevo, creo que logramos muchísimo en los últimos años, de cambiar las concepciones, de hablar de femicidios y no de crímenes pasionales, de lograr una concientización profunda en la sociedad. Nos queda mucho trabajo por delante y ese es uno de los desafíos.

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