LUEGO DE LA BRUTAL CACERÍA EN BARRIO SANTA BRÍGIDA

Un preso político

Domingo, 1ro de noviembre de 2015

Los que miran a distancia expresan con fluidez la xenofobia y esa ignorancia que protege sus vidas pequeñas. Es real que un grupo de hombres y mujeres se organizaron para limpiar el predio donde se queman los coches, donde la policía realiza su punto de encuentro con aquellos que administran el crimen. Es Moctezuma y Pirovano, Santa Brígida, ese lugar donde hace una semana atrás fueron violadas dos mujeres y desfigurado un hombre que intentó repeler el ataque más siniestro. Es la zona donde hay argentinos, paraguayos y colombianos, familias enteras que no saben qué pasará mañana con sus vidas. Es esa zona donde el Estado está presente con la estructura policial que no deja de recaudar y, llegado el momento exacto, propicia un respeto por la ley y captura a los "indeseables que limpiaron el terreno donde se perpetran todos los delitos". Tal vez no se comprenda el contexto pero es necesario escribirlo: limpieza del terreno es el desafío al crimen organizado. Aquí ya no se trata de punteros y redes clientelares sino del territorio poseído y dominado por grupos que prescinden de la política y del Estado. Son los vecinos golpeados por la policía los que asegurar "ver todas las semanas a los patrulleros que paran en la zona para buscar lo que les pertenece".

La administración del poder represivo tiene raíces. Ayer fue una cacería de hombres y mujeres que intentaban realizar una asamblea. La policía usó todo el poder logístico para echar a los ocupantes del predio. Detuvo a 24 personas, incluida una mujer embarazada, y abrió las celdas de la Comisaría Moreno 2ª de Trujui. La policía ejerció su poder por goteo, liberando a los presos de a uno salvo a Marcelo Costas, militante del Partido Obrero que llegó el sábado 31 de octubre a participar de una asamblea organizativa. La policía y la fiscalía del Dr. Buscaglia, deben "indagar" el papel de Marcelo Costas que permanece privado de su libertad sin tener o haber tenido influencia en lo que se conoce como la limpieza del campo de Santa Brígida. Hoy a las 10 de la mañana, Costas será trasladado a la fiscalía (Moreno Centro), donde prestaría declaración.

EN LIBERTAD

Alrededor de las 23 horas del sábado salió de la dependencia policial el último hombre que firmó un documento que no se conoce. La intervención de la dirigente Gladis Villalba de la ONG RAZONAR permitió la liberación de dos mujeres, una de ellas embarazada de cinco meses. Ana pudo explicar brevemente a Desalambrar lo que vivió en la tarde de ayer: "Me agarraron, me golpearon la mano. Estaba en la casa de mi prima y de ahí me llevaron".

¿Te golpearon en la Comisaría?

No.

¿Cómo te sentís?

Mal, es la primera vez que me agarran así.

¿Estabas en una vivienda?

Vinimos a visitar a mi prima, entraron a la casa de ella y nos llevaron.

Cuando te llevaron ¿qué te dijeron?

Decían que nosotros estábamos en unos terrenos.

¿Cómo te llevaron?

Me agarraron del brazo y hasta ahora me duele mucho.

AUDIO 1 ANA DELIA

1-_ANA_DELIA

Vilma también logró salir de la celda. Luego de abrazarse a sus compañeras y familiares, esbozó entre lágrimas el dolor de la injusticia: "Fueron atropellar a mi casa y entraron".

¿Estabas participando de la asamblea?

No. Pero entraron a mi casa, mi prima no tiene nada que ver y me trajeron con ella acá.

¿Cómo te llevaron?

Mal. Tengo toda la marca. Mi nena lloraba re mal y no me soltaron.

¿Te llevaron en un patrullero?

Si, con un muchacho me llevaron.

¿Dónde estuviste dentro de la Comisaria?

En una pieza con la otra chica. Ahí solo había mujeres.

¿Escuchaste algún insulto o agravio?

Cuando estuve ahí le pegaron a un señor en la cabeza y en la espalda.

¿Cómo estás ahora?

Preocupada por mi hija porque se quedó llorando.