Desalambrar NOTICIAS DE MORENO

En una sesión increíble, los consejeros escolares del Frente para la Victoria más uno del Frente Renovador y otro de CAMBIEMOS, rechazaron el proyecto de solicitud de auditoria que pretendía saber qué ocurrió en el período 2013 -2015 y que demandaba para ese fin la urgente intervención de la Dirección General de Cultura y Educación y del Honorable Tribunal de Cuentas provincial. Cuando de aprobó el rechazo por 7 votos a tres, el consejero escolar Sergio Pazos solicitó a la presidencia que la votación fuera nominal y, sin que nadie del oficialismo objetara esa moción (ya se había votado), una nerviosísima Mónica Berzoni aceptó desde su presidencia acceder a una nueva votación y ahí el consejero de CAMBIEMOS Walter Nieto cambió su voto aprobando la auditoría. Cuando se confeccione el acta deberá constar que hubo dos votaciones por el mismo proyecto y rechazaron auditar los últimos dos años de gestión del Consejo Escolar los siguientes consejeros:

Del Frente para la Victoria: Mónica Berzoni, Itatí Salomón, Camilo Zarza, Jorge Almada, Cecilia Parentti.

Del Frente Renovador: Jorge Galian (corriente del massismo de Damián Contreras).

De CAMBIEMOS: Walter Nieto (NdR: luego en la votación nominal Nieto reconsidera su voto).

Sergio Pazos, Daniel Chávez y Juan Alagastino, todos del Frente Renovador, impulsaron la auditoria para saber el estado de las cuentas, fondos, proveedores, pagos, cuentas utilizadas, deuda heredada, listado de auxiliares, designación de personal y confección del listado de Auxiliares 2016.

También se rechazó por amplia mayoría, incluido el macrismo, el proyecto de los consejeros Chávez y Pazos, sobre un nuevo esquema de control donde participa el equipo directivo y cooperadoras en todo el sistema de pago a proveedores mediante la colocación del monto total en pesos correspondiente a pagar en los remitos y o planillas que las escuelas firman y certifican.

OTRAS DISPOSICIONES

En la sesión de ayer por la mañana, quedó modificado el proyecto votado el 9 de diciembre que estableció una sesión por mes. A partir de febrero de 2016 serán dos las sesiones. La consejera escolar Itatí Salomón del Frente para la Victoria, consideró la urgencia de rever la utilización de los espacios que tiene el edificio del Consejo Escolar para que en forma "urgente", el consejero escolar Daniel Chávez puede tener una oficina donde atender.

Sergio Pazos, representante de la minoría que quedó sin funciones específicas en el Consejo Escolar, propuso en la mañana de ayer "rechazar que el período de las Escuelas de Verano sólo llegue hasta el 5 de febrero, informando a la Provincia de Buenos Aires que el distrito de Moreno demanda que ese servicio se extienda hasta una semana antes del comienzo del ciclo lectivo". La moción de Pazos fue aprobada por unanimidad.

ANÁLISIS POLÍTICO

La primera sesión del nuevo Consejo Escolar demostró la persistencia de dos formatos, bien diferenciados, claramente opuestos. Debió revelarse el desconocimiento de las normas, reglamentos y las formas que, notablemente, Mónica Berzoni como flamante presidenta del Consejo Escolar no pudo o no supo controlar adecuadamente. En ese déficit elocuente, tanto Sergio Pazos como Daniel Chávez y en menor medida el consejero Juan Alagastino, los tres que no forman parte del acuerdo de consenso y diálogo, los tres que no tienen áreas a cargo, se encargaron de marcar el territorio hablando de política, argumentando sus posiciones, reiterando las intervenciones sin cambiar el tema en debate, denunciando el autoritarismo y el desconocimiento de los procesos administrativos. Esa acción "planificada" y legítimamente política, provocó rápidamente que la presidenta del cuerpo, Mónica Berzoni, intentara quitarles la palabra apelando que "el oficialismo es mayoría", acusando al consejero Pazos de actuar y de querer fracturar el normal funcionamiento. La desmesura de Berzoni, tanto el intervención oral como actitudes corporales, aumentó la sobreactuación de Pazos y Chávez que reiteraban que el uso de la palabra forma parte del debate. Incluso fue el consejero Camilo Zarza el que reconoció que muchos de los planteos de sus colegas del Frente Renovador eran justos, pero cuestionó a Pazos y Chávez de no colaborar con la nueva presidente que tiene inexperiencia para conducir al cuerpo colegiado".

Esa intervención de Zarza supone, en términos de análisis, dos ejes a modo de pregunta:

1- ¿Por qué deberían ayudar a la nueva gestión los consejeros escolares que no fueron considerados al momento de construir los consensos, los que no reciben información, los que no tienen oficina?

2- ¿Por qué los consejeros escolares que están en el Frente para la Victoria no ayudaron mucho más a Mónica Berzoni a encontrar una moción de orden que frenara a Pazos y a Chávez, o a sostener la votación de la auditoria indicándole que no era necesario aceptar la votación nominal del mismo tema que ya tenía un claro rechazo?

La primera media hora de una sesión que estuvo al borde de lo bizarro, dejó con claridad la acción de un massismo recargado en la intención de pelear por la transparencia y contra la corrupción, y un kirchnerismo camporista situado casi exclusivamente en la figura de Mónica Berzoni que intentó, sin mayores resultados, imponer el peso real de la mayoría que decide sin explicitar los modos, métodos y formas.

En perspectiva, el Frente para la Victoria y sus acuerdos con una parte del Frente Renovador y CAMBIEMOS, está decidido a trabajar en la idea de un Consejo Escolar que puede autocontrolarse sin necesidad alguna de intervención externa. La mayoría está garantizada para este fin.

Sólo tres consejeros escolares tienen otra meta: llevar a La Plata, al gobierno de CAMBIEMOS que conduce María Eugenia Vidal, cada proyecto que esté en sintonía con el cambio. Al fin de cuentas, el Consejo Escolar depende de la Dirección General de Cultura y Educación.