Desalambrar NOTICIAS DE MORENO

Eduardo Balán no duda en dibujar una mueca de satisfacción en su rostro cuando responde "logramos permanecer, continuar, sostener la pertenencia a un trabajo comunitario" en el mismísimo Cuartel V con la Posta y el Culebrón Timbal. El año pasado sintió la profunda necesidad de expresar que "decir que en la Argentina sólo había un 5 por ciento de pobreza era el goce de la dominación". Con los empresarios en el poder, la derecha no tiene maquillaje. Balán retoma en diálogo con Desalambrar el tema de la pobreza, la desigualdad y las estructuras partidarias: "Hay un dato me parece bien fuerte, bien claro, que es que en la dictadura militar, al principio de la dictadura la Argentina tenía el 2 por ciento de la población bajo la línea de la pobreza y cuando termina la dictadura ese porcentaje había llegado al 25 por ciento. En democracia todos estos gobiernos democráticos que tuvimos no alteraron ese porcentaje, la pobreza nunca se pudo cambiar y en ese sentido a mí me parece que es lo que estamos viviendo es la Argentina de la desigualdad. Lamentablemente en estos años de democracia exclusivamente representativa, exclusivamente ligada a los partidos políticos y exclusivamente ligada a dos o tres grandes estructuras partidarias, es una Argentina que se va acostumbrando a convivir con la desigualdad y con pobreza siempre en márgenes escandalosos, porque con los recursos que tiene la Argentina no hay ninguna razón objetiva para que el ciudadano argentino no viva como en Canadá, no viva como en Australia, no hay ninguna razón para eso, no es un país de África, con el nivel de producción de riquezas que hay en la Argentina. El tema de la desigualdad es muy importante y las grandes estructuras de poder en la Argentina partidarias y empresarias son socias en un proyecto que necesita la desigualdad y la pobreza. Eso en Cuartel V se nota cada vez más, tenés un crecimiento de la población pero en realidad la estructura de pobreza, la estructura de la desigualdad, es cada vez más complicada y se le van agregando con el paso de los años más complejidades: el tema del narcotráfico, el tema de las generaciones que ya van perdiendo la cultura del trabajo y con eso la posibilidad de organizarse con autonomía, la cuestión de la capacitación".

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¿Considerás que el problema más importante que deja los últimos años fue el ejercicio de invisiilizar la pobreza al hablar de los grandes éxitos de la inclusión?

A mí no me preocupa que ahora se esté revelando el tema...

No estoy preguntando eso de que ahora hablen algunos sectores, digo ¿cómo aprender que estamos invisibilizando la pobreza?

Ese el debate entre las organizaciones populares, sindicales y sociales. Hoy en el gobierno nacional hay una referencia clara de los grupos económicos de poder de la Argentina, ya no tienen intermediarios y ya efectivamente conducen el Estado nacional y provincial, ya tienen sus CEO’s, sus gerentes, entonces para el movimiento popular es un de más claridad. Lo que pasa es que sigue sin estar claro en el movimiento popular cuál es la unidad que hay que construir, cuál es el proyecto integrador desde el movimiento popular para enfrentar ese proyecto político, ese es un debate que hoy está muy…

¿Está en debate eso?

Sí está en debate, porque los amagues de unidad que están habiendo hay que ver que profundidad tienen, porque no solamente se trata de juntar pedazos de estructuras...

Pero así nos fue cuando se juntaron los pedazos

Claro, por eso, debatir un poquito más que fue lo que pasó en los últimos años, porque ahí hubo una derrota electoral, pero antes de esa derrota electoral hubo una derrota política cultural durante el kirchnerismo, del movimiento popular, al aceptar y reflejar en un tema, si lo que fue la experiencia del kirchnerismo termina por poner a Daniel Scioli candidato al presidente quiere decir que el proyecto de la desigualdad ya había ganado. ¿Qué paso con el movimiento popular? ¿Qué proceso se dio que de repente tuvimos que elegir entre Scioli y Macri?

AUDIO 2 BALAN

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La pobreza en su amplitud y profundidad ¿puede resolverse en este sistema de producción?

Sin una democracia participativa no se puede resolver el tema de la pobreza, sin economía social no se puede resolver, sin la cultura comunitaria no se puede resolver. ¿Cómo convertimos ese ideario en un debate que se pueda dar en todo el país, con todas las organizaciones populares, con las militancias partidarias? En ese sentido es cierto que estamos un poco angustiados pero sentimos que viene una etapa política que puede ser muy productiva si logramos dar bien ese debate, entonces yo creo que los próximos cuatro, cinco o siete años se puede hacer una experiencia política que ya no delegue en las estructuras que son socias de la desigualdad lo que necesita la Argentina. Nuestro país necesita cuestionar qué es la desigualdad y eso no se hace sin democracia participativa. El peronismo del ’45 al ’55 discutió la desigualdad porque hizo una constituyente nueva, porque hizo una nueva constitución y porque generó un movimiento popular que se basó en el reconocimiento de la organización popular. Perón, Secretario de Trabajo, lo primero que hizo fue dotar de legalidad al movimiento popular, todo lo contrario a lo que hizo el kirchnerismo que, por ejemplo, no le reconoció la personería gremial a la mayor cantidad de organizaciones sindicales que hay en la Argentina. Si se puede abrir un proceso distinto de discusión de la democracia, de la economía, yo creo que estamos en una etapa muy linda.

¿Crees que hay madurez para que lo mismos actores que tenían la idea de que no había que discutir la desigualdad sino ver el lado positivo pueden aprender y podemos todos aprender y mirarnos francamente y decir “esto nunca más”?

Yo pienso que sí. Hubo un proceso de confusión muy grande que no solo es acá, que afecta un montón de militancia. Nuestra militancia muchas veces esta más preocupada por cómo acceder al poder del Estado que por ver qué procesos tiene que dar en la cultura popular para cambiar la sociedad. Creo que de eso estamos aprendiendo todos, nosotros también, todos somos un poco que nos gustan los aparatos. Me parece que se dio una experiencia que nos demuestra que no solamente es con el aparato sino que es también con otro tipo de proceso político. De ahí creo que necesitamos aprender de todos lados.

AUDIO 3 BALAN

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