Desalambrar NOTICIAS DE MORENO

Por Fernando Ochoa. — El viernes 26 de diciembre en el Centro Cultural Catonas se realizó la proyección del documental “Lucas Guzmán, a 10 años de Cromagnon”. La autora del cortometraje, Débora Vera, sobreviviente del incendio del boliche de Once y familiares del joven de 17 años, estuvieron presentes en la actividad, respondiendo las inquietudes de los presentes y generando un ámbito de debate respecto a la Masacre ocurrida el 30 de diciembre de 2004.

Débora sobrevivió al incendio del boliche de Once hace diez años. Con el paso del tiempo decidió estudiar periodismo para generar espacios de comunicación para los familiares de las víctimas de la masacre. A través del documental decidió expresar su bronca e indignación. El material audiovisual consiste en más de 20 minutos de entrevistas, relatos e imágenes alrededor de la vida de Lucas, un joven de 17 años de González Catán, víctima del incendio de Cromagnon.
En diálogo con Desalambrar, Débora Vera señaló el significado de exhibir el cortometraje en el Centro Cultural Catonas: ”Es muy importante presentar la película en un lugar que tiene que ver un poco con el perfil que tengo, porque es un espacio que esparce cultura de manera gratuita, que fue tomado por los jóvenes del barrio y es gestionado por ellos mismos, por eso es muy importante presentarla acá. El carácter del documental tiene el objetivo de mostrar una perspectiva de clase, la de un padre que no cualquier padre, porque es un trabajador que luchó por justicia por Cromagnon desde hace diez años y viene denunciando los cromagnones que siguen sucediendo y que antes de eso él también era consciente del lugar donde vivía y de la clase social a la que pertenece. Es por eso que el documental se llama de esa manera, no es que uno quiere ser personalista pero a través de esa historia se representan a muchos Lucas Guzmán que estuvieron esa noche “.

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José Guzmán, padre de Lucas, no pudo evitar emocionarse en la charla que se generó con los jóvenes que fueron a ver el documental. Escuchaba atentamente las intervenciones y contaba la lucha que emprendió desde hace diez años, donde puntualizó que “nunca va a bajar los brazos, que hay que tomar conciencia de que esos pibes la mayoría eran hijos de trabajadores y que por ese motivo la clase obrera tiene que gritar para denunciar las injusticias”.

Luego, José habló con Desalambrar y remarcó lo importante de difundir el documental en los barrios del Conurbano Bonaerense: “Hoy conocí a los jóvenes de Catonas y me llenó de satisfacción, porque me encontré con unos pibes valientes, muy heroicos, cargados de energía y eso refleja que los jóvenes no están de brazos cruzados sino que quieren seguir trabajando, creciendo y que este centro cultural esté abierto para mí como para cualquier otra persona para poder contar su lucha a la comunidad”.

En estos diez años de lucha por justicia por las victimas de Cromagnon ¿cuál fue el aprendizaje o hecho que lo marcó personalmente?

Hay muchas cosas que aprendí, por ejemplo hay muchas por las que fui reprimido. Cuando los familiares exigíamos justicia las autoridades de los tribunales miraban para otro lado o directamente nos cerraban las puertas para no atendernos y eso es una represión de la justicia. El accionar del gobierno de los Kirchner es monstruoso e inhumano. Desde el primer momento de la masacre dije que era una lucha muy larga y no me equivoqué, porque no confiaba ni en el gobierno y menos en los jueces corruptos. Mi lucha no nació en Cromagnon, sino que venía desde mis 16 años cuando se dio el golpe militar de 1976, salí a la calle para defender a mis compañeros en Santiago del Estero que estaban siendo reprimidos por los militares, caminé 50 kilómetros, viajé con gomeras y piedras en mi mochila para poder responder a la represión que sufrían los compañeros y eso me llenó de energía para no quedarme de brazos cruzados. Desde entonces nunca más paré de luchar.

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¿Cree que aún estamos viviendo en una República Cromagnon?

Exactamente, porque después de diez años acá no ha cambiado absolutamente nada. Los cromagnones están instalados a lo largo y ancho del país y es muy lamentable decirlo, pero creo que se va a volver a repetir otras tragedias, no sé si serán en boliches pero si en lugares donde concentra mucha gente, seguro que va a volver a pasar. Lamentablemente, lo voy a lamentar mucho por lo que va a suceder porque las autoridades actuales siguen manteniendo la cara y la mirada para otro lado, tienen los oídos tapados y eso se nota con las últimas inundaciones que nos hace ver que seguimos con los cromagnones. Nos pasó con la masacre del tren de Once y la muerte de dos chicas en un boliche y eso es parte de los cromagnones. Nadie hace nada por los obreros que trabajan en construcciones y sufren accidentes por las condiciones laborales y eso muestra que no hay los controles que corresponden, por eso seguimos en esa república. Desde el seno del gobierno nos dicen que ya se hizo justicia por Cromagnon y la verdad es que nosotros lo que decimos es que Cromagnon no tiene fin. Ellos por más que insistan con hacer un maquillaje, no los aceptamos. Los padres combativos y luchadores no aceptamos ese nivel que nos disparan: “quédese tranquilo, que ya está todo resuelto”, y la verdad es que jamás vamos a poder quedarnos tranquilos porque no encontramos justicia, porque los jueces no han actuado como esperábamos, la corrupción abarcó para todos lados. El magistrado abrazó la línea del kichnerismo que es claramente la impunidad.

Al finalizar la entrevista, José apuntaló una reflexión: “Los jóvenes son el futuro de nuestro país y yo golpearé puertas y los chicos las tendrán que ejecutar para encontrar el cambio. Aunque yo sea un anciano voy a seguir reclamando y pidiendo justicia”.

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