En su militancia y carrera política Lucas Franco posee una mirada inequívoca sobre el modelo de transporte público de pasajeros. Una única empresa en los pisos locales, el caso de La Perlita, es sinónimo de monopolio. No era concejal cuando el HCD votó por unanimidad el contrato y pliego vigente que fijó no solo un canon de 200 toneladas de material bituminoso por mes, asfalto que debe entregar la empresa al Municipio de Moreno para reparar las calles. Debe consignarse que el instrumento de control fue elaborado por el cuerpo legislativo, cesión política que realizó el Departamento Ejecutivo de Walter Festa. El pliego ofreció, desde el año 2016, cláusulas de revisión y, fundamentalmente, opciones reales de ejecución. Siete años después están activadas. Hay una en especial de enorme importancia: exigir a La Perlita la entrega de los libros contables que permiten a la Comisión Fiscalizadora corroborar el cuadro de ingresos y egresos. Este nudo está en proceso de ser desatado. Trascendente para dilucidar si «es imposible para la empresa hacer frente a una ordenanza modificada que desde el año pasado impuso una modificación en la entrega de asfalto: de 200 a 1500 toneladas por mes.
En el registro y trabajo que elaboró la Secretaría de Obras y Servicios Públicos se aprecia que en cuatro meses de 2022 la firma entregó material bituminoso que, por la cantidad, daría la interpretación de haber aceptado la ordenanza, según la evaluación del concejal Lucas Franco:
Pero el 4 de mayo La Perlita responde por nota al Municipio que «rechaza la imposición de las 1500 toneladas mensuales, con dos argumentos, uno legal y otro económico – financiero».
La respuesta de la Comisión Fiscalizadora es de avance. Lucas Franco, concejal del Frente de Todos desarrolla los argumentos por los que intima a la firma monopólica a entregar los libros contables desde el año 2016 hasta la actualidad:
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