Cabandié y su plan de desmanejo de los incendios forestales

Comarca Andina, Kurra Mapu. Precarización laboral, desidia, maltrato y recursos que no aparecen, es el combo con el que el gobierno nacional y los gobiernos provinciales responden a las emergencias ígneas que asolan lo poco que queda de monte y bosque nativos. Las respuestas comunitarias y autogestivas ganan terreno.   Por corresponsal popular para ANRed.

“Supuestamente somos contratados, pero todavía ni vimos el contrato” “no podemos hacer nuestros reclamos de forma muy abierta porque nos quedaríamos en la calle” son algunas de las cosas que las brigadas de vecinos autoconvocadxs (BA) escuchan en pleno cerro en llamas de los trabajadores de servicios oficiales de combate al fuego (SNMF, SPMF, Brigadistas de Parques Nacionales, SPLIF).  Los reclamos van desde el pase a planta permanente, la jubilación anticipada por trabajo riesgoso e insalubre, las deficiencias en la cobertura médica, hasta déficit en los implementos de seguridad personal, relevos inexistentes y viandas muy insuficientes.  En el incendio de Lago Puelo, los brigadistas del sistema federal (llegados de Catamarca) fueron alojados en el gimnasio municipal, donde duermen en el suelo y no disponen de agua para bañarse, deben turnarse para prepararse sus desayunos y no tienen cómo guardar de forma segura sus pertenencias personales.

“Cabandié estuvo acá y no fue capaz de dar la cara, no vino ni a saludar ni a escuchar nuestros problemas, prefirió ir a hacer fotos disfrazado de combatiente” se escuchó de un brigadista estatal que pidió no ser identificado.  El ministro efectivamente estuvo reunido con los intendentes de la región y amagó con una conferencia de prensa cancelada al último minuto.  Pareciera que al ministro de ambiente de un gobierno claramente pro minero no le resulta sencillo transitar por las tierras del ChubutAGUAzo, ni por el pueblo que literalmente corrió al presidente Alberto Fernández en marzo de este año.

Mientras, el intendente de El Hoyo, Pol Huisman, promete viandas a las brigadas vecinales a cambio de obediencia y subordinación, al tiempo que declara no querer tratar con hippies anarquistas que se informan por Radio FM ALAS, una radio comunitaria de la zona.  Pero las Brigadas Autoconvocadas, que nacieron en El Bolsón al calor de los incendios de enero, febrero y marzo del 2021, ante la ostensible ineficacia del accionar estatal, son autónomas, autogestivas y trabajan en red con otros vecinos.  Su éxito en el combate de incendios forestales justamente se inicia con la no dependencia de las instituciones gubernamentales, pero su plena disposición a coordinar en la montaña directamente con lxs trabajadores de los servicios estatales de lucha contra incendios.  Sus objetivos son claros, apagar el incendio lo antes posible para defender al bosque y a las casas que lo habitan.  A modo de ejemplo, en el incendio del Currumahuida en Lago Puelo (que inició el 23/12), una última discusión tuvo que ver con el ancho de los cortafuegos, mientras que un servicio oficial recibió la orden de hacerlo de 50 cm-1m de ancho, las brigadas autoconvocadas forjaron cortafuegos de 5 m de ancho con limpieza incluso de las herbáceas.  Cuando las BA intentaron ensanchar el cortafuego de 1 m, no les fue permitido.  Recién cuando el cortafuego estrecho fue superado por el incendio durante la noche, se permitió a las BA ampliarlos al día siguiente.

Entretanto, la situación del incendio en la región de El Manso es desesperante, el frente de fuego que avanza hacia las poblaciones devorando bosque autóctono es de kilómetros de extensión.  Muy tardíamente el Estado destinó pocos recursos para combatir ese incendio que ahora amenaza la vida de dos poblaciones, mientras algunos asambleístas señalan que justo allí el proyecto IIRSA pretende la construcción de un paso fronterizo para unir los puertos del Atlántico y el Pacífico.  Una de las BA de la Comarca intenta llegar con ayuda en estas horas, ante los llamados cargados de angustia de quienes allí viven, clamando por medios aéreos y más apoyo terrestre.  Tanto que no descartan cortar la RN 40 pidiendo medios aéreos de apoyo a los más de 100 vecinos y vecinas que se lanzaron a hacer cortafuegos.

La situación del incendio de Aluminé en Neuquén no es muy diferente, signada por la propagación vertiginosa de las llamas debido a los monocultivos de pino, otro forma de extractivismo que altera y alienta el comportamiento de los incendios patagónicos.  Los pinos en sí mismos se constituyen como otra forma de ataque al Bosque en igual o mayor medida que los incendios, dos formas que atentan contra los ecosistemas cordilleranos potenciándose sinérgicamente (más pinos, más incendios, más pinos que brotan).

Mientras las Brigadas de vecinos autoconvocadas crecen y aumentan su capacidad operativa, crecen también los cuestionamientos a la distribución presupuestaria estatal, que destina fondos para la represión, por ejemplo en el sitio que lleva ya tres meses a una comunidad mapuche con 100 efectivos fuertemente armados en cercanías a El Bolsón, y recorta fondos continuamente a bomberos y brigadistas hiper precarizados, quienes preservan la vida humana y del Bosque.  Seguramente, el pueblo empoderado de Chubut y la Comarca tendrá algo que decir y hacer al respecto.