El Senado sancionó la ley de gastos e ingresos. El Gobierno cierra el año con una victoria política clave y exhibe orden fiscal, previsibilidad y rumbo económico.
El Gobierno Nacional obtuvo este martes una de las conquistas políticas y económicas más relevantes de su gestión: la aprobación del Presupuesto 2026. Tras más de ocho horas de debate en el Senado, la iniciativa fue sancionada con 46 votos afirmativos en la votación en general —a solo dos de alcanzar los dos tercios, con asistencia perfecta—, frente a 25 rechazos y una abstención. De este modo, la administración de Javier Milei logra presentar ante el mercado y la comunidad internacional un plan de gastos avalado por el Congreso al inicio de la segunda mitad de su mandato.
El respaldo no se limitó a la votación en general. En la votación en particular, todos los capítulos del proyecto también fueron aprobados, incluido el capítulo segundo, que contiene el artículo 30, cuestionado por la oposición por habilitar eventuales recortes en partidas educativas. Ese apartado consiguió 42 votos positivos, una cifra holgada que despejó cualquier duda sobre la promulgación de la ley.
La ingeniería parlamentaria dejó un dato político central: además de los 21 senadores de La Libertad Avanza, el oficialismo sumó el apoyo de los diez legisladores de la Unión Cívica Radical, tres del PRO, senadores provinciales y, de manera significativa, votos del peronismo que rompieron con la orden de Cristina Kirchner. Guillermo Andrada (Catamarca), Sandra Mendoza (Tucumán) y Carolina Moisés (Jujuy) acompañaron al Gobierno. La justicialista disidente Alejandra Vigo (Córdoba) se abstuvo en todo el articulado, mientras que otros senadores lo hicieron en secciones puntuales, como Julieta Corroza (La Neuquinidad).
El Presupuesto 2026 establece las principales variables macroeconómicas del Ejecutivo: un crecimiento del PBI del 5%, una inflación anual del 10,1%, un tipo de cambio que rondaría los $1.423 en diciembre del año próximo y un superávit primario equivalente al 1,5% del PBI. El resultado financiero, en tanto, sería positivo en un 0,2%. Además, se proyecta un incremento de las exportaciones del 10,6%. El mensaje es claro: equilibrio fiscal, previsibilidad y ruptura con la lógica del déficit crónico.
FUENTE: LA DERECHA DIARIO
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