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La hora y minutos marcados por las muertes. El sonido cubre todo y los cuerpos presentes se contraen. Cuatro años han pasado de la explosión en la Escuela N° 49 que se llevó las vidas de dos trabajadores de la educación pública, Sandra Calamano y Rubén Rodríguez.

Pasadas las 8:06 minutos de esta jornada, la Intendenta de Moreno accedió al micrófono y habló de los movimientos sociales en la etapa del macrismo, de su actual función y por supuesto de su militancia: «Fue una situación que nos shockeó y sigue siendo así. Cuando pienso en Sandra y Rubén pienso en dos trabajadores que no venían a entregar la vida sino a trabajar a la escuela, que venían a educar a sus estudiantes, que venían a cuidarlos. Nunca imaginamos que iban a perder la vida en su lugar de trabajo. Decimos que es un asesinato porque veníamos reclamando, porque hicimos tres movilizaciones antes de que esto suceda. La primera fue de los movimientos sociales, y lo digo porque no funcionaban los comedores de las escuelas. Las organizaciones de los barrios nos hacíamos cargo de la alimentación de los pibes, pero no damos abasto y tampoco era justo porque de eso tenía que hacerse cargo el Estado. En la segunda movilización nos acompañó SUTEBA en ese pedido. En la tercer movilización al Consejo Escolar fuimos los movimientos sociales (Evita) SUTEBA y el resto de los sindicatos. En ese momento del gobierno de Vidal, del gobierno macrista, teníamos que pedir el derecho a la energía porque no podíamos pagar los servicios públicos. Era un momento de mucha conflictividad, había tantos frentes que atender que no llegábamos a hacerlo todo. Cuando pedíamos por el derecho a la energía, para que no le cortaran la luz a nuestros vecinos explotó la escuela. Es difícil para mí porque hoy soy intendenta pero soy militante, no puedo dejar de emocionarme, pero se está trabajando muchísimo en el mejoramiento de las escuelas. En la pandemia, horas y horas de trabajo en el Consejo Escolar, horas de poner el cuerpo y entender las ansiedades, pero a pesar de ese gran esfuerzo entendemos que todavía falta. Por supuesto que el Morenazo fuimos todos, como decían las vecinas, pero las escuelas no son lugares de disputa sino de unidad para poder resolver lo que todavía falta, así que acompaña principalmente a las familias de Sandra y Rubén porque son las que sienten más las ausencias».