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LA POBREZA, UNA FUENTE INAGOTABLE –

Es un niño, con su guardapolvo blanco, que tiene entre sus manos el diario de propaganda política de Mariel Fernández. Antes de llegar a ese producto debió atravesar por algunos paquetes de fideos, aceite, cacao, arroz, galletitas, dos o tres latas de jardinera.

Quienes manejan los destinos de Moreno recién habían pasado la mayoría de edad cuando Carlos Ruckauf, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, distribuyó en marzo de 2001 a través de los Consejos Escolares 800 mil zapatillas con su firma en la lengüeta de los calzados. Un hombre que asomaba en la renovación política, Martín Sabbatella, Intendente de Morón, dijo al respecto: «Les están colocando el sello de la pobreza a los chicos. Van a estar los pibes pobres con la firma del gobernador».

Pasaron dos décadas de aquel escándalo que derivó en un fuerte debate sobre la ética en la acción de gobierno. En Moreno, la decisión del Departamento Ejecutivo fue enviar a las empresas que contrata para distribuir las cajas de alimentos a más de 83 mil familias el pasquín de gobierno, Moreno en Marcha, con las noticias de Diciembre. Es un acto pensado, planificado, tal vez la última acción de Noelia Saavedra como Secretaria de Desarrollo Comunitario (de allí depende el SAE) cumpliendo la manda de La Capitana, porque las cajas llegan selladas a los establecimientos educativos.

En un video casero, una madre sentencia la obra: «Es una vergüenza lo que le ponen a la caja de alimentos para los chicos».

Las familias que buscan la caja carecen de recursos propios para elegir el buen o mejor vivir. Se encontraron con veinte productos (que financia Axel Kicillof) y un diario que les informa la revolución… que está en marcha.

El principio es que no hay límites… ¿todo vale?