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Hacia adelante el horizonte es brumoso, si es que pretendemos subir las expectativas. Los modelos muestran a todas luces un agotamiento y no emerge alguna épica que contagie. El panorama nacional tiene un efecto cascada que debe ser observado en su complejidad inmediata.

Salvador Femenía, Presidente de la Unión de Comerciantes, Empresarios y Profesionales de Moreno, refiere con notable claridad: «Tenemos que ser sensatos al analizar la situación y despojarla de cualquier cuestión ideológica. Es muy difícil y complejo lo que ocurre a nivel nacional, por supuesto que en Moreno se replica. Lo primero es una falta de ordenamiento, cada uno se defiende como puede. En nuestro país el 90 por ciento de comerciantes son micro pymes, de entre dos y cinco empleados (familiar), es decir que quien está enfrente de eso es un trabajador. Los salarios son muy bajos y el pequeño comerciante está ante la imposibilidad de mejorar esos ingresos porque las rentabilidades son acotadas».

En una economía de «nominalidad» Femenía afirma que «aquellos que dicen defender a los trabajadores a veces hacen acuerdos en los que dejan de lado a los más chicos y acuerdan con las grandes empresas, un ejemplo de lo que digo son los acuerdos de precios».

Hasta dónde llega la presión tributaria, me refiero a las Tasas municipales convertidas ya en impuestos

La presión nacional es más previsible, incluso hay impuestos más progresivos, hoy lo que nos preocupa es lo provincial y municipal. En lo local nos preocupa la forma en que se cobran las tasas, teniendo en cuenta que el mayor inconveniente es la carga fiscal, quien declara más tiene una carga mayor lo que da en promedio. Creo que tener Ingresos Brutos a lo que se le agrega la Tasa por Seguridad e Higiene es totalmente regresivo porque puede llegar hasta un 7 por ciento sobre el bruto. En Moreno la tasas no se ordenaron, puede haber más recaudación pero no se amplió la base tributaria.

Entrevista completa en Desalambrar Tv: