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EL GALPÓN DE VILLA ÁNGELA, TIERRA DE CONFLICTO POLÍTICO –

El Movimiento de Trabajadores Excluidos que lidera Juan Grabois, tiene presencia en el país, por supuesto que en el campo de todas las batallas creció en los últimos años. La enorme Provincia de Buenos Aires y sus profundidades es campo para sembrar esos sueños revolucionarios del hombre que tiene una relación directa con el Santo Padre.

Moreno, zona Norte. El Galpón no es la propiedad de un oligarca o aristócrata que acumula patrimonio y el uso es siempre especulativo, algo que forma parte del derecho privado. El Galpón es un centro comunitario, de educación y trabajo. El Movimiento de Trabajadores Excluidos se considera con derecho a dominar el lugar, el espacio y relanzar la historia. Ayer salió el comunicado de la Mesa Coordinadora Barrial repudiando los últimos hechos y las amenazas.

Enrique Elías pone el cuerpo y su voz. Es quien dirá NO PASARÄN, refiriéndose a esos compañeros de una organización hermana que promueve un conflicto inesperado o ¿previsible?:

¿Qué es lo que pasó con el MTE?

El MTE, había compañeros de este galpón, que de alguna manera formaban del frente “Patria Grande” y así como también decidieron estar en su momento, a partir del 2019, decidieron no pertenecer más por las prácticas y lógicas que maneja este movimiento, por lo menos acá en Moreno. En esa decisión empieza el tema de la pandemia, le hemos dicho, no era una organización que tenía base en Cuartel V, y como había mucha gente acá que estudiaba en el Fines, se fueron incorporando también a este movimiento de desocupados y podía dejar en este lugar, en el Galpón, se le cedió para que pudieran dejar las herramientas, cuadrillas, aparte siempre pensando que son del campo popular y para la clase, eso es un beneficio. Se dejó ese lugar y también decían que ellos tenían recursos del Estado, que destinaban en sus lugares, porque ellos tenían lugar en Cuartel V y acá bueno, utilizaban el lugar y algunas de esas mejoras también la pueden traer acá, revocaron paredes, terminaron un baño, así como nosotros tenemos acá educación de adultos, venía bien. En eso, las diferencias terminan siendo grandes y los compañeros se van del MTE en el 2019 y empieza el 2020 con la pandemia, donde por decreto presidencial, no podíamos abrir, decidimos que los talleres y todo lo que venía funcionando, inclusive las clases, se suspendían. Se desoyó eso, esta organización que tenía cedido el espacio para poder desarrollar su tarea, como un lugar porque no tenían por acá cerca, siguieron funcionando y desoyendo lo que veníamos diciendo, a un nivel que ya era terrible que se juntaba gente pero, no para hacer otras tareas. Entonces, era bastante jodido. Pedimos reuniones, espacio de diálogo porque entendíamos que son organizaciones del campo popular y hay que charlar estas cosas, se dio el espacio y se fue desoyendo. Instalaron un merendero que prácticamente es una fachada porque no existe, porque hay muchas organizaciones alrededor de merenderos y comedores, la gente se organiza, la gente del barrio conoce a donde puede ir, y no venía nadie, y lo estuvimos viendo durante dos o tres meses, haciendo seguimiento de eso y venían como 8 personas a preparar algo que después llevaban ellos mismos. Después empezamos a tener denuncias de las prácticas que tienen esta gente hacía el mismo movimiento.

¿Cuáles eran las denuncias?

La gente tiene miedo también de hablar personalmente y de hacerla, nos comentaba a nosotros, el tema del trato. Que si no venían en pandemia le sacaban el plan o hacerlos viajar a Cuartel V y falsificar los certificados para poder viajar y llevar a Cuartel V, con sus propias herramientas, inclusive fueron robados en Cuartel V. Un tipo de explotación y de coerción sobre la persona, llevarla obligada por temor a perder su plan.

No es clientelismo, es sometimiento, estamos hablando de sometimiento de una práctica verticalista, donde la figura de Grabois es central, es muy determinante

Y esa forma construye, y bueno, Grabois termina siendo un personaje mediático donde hay cosas que agrada porque al poder del otro lado parece que lo disgusta, entonces genera opinión, pero la diferencia adentro es que tiene una práctica verticalista clientelar y es que algo que desde el 2001 nosotros por lo menos este espacio de Moreno, lo hemos peleado. Cuando vos entrás al galpón y hay un cartel que dice “libre de patrones”, no hay patrones, somos compañeros, compañeres porque están todas las identidades en ese lugar porque decidimos que esas prácticas no las queríamos nunca más.

Llegamos a este 2021 donde me hablas de prácticas clientelares, sometimiento, disciplinamiento, y ustedes con un cartel que dice libre de patrones, pero, se quisieron quedar con esto. ¿Es práctica de Grabois?

Es una práctica de Grabois y lamentablemente viene pasando en muchos lugares.

Pero acá es un lugar de compañeros, si vamos a un campo ahí Grabois tiene atención

Acá es un barrio donde nos hemos criado, tengo 51 años acá, y mi vieja, toda la gente del barrio que se iba a acercar a una actividad cultural ayer, que trajimos los acrílicos, trajimos todo para hacer y le dijimos que no vengan a las demás personas que fueron viniendo, referentes culturales, sindicales, del movimiento, se acercaron, entonces, si nosotros estamos errados con estas prácticas que estamos haciendo hace años, ¿qué hacemos en la calle?, ¿por qué tenemos tanto apoyo de la comunidad?, ¿de las organizaciones? Lo que sí somos coherentes en todo lo que hacemos porque las decisiones son comunitarias, soy un tipo apasionado, muchas veces me van a decir, como se enoja Elías con esto, pero, me corre sangre en las venas y lo que es injusto me mueve, me mueve un montón. Creemos que es injusto esto, y que hay que desmitificar a muchos líderes, que se creen que están en el bronce, pero en realidad son mediáticos que terminan siendo lo peor, lo que ellos creen combatir y es una vergüenza, y desde acá de Moreno, siempre haciendo el ruido. Se piensa que este hombre se enfrenta a los terratenientes, a los conservadores, a la oligarquía, pero en realidad enfrentarse a la propia clase, desconocer la historia de una comunidad, de las organizaciones, que nunca tuvimos un padrinazgo de nadie, nada, somos docentes, su gran mayoría, y ejercemos la docencia.

Ayer se quemaron algunas cosas acá, ¿no lo hicieron ustedes?

No.

La pregunta final es, ¿quién le pone el cascabel al gato?

Hubo interlocutores donde nosotros quisimos charlar sobre la situación, hace meses. Y ser respetuosos también hasta inclusive de la coyuntura electoral, de todo lo que pasa para que no le demos de comer pasto a las fieras, pero esto fue tremendo y se habló con referentes regionales, que a su vez se habló con referentes nacionales y se sabía del tema y nos dijeron, vamos a un conflicto no nos interesa, y cortaron el teléfono. Desconociendo toda una historia y toda una tradición, inclusive hasta la historia de este lugar que se hizo un documental con la Universidad de Buenos Aires y de Luján, lo usa el CONICET como un ejemplo de lo que sobrevivió del 2001. Es más, lo pueden encontrar hasta en youtube, se habló con todos, ¿el cascabel al gato quién se lo pone? El referente primero principal de su organización que es Grabois, y hay otro referente más que creo que es local que pudo haber hablado con esta persona que es el Gringo Castro. Que puede hablar con él, tienen hasta una amistad, más allá de una amistad, pueden tener un amigo y se mandan una cagada y me parece que al amigo le tiene que decir te mandaste una cagada muy grande. Hay gente que vivió, vive, trascurre su vida acá y hace su historia, y no podemos cambiar la historia, porque es la historia de la gente y lo que sí quiero decir una cuestión que nosotros vamos a seguir nuestras actividades como siempre, de la manera que lo hacemos con mucha paciencia, pateando el barro, con actividades culturales, educativas, y seguir creyendo que otro mundo es posible porque vamos a seguir acá y si viene esta gente nosotros no vamos a responder con violencia, vamos a responder con el trabajo porque somos laburantes y sabemos hacer eso y también tenemos esa dignidad de ponernos firmes. Después yo no sé, la gente del barrio cuando sepa más de esta situación y vea que hay gente que recorre, porque salen ellos a recorrer el barrio para decirles que hay un merendero, que hay actividades que no son de ellos, la gente no se como va a responder porque se va enterando lo que va pasando y vieron como ayer quemaban las carteleras hechas, que están hace años, carteleras que están los talleres donde participa la comunidad, donde si mañana vienen van a ver que vienen con sus hijos para los talleres de guitarra, que vienen al taller de huerta, que viene la cooperativa de cerámica y ver que los carteles no están más porque se quemaron. Esa es la respuesta de una organización popular de Grabois, ese es el diálogo, me parece que no. Pero la historia va a decir por donde va esto, y nosotros seguimos teniendo nuestra clase, nuestro movimiento obrero de Villa Angela y el apoyo en 16 años y alguna trayectoria mucho más larga pero seguimos construyendo acá.