Falleció un docente condenado a 35 años de prisión con falsas acusaciones

El pasado 9 de mayo falleció el docente Lucas Puig a causa de una enfermedad terminal.

Lucas se encontraba cumpliendo una condena de 35 años por una causa de abuso sexual a dos niños del Jardín de Infantes San Benjamín de La Plata por la que había sido declarado inocente en 2015 y que, años después, en un segundo juicio con las mismas pruebas y testigos, pero con otros jueces fuertemente vinculados al Poder Judicial y religioso, establecieron esta condena aún mayor a la pedida por la fiscalía en ese momento.

Quien decidió volver a juzgar a Puig fue el ex camarista Martín Ordoqui. En la actualidad, este personaje ocupa las páginas policiales de los diarios por su imputación acusado de formar parte de una banda delictiva vinculada al Poder Judicial asociada a hechos ilícitos, cohecho agravado y tráfico de influencias. A su vez, entre los tres jueces del Tribunal Oral Nº1 que llevaron adelante el segundo juicio se encuentra Hernán Decastelli, docente de la Universidad Católica de La Plata (UCALP) y de la escuela de policía de la provincia Juan Vucetich referenciado con el Opus Dei. 

Este sector religioso de ultraderecha y conservador cuenta con un fuerte poder en La Plata, es dueña de la empresa constructora PI Ingeniería, dirige instituciones educativas como UCA y la UCALP, teniendo a su cargo contenidos y nombramientos docentes, e instituciones de salud como el hospital Austral. Hasta 2018, este sector de la iglesia dirigió directamente el Arzobispado de La Plata a través del cura Monseñor Aguer.

Otro de los actores en este caso fue el procurador general Conte Grand, quien también cuenta en su haber con denuncias por formar una Gestapo judicial en 2015 a favor de los intereses de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal y el Opus Dei.

Entre los defensores que asistieron en forma gratuita a las dos familias denunciantes se encuentra el abogado carancho Julio Beley, defensor de genocidas y policías de gatillo fácil. Flavio Gliemno, el otro abogado carancho defensor, es quien defiende actualmente a la llamada “Toretto” de La Plata quien recientemente arrolló a un motociclista manejando un auto a alta velocidad, en estado de ebriedad y pasando semáforos en rojo.

Este entramado judicial se completa con la fuerte manija mediática que logró este caso (como no sucede con otros) con informes especiales y horas de aire por parte de los periodistas derechistas Luis Majul y Canaletti en el prime time de TN y otros medios, absolutamente tendenciosos durante el segundo proceso, a favor de una “condena ejemplar”.

 El vaciamiento de todo el proceso judicial irregular y maniatado llevó a la intervención durante el segundo juicio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la fundación Innocent Proyect Argentina que se dedica a investigar causas armadas.

A Lucas Puig se lo acusó de haber cometido hechos aberrantes durante sus clases de música, como hacer desnudar a todos los niños y obligarlos a que se toquen entre ellos. En el segundo juicio agregaron abusos con acceso carnal a niños, amenazándolos con cuchillos en el llamado salón de usos múltiples o SUM del jardín y en otros espacios de la institución educativa a la vista de todos los docentes. Esto supondría que todos los docentes de la institución serían cómplices de los actos cometidos y formarían parte de una red de pedofilia. De todos los abusos que habría cometido Lucas, solo dos familias denunciaron al docente, una de ellas, la que tomó mayor notoriedad, es la familia De León, dueña de un estudio jurídico y de fuertes vínculos con la Justicia. Esto contrasta con el inmenso apoyo de docentes, familias, alumnos y ex alumnos de Lucas, del San Benjamín y otras instituciones educativas, que acompañaron al docente durante todos estos años sosteniendo su inocencia, con movilizaciones masivas y todo tipo de acciones callejeras y judiciales.

La defensa de Lucas Puig no cuestiona la posibilidad de que los niños hayan sido abusados. Lo que se cuestiona es que esos abusos hayan sucedido en el espacio del Jardín San Benjamín. Por eso una de las consignas que se levantó durante todo este tiempo fue: “con los niños no, con los docentes tampoco”.  

Es importante destacar que, en lo tendiente a la modalidad de trabajo en los jardines, los niños siempre deben estar al cuidado de más de un docente. Por otro lado, en la mayoría de los casos de abusos contra niños los hechos se producen dentro de su círculo íntimo. Familiares, vecinos de confianza, padres o padrastros de las víctimas son en gran medida los principales agresores.

Tribuna Docente acompañó a Lucas desde el primer día. Desde el 2009 como agrupación y una vez recuperado el Suteba La Plata en el 2014 junto a otras seccionales como Suteba Tigre también Multicolor, siempre nos hemos movilizado, poniendo el cuerpo en cada una de las instancias de movilización y realizando presentaciones reclamando justicia por Lucas Puig y para que se esclarezcan los hechos sufridos por los niños implicados y paguen los verdaderos responsables. Distinta ha sido la posición de la conducción Celeste de Suteba La Plata, que le ha quitado todo el apoyo al docente acusado falsamente, abandonando a Lucas y su reclamo de justicia en nombre de “no interferir una causa judicial”.

Lucas Puig ha sido víctima de un entramado de encubrimiento judicial, eclesiástico y mediático que lo llevó a la muerte a sus 46 años de edad. Hoy son cada vez más los docentes que deben enfrentar falsas denuncias y situaciones de violencia en soledad sin intervención del Ministerio de Educación ni de los sindicatos responsables de establecer marcos normativos y protocolos para proteger a niños y docentes frente a casos de abuso. 

Desde Tribuna Docente despedimos a Lucas con la tranquilidad y la convicción de haber estado, al frente del Suteba La Plata y en la oposición, en cada lucha contra esta terrible injusticia y con la consigna que repetimos hasta el cansancio en cada movilización junto a miles de docentes, estudiantes y familias ¡Se sabe, se siente, Lucas inocente!