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Una vez más se busca la criminalización de la infancia. Esta vez, con la edad de punibilidad a los trece años. En realidad, lo que se penaliza es a la niñez vulnerable. La incidencia del delito cometido por imputados menores de 18 años no supera el 2,6% del total. Más de 600 pediatras exigen a los legisladores que rechacen el proyecto.

https://pelotadetrapo.org.ar/los-pediatras-se-plantan-contra-la-criminalizacion-de-la-infancia

La criminalización de la infancia y la adolescencia es otro instrumento de reducción del país para el que estará dirigida la política que se estructura. Los dos extremos de la vida, que implican esfuerzo y atención por parte del estado, van siendo barridos a los arrabales de una tierra cada vez más injusta. Los pediatras, en un documento avalado por más de seiscientos profesionales, exigen a los legisladores que rechacen el proyecto de baja en la edad de punibilidad de los niños. Es decir, la iniciativa que busca la penalización de los niños más vulnerables a los trece años como panacea de la seguridad de la sociedad.


La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) “ha sido clara y contundente en expresar el rechazo a tal modificación” igual que Unicef, “ambos con documentos coherentes y sustentados en los datos científicos y estadísticos actuales”.


Quienes firman el documento, “pediatras comprometidos con la defensa de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, preocupados por el deterioro de las condiciones de vida socioeconómicas de la niñez argentina, observamos que se promueve la criminalización de los sectores infanto juveniles más vulnerables y con este proyecto se busca adecuar la legislación penal a tales efectos”.


Los médicos citan algunas definiciones fundamentales de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y de Unicef:


Dice la SAP: “Entendemos que es imposible visualizar la responsabilidad penal de un niño o adolescente obviando su realidad social, cultural y personal. Ninguna conducta socialmente valiosa puede ser aprehendida y adoptada en contextos de anomia legal y social. Ni el mejor sistema penal puede ser útil ni exitoso si sólo entendemos al delito como un fenómeno criminal, y no como lo que verdaderamente es: un fenómeno social multifactorial”.


“Los contextos condicionantes del delito no sólo están en la familia, sino principalmente en el contexto social. En adolescentes, generalmente, el acceso a las armas o el uso de estupefacientes está relacionado casi directamente con amparo de «capangas» marginales y connivencia policial”, determina la SAP.


Unicef define que “la noción de la inimputabilidad y de un régimen penal especial para adolescentes no viene de la capacidad de los chicos y las chicas de actuar como personas adultas, sino precisamente de su falta de madurez, plena conciencia y razonamiento para tomar decisiones determinantes y, por consiguiente, de total responsabilidad”.


“Bajar la edad de punibilidad no resolverá el flagelo de la violencia e inseguridad, habida cuenta de que estadísticamente los hechos delictivos más graves, a lo largo de la historia han sido cometidos en una muy baja proporción por menores de 18 años. La incidencia del delito cometido por imputados menores de 18 años corresponde al 2,6% del total”, refleja la SAP.


“No hay evidencia que demuestre que la baja de la edad de imputabilidad impacte favorablemente en una mayor seguridad en la población. A modo de ejemplo, Argentina, que tiene la edad en 16 años, registra un promedio de 5 homicidios cada 100 mil habitantes, ubicándose muy por debajo de otros países de la región, como por ejemplo de Brasil y México, que alcanzan un promedio de 23 homicidios cada 100 mil habitantes en el 2023 con una edad de imputabilidad de 12 años”. El dato es de UNICEF.


El documento comenzó a difundirse el 20 de Octubre, cuando coincidió el día de la Madre con el día del Pediatra. Un mes después del Congreso Nacional de Pediatría Social de septiembre se decidió “fortalecer el rechazo de la SAP a la baja de la edad de punibilidad en los niños, que actualmente discute el Congreso Nacional” y para que “no sólo fuera un reclamo institucional, se generó una petición donde los y las pediatras refrendan con su firma el reclamo de mantener la edad de punibilidad en 16 años”.


La agresión a la infancia a través del hambre directa y el abandono a sus familias es una realidad brutal en estos días. “Los niños cuentan con un núcleo de protección familiar encabezada por su madre y por fuera de su familia sólo sus maestras y maestros y los pediatras y el equipo de salud son los que pueden detectar situaciones de vulnerabilidad y proteger a esos niños, niñas y adolescentes”. Por ese rol fundamental del médico pediatra es que hoy se integran a las primeras filas en la defensa de los niños y en la condena de la criminalización de la infancia más frágil.


Firmante del documento y contacto: Dr. Medardo Avila Vazquez