Los datos ausentes en las redes sociales, en movimiento en grupos cerrados institucionales. El lunes se comunica que los establecimientos que tienen previstos viajes o salidas con pernocte quedan suspendidos hasta el encuentro previsto (con autoridades de Inspección y Jefaturas) hoy en la Escuela Mariano Moreno con directores y personal afectado a salidas educativas con pernocte a partir del jueves 17. En ese cruce de información jerárquica se agrega (el día lunes) una frase: por lo que sucedió con la Media 2, motivo de la reunión de este miércoles.
Afuera el interrogante está instalado con mucha potencia sin cobrar cuerpo. Puertas adentro de la prestigiosa institución hay «susurro», un trabajo de contenerse porque la salida es colectiva, haciendo foco – en primer lugar – en los adultos.
Entonces la pregunta original conduce a una decisión de las Jefaturas que amplía el interrogante, ¿cuáles son las razones o causas que se produjeron para aplicar el artículo 139 del Estatuto docente al Director, docentes y preceptores que viajaron a la Provincia de Córdoba junto a alumnos /as de 6° Año de la Escuela Media N° 2 Marina Vilte?
Es de utilidad informativa exponer esa norma o regla que no significa destitución, sanción, sino apertura pre sumarial: «Cuando a un docente se le impute la comisión de faltas o hechos que configuren presuntivamente faltas graves, la dirección docente correspondiente procederá a una investigación a efectos de resolver sobre la conveniencia o no del pedido de instrucción del sumario a la Subsecretaría de Educación. Si por la naturaleza y gravedad de los hechos fuese inconveniente la permanencia en el desempeño del cargo por parte del presunto imputado el funcionario actuante podrá relevarlo transitoriamente de sus funciones, debiendo dar cuenta de ello a la rama técnica correspondiente dentro de las cuarenta y ocho (48) horas».
Este es un eje con resultado comprobable: Marcelo Panuccio, un trabajador de la educación pública, protagonista de El Morenazo, fue separado provisoriamente del cargo de Director. La Media N° 2 tiene hoy como autoridad máxima a Andrea Copes.
El andamiaje administrativo no presenta fisuras ni grietas. Se impone el respeto lógico de «esperar la evolución del pre sumario», todo un cuerpo de sentido común que detiene razonamientos, que congela preguntas, que impone el silencio hasta tanto no haya mayores precisiones. Es probable que el eterno viaje en ómnibus (por el contexto desatado), desde Córdoba a Buenos Aires y hasta estos días, haya permitido pensar la estrategia institucional para dar espacio a la palabra, instancia de gigante complejidad, de difícil abordaje, pero que resulta imprescindible hacerla desde los adultos hacia los adolescentes y jóvenes.
Van otras preguntas que se anclan en las realidades que vivimos:
Los silencios ¿qué tipo de subjetividades producen en los cuerpos e identidades que se van construyendo?
Los silencios, ¿pueden convertir un trauma individual en un trauma colectivo?
Los silencios o escasas palabras ¿no impiden abordar las conceptualizaciones que tienen casos o hechos graves?
Si la pregunta – afirmación original fue «lo que pasó con la Media N° 2», la misma sigue en pie y estas líneas periodísticas no buscan respuestas, ni inmediatas ni urgentes.
Este artículo tampoco bucea sobre identidades, edades, nombres y apellidos de quienes puedan estar en un océano de incertidumbres y vacíos.
Tampoco hace centro en adultos responsables ni responsabiliza a los adultos.
No indaga sobre posibles cursos de acción penal, en la hipótesis del hecho «no hablado con claridad ni conceptualizado con precisión» porque como marca el sentido común, es materia de investigación.
Este artículo solo tiene un vector: la palabra no desafía, no exige nada ni interpela a nadie… solo al silencio.
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