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Por Mónica Arancibia / Izquierda Diario.- Los salarios de toda la clase trabajadora estuvieron por detrás de la inflación en 2022. Es lo que reflejó el Índice de salarios que publicó el Indec, los trabajadores informales son los que más perdieron. A días de conocerse la inflación de enero es urgente un aumento de emergencia de salarios, jubilaciones y planes sociales para recuperar lo perdido en estos años.

Los salarios de toda la clase trabajadora perdieron frente a la inflación en 2022. Así, lo muestra el Índice de salarios que publicó el Indec el pasado viernes. El 2022 fue el quinto año consecutivo de caída del poder de compra del salario.

El salario real expresa el poder adquisitivo de los ingresos laborales después de comparar su evolución en relación a la inflación. En la observación puntual de diciembre de 2022 el salario real del conjunto de las trabajadoras y trabajadores se ubicó 2,3 % por debajo del nivel del mismo mes de 2021. Cuando se analiza el promedio salarial entre enero y diciembre de 2022 versus el promedio de 2021 la caída es menor 0,8%. Esto se explica porque hasta junio los salarios levemente se ubicaron por encima de la suba de precios, pero a partir de julio se aceleró la inflación y las remuneraciones corrieron por detrás. Fue el mes en que se agudizó la crisis política tras la renuncia del exministro de Economía, Martín Guzmán.

¿Qué pasó con el salario de los trabajadores registrados y no registrados?

El Índice de salarios que publica Indec se desagrega en tres categorías: sector privado registrado; sector público; y sector privado no registrado. La situación en cada sector fue diferente, y se observa una brecha entre los sectores registrados, quienes pudieron empatar a la inflación bajo el Gobierno del Frente de Todos aunque no se recuperó lo perdido con Macri, y los trabajadores no registrados que perdieron por goleada en ambos gobiernos.

El salario real del sector privado registrado en la observación puntual de diciembre de 2022 se ubicó 0,5 % por debajo del nivel que tenía en el mismo mes de 2021. En el promedio del salario real entre enero y diciembre de 2022 versus 2021 mostró un empate con la inflación (0,0%).

Este sector de la clase trabajadora es el mejor pago y tiene cierto resguardo por las paritarias. Sin embargo, sobran los testimonios de trabajadores que realizan más horas extras, es decir se extiende su jornada laboral para poder llegar a fin de mes. Este segmento de trabajadores acumuló una caída de 19,8 % durante el Gobierno de Mauricio Macri (noviembre de 2019 en comparación con octubre de 2015). La mayor parte de este desplome ocurrió desde mediados de 2018, período de la vuelta del FMI al país.

Bajo el Gobierno del Frente de Todos el poder adquisitivo de los trabajadores registrados en diciembre de 2022 se ubicó 1,0% por encima del nivel que tenía en diciembre de 2019. Pero aún está 20,8% por debajo de octubre de 2015. Es decir, quedó muy lejos de recuperar todo lo perdido como prometió el oficialismo en campaña electoral.

Por ejemplo, aquel trabajador que en octubre de 2015 con su salario compraba un kilo de pan (1000 gramos), en diciembre de 2022 pudo comprar un poco más de tres cuartos de kilo (792 gramos).

En el sector público en el dato puntual de diciembre de 2022 se registró un leve aumento del 2,3 % en relación al mismo mes de 2021. En tanto durante el Gobierno del Frente de Todos, el poder de compra de los salarios públicos en diciembre del año pasado se ubicó en el mismo nivel de diciembre de 2019 (+0,2%).

El derrumbe acumulado implicó que en diciembre de 2022 el poder de compra se ubicara un 25,4 % debajo en relación al nivel de octubre de 2015: el empleado público que en octubre de 2015 compraba con su salario un kilo de pan, en diciembre de 2022 compró menos de tres cuartos de kilo (746 gramos).

Estos números exhiben la realidad del empleo público nacional, provincial y municipal. Pero en el caso de la administración pública nacional, el desplome es mayor: por ejemplo, en algunas categorías del convenio SINEP, la caída del poder de compra alcanza al 34 % en los últimos años.

Los trabajadores del sector privado no registrado, es el más golpeado ya que no cuentan con paritarias y la informalidad impide el más mínimo resguardo de las leyes laborales. En el dato puntual de diciembre de 2022 se registró un derrumbe de 15,1 % en el poder de compra en relación al mismo mes de 2021. Alberto Fernández afirmó en varias ocasiones que “primero, los últimos”, pero el poder adquisitivo de los informales cayó en diciembre de 2022 un 19,3% en relación al mismo mes de 2019. El desplome acumulado significó que a fin del año pasado el poder de compra de los trabajadores no registrados se ubicó un 38,5 % por debajo de octubre de 2016 (año en que comienza la serie para este sector). Para continuar el ejemplo, el trabajador informal que en octubre de 2016 compraba con su salario un kilo de pan, en diciembre de 2022 compró un poco más de medio kilo (615 gramos).

También se puede analizar desde otra óptica el deterioro de los ingresos. La Junta Interna de ATE Indec informó que en diciembre un hogar constituido por una pareja con dos hijes en edad escolar necesitó $238.680 para cubrir los gastos necesarios para el mes. Esta organización gremial aclara que su cálculo de la “canasta de consumos mínimos” no es un óptimo ni un ideal a alcanzar. Pero se acerca a lo que necesita una familia para llegar a fin de mes ya que incluye el pago del alquiler, algo que no sucede en la canasta de pobreza calculada por el organismo estadístico.

En noviembre de 2022, la remuneración promedio neta (en mano) de trabajadoras y trabajadores registrados fue de $ 169.124. Si se analiza la Encuesta Permanente de hogares, que refleja la realidad de trabajadores formales e informales, muestra que en el tercer trimestre (julio-septiembre) del año pasado, el 50 % de los hogares obtuvo ingresos totales familiares menores a $ 120.000. Si bien son datos de meses anteriores, deja al desnudo que los ingresos laborales están muy lejos de la “canasta de consumos mínimos”.

Massa y los precios recargados

Este martes el Indec dará a conocer la inflación de enero, se espera una suba de precios recargada superior al mes de diciembre. En el primer Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del año, que publica el Banco Central las consultoras calcularon una inflación mensual de 5,6 % para enero.

El ministro Sergio Massa prometió llegar a abril con un índice de inflación del 3%, una meta muy difícil de cumplir. Este miércoles el titular del Palacio de Hacienda se reunirá con la CGT para evaluar la evolución del programa Precios Justos. Los dirigentes sindicales deberían terminar con la tregua al Gobierno y ponerse a la cabeza de un plan de lucha para recuperar todo lo perdido en estos años, por un aumento de emergencia para los trabajadores formales, informales, desocupados y jubilaciones y por actualización automática frente a la inflación. Otro año de pérdida de ingresos no se aguanta.