El plan de ajuste de Milei y Caputo es un golpe tan duro para la población que demoraron el anuncio una y otra vez buscando cómo presentarlo. La devaluación del 100 % llevando el dólar a los $ 800 impactará de forma directa sobre los precios. Los grandes empresarios no están dispuestos a ceder un sólo dólar, por el contrario se adelantaron a los anuncios y realizaron fuertes aumentos en los últimos días. El gobierno peronista ya había dejado una crítica situación social y con las nuevas medidas la pobreza se multiplicará.
Con la suba del dólar oficial aumentan de forma directa los precios de productos e insumos importados, los exportadores elevan los valores de lo que venden en el país para igualar lo que ganan en el exterior y las empresas monopólicas aprovechan para hacer crecer sus beneficios. El gobierno de la Libertad Avanza está dando rienda suelta a los ganadores de siempre para multiplicar sus ingresos, habiendo incluído a la “casta” entre sus principales funcionarios, mostrando que su plan real es que el ajuste lo paguen las grandes mayorías.
Las compañías alimenticias no venían de tener pérdidas, más bien todo lo contrario. Las firmas del sector que cotizan en bolsa y poseen prácticamente el monopolio en distintas líneas de productos venían mostrando ganancias extraordinarias. En los primeros 9 meses del año Ledesma declaró utilidades por $13.500 millones, Molinos Río de la Plata por $ 20.000 millones y Arcor registró ganancias netas por más de $ 35.500 millones. Pero a estos grandes empresarios no les importa que más del 40 % de la población se encuentra sumergida en la pobreza, sólo ven a la devaluación como una oportunidad para seguir haciendo negocios.
Es imposible mejorar la situación de los trabajadores sin afectar las ganacias empresarias. Una medida elemental para enfrentar la inflación son los comités de trabajadores y usuarios para el control de precios desde los lugares de producción, pasando por todos los canales de distribución hasta la venta, y la exigencia de apertura de los registros contables de todas las empresas que afirman que tienen que ajustar sus precios, entre otras medidas.
El plan del ministro de Economía Luis Caputo incluye un fuerte ajuste fiscal que abarca despidos, baja de los subsidios y aumento de tarifas, congelamiento de la obra pública y disminución de los recursos para las provincias. Siendo uno de los principales responsables del endeudamiento del Estado bajo el macrismo, argumentó que es la única opción porque “no hay plata”, pero lo producido en el país es llevado al exterior de forma constante. El objetivo real es utilizar la motosierra contra los trabajadores, los jubilados y sus familias.
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