DEBATE, MÁS ALLÁ DEL CONGRESO –
Por Bibiana Atala (concejal de CAMBIEMOS)
Durante décadas se han discutido enfáticamente múltiples posiciones respecto a la interrupción de un embarazo no planeado, o no deseado.
Esta discusión excede los límites de la Medicina y se amplía a múltiples contextos sociales, económicos, culturales. La sociedad evoluciona constantemente, inmersa en un mundo cambiante, donde sus demandas se convierten en fortalezas que avanzan sobre la conquista de derechos según la dinámica del consciente colectivo.
Los logros, basados en expectativas desde la diversidad de pensamientos, creencias, idiosincrasias, debieren potenciar al máximo la calidad de vida del Ser Humano.
Los modelos culturales van tomando formas de la pluralidad de voces, pero aún basados en marcos legales, que distan de la realidad, la cual se transforma a pasos agigantados, pero que necesitan ser reelaborados en función de las demandas sociales.
La conquista de derechos hacia la libertad sobre la toma responsable de decisiones, así como la defensa del derecho natural a la vida, son acompañados por Políticas Educativas dinámicas que se replantean en forma constante generando herramientas de fortalezas.
Desde el año 2008 a la actualidad, el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) introduce al conocimiento de la diversidad entre los seres humanos y sistemáticamente promueve saberes y habilidades, en el proceso de enseñanza- aprendizaje, no sólo en la toma de decisiones responsables sobre reproductividad, sino que mediante la comunicación de ideas, sentimientos, emociones y sensaciones, favorece a respetar la diversidad sexual, a promover la igualdad de oportunidades, a construir relaciones más libres e igualitarias, al reconocimiento de roles y relaciones entre varones y mujeres, facilitando la elaboración de los acuerdos de convivencia institucional en el ámbito escolar. La enseñanza de contenidos con una mirada integral, contribuye a la prevención del acoso y del abuso desde edades tempranas, como así al cuidado y al respeto por su cuerpo.
El abordaje cognitivo transversal desde las Escuelas, debe considerarse en la construcción de su Proyecto Institucional, en los diferentes ejes de trabajo, según el contexto y particularidades de la comunidad educativa, tal como lo encuadra la legislación vigente. Fortalecer desde otros ejes sociales, el conocimiento de sus derechos, posibilita que la educación sexual se convierta en una herramienta para empoderar a los jóvenes.
El debate sobre las diferentes posturas ante la interrupción voluntaria del embarazo tiene diferentes aristas de análisis.
Existen situaciones de conflicto que se profundizan para quienes se encuentran en estado de vulnerabilidad por diversos motivos, poniendo en riesgo su vida ante abortos inseguros, ya que muchas jóvenes por cuestiones sociales-económicas exponen sus vidas ante decisiones de IVE. El Estado debe garantizar el acceso a la salud. Es por ello que debatir posiciones, elaborar consensos, poner en discusión la problemática e impulsar proyectos, son necesarios para legislar.
La demanda social, en la propuesta de avanzar sobre el debate de la despenalización del aborto, sea a favor o en contra, incluye miradas de interdisciplinariedad, no sólo con un enfoque de visión biologicista, sino fundado en cuestiones éticas, sociales, religiosas, culturales, educativas, de la salud, filosóficas
La profundidad del tema, nos invita a reflexionar.
Voces a favor que defienden los derechos de la Mujer, focalizando la problemática en la necesidad de una interrupción voluntaria del embarazo y donde la mujer es el eje principal.
Voces que se contraponen, dada la desigualdad de condiciones, en defensa del Ser que se está gestando, en defensa de los derechos del niño por nacer o basados en cuestiones teológicas, médicas, entre otras.
Voces en silencio, que sin posibilidades de defender sus propios derechos, con sus latidos esperan nacer
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