El Centenario de la Revolución de Mayo se celebró en todo el país, aunque los festejos se concentraron en la ciudad de Buenos Aires, considerada por esa época la París Sudamericana, con desfiles, muestras culturales, inauguraciones de edificios, escuelas y monumentos, banquetes, funciones teatrales de gala, conferencias, etc. con el marco de la vigencia del estado de sitio, que no logró empañar los actos.
Pero fue la aparición del cometa Halley, el miércoles 18, el hecho que marcó las celebraciones, temiéndose que se estrellara sobre la superficie terrestre, o que los gases emanados de su larga cola envenenaran la atmósfera.
Por su parte, en Moreno, pequeño pueblo rural, con algo más de cuatro mil habitantes, el hecho de llevar el nombre del secretario de la Primera Junta de gobierno, permitió suponer a las autoridades e integrantes de la comisión de festejos, que el municipio habría de recibir un apoyo especial para la celebración, que no se concretó.
Pese a todo, las fiestas por los primeros cien años de la Revolución de Mayo dieron comienzo a las 13,30 horas del domingo 22, con la ceremonia de colocación de la piedra fundamental para la construcción del edificio municipal, donde el intendente Emilio Francisco Gnecco pronunció un discurso. Luego, de 14 a 17 horas fiesta popular en la plaza Mariano Moreno, con carreras de sortijas, de embolsados y otros juegos, también se entregaron ropas a los niños pobres, confeccionadas por las señoritas integrantes del taller de costura de la parroquia.
A las 19,30 fue iluminada la plaza y se dispararon fuegos artificiales, una hora después dio comienzo una velada musical en el salón del Círculo de Obreros Católicos.
Al día siguiente, lunes 23, a las 14,30 horas se llevó a cabo en el teatro de la Sociedad Italiana, un concierto a cargo de los escolares del distrito y un tedeum en la iglesia, con la presencia de autoridades municipales y de niños escolares.
El martes, nuevamente se repartieron ropas a los niños pobres. Con la sensación que hasta los astros se dieron cita para los festejos, a la media noche se produjo un eclipse total de luna, que brindó un espectáculo diferente en medio de una sombra impenetrable.
El miércoles 25, fecha central de la celebración, se saludó la salida del sol con una salva de 21 bombas de estruendo, a las 12 horas los alumnos de las escuelas cantaron el himno nacional en la plaza Mariano Moreno y se sirvió un asado en la estancia de Hipólito Casco, para las autoridades municipales, funcionarios, comerciantes y otros.
Se brindó una función cinematográfica en la plaza, que fue iluminada a las 19 y como cierre se dispararon otras 21 bombas de estruendo.
El sábado 28 se inauguró el nuevo edificio de la escuela N° 5 de Cuartel Quinto y al día siguiente, los vecinos de la localidad, organizaron un asado con cuero en el marco de una fiesta con bailes y carreras de sortijas.
El siglo de la Revolución de Mayo, también fue la ocasión para inaugurar el alumbrado público con lámparas de carburo y bautizar Avenida Centenario al viejo camino a Marcos Paz, actual calle Hipólito Yrigoyen.
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