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Izquierda Diario.- Corrientes sindicales afines al kirchnerismo hicieron su acto. En el escenario estuvieron Hugo Yasky, Cachorro Godoy, Pablo Moyano, Axel Kicillof, el Cuervo Larroque y Máximo Kirchner, entre otros. “Unidad nacional por la soberanía nacional” fue la consigna, en defensa de un Gobierno que ajusta al servicio del FMI.

En el día de la lealtad peronista, divididos en tres actos, distintos sectores políticos y sindicales dentro del Frente de Todos dieron su apoyo al Gobierno que integran y perfilaron sus disputas internas de cara al armado electoral 2023.

Plaza de Mayo, convocaron la CTA de Hugo Yasky, la CTA de Hugo «Cachorro» Godoy y el Frente Sindical para el Modelo Nacional, que es el sector de la CGT conducido por el líder de Camioneros, Pablo Moyano. Entre las corrientes políticas se destacó la presencia de La Cámpora, con Andrés «Cuervo» Larroque y con Máximo Kirchner, quien cerró el acto. Además del presidente del PJ bonaerense también estuvo presente el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

Con denuncias al gobierno de Mauricio Macri y a la toma de deuda con el FMI, los oradores plantearon críticas solapadas al gobierno de Alberto Fernández, en tono de reclamo por una mejor «redistribución de la riqueza» y la disputa salarial y de ingresos.

Aún así, bajo la consigna de “unidad nacional por la soberanía nacional”, el acto contó con la presencia de distintos funcionarios del gobierno del Frente de Todos y en los hechos terminó siendo una cobertura de «apoyo crítico» al ajuste que se viene aplicando al servicio del FMI y de las grandes patronales del país.

A su vez, sirvió de antesala para lo que será la disputa electoral hacia el año que viene, buscando polarizar con el macrismo como enemigo preferido y reivindicando los años de gobiernos kirchneristas, tratando de separarse de la responsabilidad del rumbo actual.

Máximo Kirchner: «los laburantes están esperando que dejen de traicionarlos»

El diputado nacional de La Cámpora habló de las trabajadoras y trabajadores esenciales, y de aquellos que «aceptaron un descuento en el salario» como una forma de «colaborar con la patria» durante la pandemia. Y planteó que son los mismos que «están esperando, de una buena vez, que dejen de traicionarlos».

Resulta muy polémico afirmar que el pueblo trabajador «aceptó» la rebaja de sus salarios cuando, a pesar las conducciones sindicales, durante la pandemia hubo numerosas respuestas contra el ataque al salario y las suspensiones con las que las patronales castigaron a los trabajadores, mientras el Gobierno las beneficiaba con el subsidio ATP y otros medidas.

Para recordar, la lucha más contundente fue la que impulsaron los llamados «elefantes» de Neuquén, las trabajadoras y trabajadores de la salud que se movilizaron durante meses, con total apoyo de la población; aliados al pueblo mapuche y a otros sectores. Durante esta pelea, vivieron la traición permanente de la conducción de ATE Neuquén, y si lograron arrancar el aumento de salario fue tras lograr organizar la fuerza de los trabajadores desde abajo, unida al pueblo neuquino.

¿Quiénes son los traidores para Máximo Kirchner? No quiso dejarlo claro. Parece una forma de despegarse del hecho de que el Frente de Todos no cumplió con el contrato electoral, las promesas con las que asumió al Gobierno. Posición incómoda cuando el kirchnerismo es coautor de la coalición y se mantuvo y mantiene dentro del Gobierno de Alberto Fernández, Sergio Massa y en lineamientos que impone el FMI.

Lo que es indudable son la cifras del saqueo al salario y los ingresos de las mayorías. Durante el mandato de Mauricio Macri y el de Alberto Fernández, hubo una transferencia de ingresos de 70 mil millones de dólares, desde el bolsillo del pueblo trabajador hacia las grandes empresarios. El Gobierno del Frente de Todos, lejos de revertir esta tendencia: la profundizó.

Por otro lado, en oposición a la deuda externa, tomada por Mauricio MacriMáximo reivindicó la deuda que canceló Nestor Kirchner durante su mandato con «los impuestos de los argentinos». Volviendo sobre la contradictoria idea de que la soberanía nacional se logra negociando y pagando a los fraudulentos acreedores externos; a pesar de que, según expresó, «son las trabajadores, los trabajadores, formales, informales, de las economías populares, los que siempre han puesto el hombro».

En el mismo sentido planteó que «la independencia económica es la que permite el diseño de politicas públicas que tengan que ver con la realidad que se vive en Argentina y no en oficinas que estan muy lejos de nuestra patria». ¿Se prepara Máximo Kirchner para oponerse al presupuesto 2023 que Segio Massa delineó junto al FMI? Sobre estas medidas de ajuste formuladas en las oficinas de Estados Unidos, Máximo no dijo nada.

El kirchnerismo sigue intentanto un malabar muy precario. Plantear la redistribución de la riqueza, adentro del mismo Gobierno que apunta en una dirección contraria: con una pobreza en el 40% y una inflación que promete ser del 100%. El Frente de Todos está aplicando un ajuste al servicio del FMI y a la vez colabora con las grandes patronales en mantener los salarios por debajo de la inflación: ahondando mes a mes en la brecha abismal que separa los ingresos los grandes empresarios y el pueblo trabajador y las mayorías populares. Aumentando la desigualdad.

De conjunto, el discurso de Máximo Kirchner buscó recuperar «la mística» de la gestión kirchneristas del 2003 al 2015, de cara al armado electoral del 2023; intentando despegarse, por omisión, del impopular mandato del Frente de Todos. Frente al coro de «Cristina Presidenta», respondió «¡qué lindo que escucharlas y escucharlos con esperanza!»; aunque el acto no planteó candidaturas en concreto.

Pablo Moyano: «Fue un acto de apoyo a nuestro Gobierno»

Pablo Moyano fue otra de las figuras importantes del acto en Plaza de Mayo: se esperaba que tomara la palabra, pero finalmente no lo hizo.

El líder del Frente Sindical y del gremio de camioneros, había amagado con irse de la CGT, durante el momento más candente de la lucha de los trabajadores del SUTNA; pero se quedó, aunque eligió no participar del acto en Obras Sanitarias.

Entrevistado al bajar del escenario, reivindicó que “organizaciones sindicales y políticas, diputados, intendentes, el presidente del PJ bonaerense (Máximo Kirchner), gran parte de la CGT y las dos CTA”, hicieran éste acto “en apoyo a nuestro Gobierno”. Aunque aclaró que “también hay reclamos que tiene que ir resolviendo el Gobierno nacional”. En particular pidió la eliminación del impuesto a las ganancias; sobre esto, el ministro Massa anticipó que aumentará el mínimo no imponible.

A su vez, planteó que «el ministro Massa está haciendo un esfuerzo importante, tratando de poquito de ir bajando la inflación». Aunque la inflación anual estará cerrando en un 100% y las medidas más contudentes de Massa vienen siendo beneficiar a los grandes exportadores con un dolar preferencial, y ampliando el beneficio a otros sectores, lo que presiona día a día a la devaluación.

Por otro lado, Sergio Massa demostró su lealtad con las grandes patronales extranjeras, durante el conflicto de los trabajadores del neumático. Recién vuelto de una de sus giras por Estados Unidos, amenazó con abrir las exportaciones para quebrar la lucha de los trabajadores del SUTNA, incluso a riesgo de continuar oradando las reservas del Banco Central.

Nuevamente, fue la fuerza de los trabajadores del neumático, organizados desde abajo y con la solidaridad de otros sectores, la que conquistó un aumento de salario por encima de la inflación. Esta pelea logró la empatía de amplios sectores del pueblo trabajador y pobre, ganando la «opinión pública» frente a la campaña antisindical.

Este es el tipo de lucha, de organización (y de solidaridad) que, ni Pablo Moyano, ni los dirigentes de las dos CTA, ni la CGT, quieren que se desarrolle. Porque significa que los trabajadores organicen su fuerza desde abajo, de manera independiente, y se planten en pie de lucha contra el ajuste que lleva adelante el Gobierno, atizado también por la oposición de derecha.

Hugo Yasky: «Este pueblo va a estar movilizado, para impedir que la derecha vuelva a gobernar»

El diputado nacional por el Frente de Todos y líder de la CTA de los Argentinos, aportó al tono electoral, hacia el armado de listas para el 2023. «Este pueblo va a estar movilizado, hasta el último día que lo tenga que estar, para impedir que la derecha vuelva a gobernar la Argentina», planteó luego de reivindicar a Cristina Kirchner como la «compañera que es la conducción de nuestro movimiento y de nuestro frente, quien para nosotros marca el futuro hacia donde ir».

Los trabajadores estatales son uno de los sectores que más perdieron durante la era macrista; pero luego continuaron perdiendo durante el gobierno del Frente de Todos, con el ajuste fiscal que empezó Martín Guzmán y que Sergio Massa profundiza.

El llamado a la movilización que hizo Hugo Yasky pareció fue puramente electoral. Contra la derecha que ataca a los dirigentes sindicales y las leyes laborales; de cara a la disputa del año 2023. Pero no en defensa del salario y de los derechos laborales hoy: porque eso implicaría plantear una lucha directa contra el ajuste del Gobierno que integran, y contra la precarización laboral que avanza a la par de la pobreza y la indigencia.

Desde el escenario, Hugo Yasky reivindicó la «unidad de la clase trabajora», con la presencia de la corriente de Pablo Moyano, la Corriente Federal con Sergio Palazzo, la seccional UOM que conduce Abel Furlán y la CTA Autónoma que conduce Hugo «Cachorro» Godoy.

Contradictoriamente, esta unidad solo la articulan para los actos en apoyo al gobierno del Frente de Todos. Las conducciones de la CTA Autónoma y la CTA de los argentinos, no quisieron ponerse de acuerdo para impulsar juntos el paro y movilización testimoniales que convocó cada gremio por separado, en el marco de las paritarias de los trabajadores estatales. Por supuesto tampoco convocaran instancias democráticas para que sean los trabajadores, desde abajo, los que definan un plan de lucha.

De esta manera, como en un revival del 2019, buscan desviar la fuerza de los trabajadores, detrás de un ilusorio 2023; mientras garantizan la paz social frente al ajuste en curso.