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El lunes 17 de febrero de 1992 falleció el Loco Cristo, personaje de Paso del Rey. 

Hoy pocos se deben acordar de él. Vestía un sobretodo viejo, igual que los zapatos que calzaba, siempre cargaba dos bolsas grandes y sucias, su domicilio era la calle Del Carril y los alrededores de la estación. 

Todos lo conocían.

Algunos le temían porque afirmaban que era malo.  

Las mujeres, mientras hacían las compras, le preguntaban que número iba a salir en la quiniela, porque consideraban que traía suerte. 

Otros llegaron a confundirlo con el célebre viejo Matías. 

Se decía que había sido boxeador, oriundo de Rosario, que había estado en la guerra, que había sufrido un accidente… 

Una versión indica que llegó a Paso del Rey en la década de 1950, con una hermana, ambos como cuidadores de la quinta Los Naranjos, ubicada en Bartolomé Mitre y Salvador María Del Carril, con la muerte de su hermana comenzó a vivir en las calles.

Lo conocía todo Paso del Rey, pero nadie sabía quién era. 

El martes 4 de febrero de 1992 tras sufrir un desmayo, los vecinos hicieron una llamada al hospital, una ambulancia llegó para socorrerlo, la médica no lo quería atender por la suciedad que presentaba. 

Fue trasladado al hospital, donde quedó internado por unas horas, quisieron ponerle un piyama y acostarlo, pero no pudieron. 

Le dieron el alta y volvió a reencontrarse con sus bolsas y su calle. 

El lunes 17 lo encontraron sentado, muerto, frente a la antigua casona (que ya no está) de la calle Del Carril. 

Del servicio fúnebre se hizo cargo la cochería Ratto, los comerciantes y vecinos hicieron una colecta con la que se cubrieron algunos gastos, con el excedente de dinero se hizo una placa, colocada en su tumba, donde se leía “Al Loco Cristo, tus amigos de Paso del Rey”.  

Fue enterrado como NN.