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Tras la ratificación de que Cristina Kirchner no será candidata y la confirmación de que será la única oradora en el acto que organiza el peronismo para este 25 de mayo, el presidente Alberto Fernández se sumó a la convocatoria y pidió concurrir a Plaza de Mayo para escuchar el discurso de Cristina Kirchner. En medio de las disputas internas y la administración del ajuste, se esperan definiciones acerca de como el Frente de Todos encarará las elecciones a solo tres semanas del cierre de candidaturas.

Luego de la entrevista que Cristina Kirchner concediera este jueves en C5N, en donde volvió a ratificar que no será candidata y confirmó que será la oradora del acto del 25 de mayo que organiza el peronismo, Alberto Fernández se sumó a la convocatoria.

A través de una publicación en su cuenta de Twitter, el presidente envió un mensaje en el que invitó a participar del acto que tendrá lugar en Plaza de Mayo el próximo jueves. A 20 años de la asunción del gobierno de Néstor Kirchner, en los últimos días se confirmó que la única oradora ese día será la vicepresidenta. El cierre de la publicación de Fernández, llamando a escuchar el discurso de Cristina Kirchner a pesar de las disputas al interior del oficialismo, parece ser un gesto de unidad de cara a intentar ordenar la interna del Frente de Todos. Con la consigna «Néstor nos une», el mensaje parece ser un gesto al interior de un peronismo dividido y que, producto de su debilidad y su mala imagen por ser responsable del ajuste que exige el FMI, todavía no ha definido su estrategia electoral.

De pisos y techos

“Estamos ante una elección de tercios, donde lo importante, más que el techo, es el piso”, señaló Cristina Kirchner durante la entrevista de este jueves. Pronunciado de esa manera, fue la primera vez que la vicepresidenta dio ese mensaje.

En una elección marcada por el desencanto y la bronca con el Frente de Todos por su responsabilidad al frente del ajuste que exige el FMI, una inflación descontrolada y salarios que han quedado muy por debajo de la recuperación que se prometía, el escenario electoral se mueve en un terreno peligroso para el oficiailismo. Con un Milei en alza en las encuestas, el oficialismo se juega a instalar un escenario dividido en tres buscando subirle el precio al candidato liberal y apostando a que este se apodere de buena parte de los votos que podría captar la oposición de Juntos por el Cambio. Esa apuesta, que parte de hacer un reconocimiento de la propia debilidad, cuenta con un elemento a favor: el fracaso de la gestión de Macri y el retorno al Fondo Monetario, con un acuerdo que luego el Frente de Todos legitimó, todavía están muy frescos en la memoria popular. Por ese motivo, Cristina insiste con que «lo importante es entrar al balotaje» y parece aferrarse a la posibilidad de una sobrevida que parece improbable, pero no imposible.

En este escenario, y tras confirmar nuevamente que no será candidata como ya lo había dicho anteriormente, dejó mensajes de respaldo a «Sergio» -que es Massa- y a Wado de Pedro. «Sergio agarró una papa caliente» declaró CFK, y hoy el ministro de Economía recogió el guante durante el acto que encabezó en San Fernando: “Cuando había que agarrar la papa caliente nos hicimos cargo”. El respaldo de Cristina al ajuste que encabeza el líder del Frente Renovador -que realizará su congreso el 10 de junio- es algo que está a la vista de todos.

Pero al mismo tiempo, durante la entrevista dejó otra frase destacada en la que señaló: «Espero que tomen la posta los hijos de la generación diezmada». El mensaje fue interpretado y sobreinterpretado durante las últimas horas, pero lo que no deja dudas es que hoy por hoy el ministro del Interior es el único de los presidenciables que la vicepresidenta reconoce como propio, y que viene trabajando en distintos guiños al establishment como forma de mostrar los aportes del cristinismo a la gobernabilidad y el orden.

A solo 36 días del vencimiento del plazo para presentar candidaturas, el Frente de Todos se encuentra en la encrucijada de encarar una campaña en donde deberá defender a un oficialismo que ha sido responsable y garante del ajuste exigido por el FMI, luego de legitimar la estafa de la deuda macrista. Esa dificultad es la que explica la incertidumbre y la indefinición que todavía existe hasta el día de hoy, y las disputas al interior del oficialismo.

En ese marco y entrando en tiempo de definiciones, se espera que el acto del 25 de mayo deje alguna de cara a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias.