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Por Juan Duarte (1)


Greta Thunberg viene demostrando que su reflexión política es profunda y capta agudamente los clivajes estructurales del capitalismo mundial: desde de su militancia contra el cambio climático, que encendió a toda una generación de jóvenes en la denuncia contra los intereses económicos y políticos burgueses que destruyen el planeta, fue radicalizando sus posicones para denunciar directamente al capitalismo y poner el eje en el Genocidio sionista en Palestina y el rol de los imperialismos. Más recientemente, expresó su apoyo a las luchas obreras y llamó a terminar con la oposición entre lucha climática y obrera como única vía para una verdadera «transición justa». «La lucha por llegar a fin de mes es la misma lucha que evitar el fin del mundo», dijo en esa oportunidad.


Ahora da otro paso más, de caracter más político, denunciando la trampa electoral del «mal menor» con la que sectores importantes del progresismo –incluso ambientalistas– pretenden mostrar a Kamala Harris como la opción a apoyar en las elecciones norteamericanas (un mecanismo que conocemos bien por estas latitudes). Más allá de quién gane, escribió en su cuenta de Instagram a sus más de 14 millones de seguidores, Estados Unidos seguirá siendo una «potencia mundial imperialista e hipercapitalista que, en última instancia, continuará liderando al mundo más hacia un mundo racista e desigual con una emergencia climática y ambiental cada vez mayor». «Mi principal mensaje a los estadounidenses –continúa– es recordar que no pueden conformarse solo con votar le opción menos peor […] especialmente cuando ambos candidatos tienen sangre en las manos.» Y recuerda el rol de Harris y Biden en su apoyo al Genocidio sionista en Palestina, denucniando a quienes buscan revestir de «feminista», «progresista» o «humanitario». #StopArmingIsrael (dejen de armar a Israel), #FreePalestine (Palestina Libre) y #ClimateJusticeNow (Justicia Climática Ya), son algunos de los hashtags que eligió para el posteo.


Se trata de posicionamientos estratégicos para la militancia socioambiental global (y también local, basta pensar en las posicones de lxs referentes locales sobre el «mal menor» e incluso el partido demócrata yanqui) que pueden profundizar un horizonte político anticapitalista, antiimperialista y ligado a la clase trabajadores para sectores enormes de la juventud a nivel mundial, dada la importancia de su figura a nivel del activismo socioambiental mundial.


A continuación reproducimos la traducción del posteo completo.


«Este año hemos visto muchas elecciones decisivas en todo el mundo. El 5 de noviembre, es hora de que uno de los países más poderosos del mundo, Estados Unidos, vaya a las urnas. Probablemente sea imposible sobreestimar las consecuencias que esta elección específica tendrá para el mundo y para el futuro de la humanidad.

No hay duda de que uno de los candidatos, Trump, es mucho más peligroso que el otro. Pero no importa si Trump o Harris ganan, los Estados Unidos, un país construido sobre tierras robadas y el genocidio contra los pueblos indígenas, seguirá siendo una potencia mundial imperialista e hipercapitalista que, en última instancia, continuará liderando al mundo más hacia un mundo racista e desigual con una emergencia climática y ambiental cada vez mayor.

Con esto en mente, mi principal mensaje a los estadounidenses es recordar que no pueden conformarse solo con votar la opción menos peor. La democracia no es solo cada cuatro años el día de las elecciones, sino también cada hora de cada uno de los días en el medio. No podés pensar que hiciste ’lo suficiente’ solo votando, especialmente cuando ambos candidatos tienen sangre en las manos.

No olvidemos que el genocidio en Palestina está ocurriendo bajo la administración de Biden y Harris, con dinero y complicidad estadounidenses. No es de ninguna manera ’feminista’, ’Progresista’ o ’humanitario’ bombardear a niños y civiles inocentes: es lo contrario, incluso si es una mujer a cargo. Y este es, por supuesto, un ejemplo entre muchos del imperialismo estadounidense. No puedo entender, por mi vida, cómo algunos pueden incluso pretender hablar de valores humanitarios sin siquiera cuestionar su propio papel en la profundización de la opresión mundial y las masacres de países enteros.

Así que, estadounidenses, deben hacer todo lo que esté a su alcance para denunciar esta hipocresía extrema y las consecuencias catastróficas que tiene el imperialismo estadounidense a escala global. No hay que quedarse cómodos, hay que llenar las calles, bloquear, organizar, boicotear, ocupar, denunciar explícitamente a aquellos en el poder cuyas acciones e inacción conducen a la muerte y la destrucción. Unanse y apoyen a aquellos que se resisten y lideran el cambio. Nada menos que esto va a ser aceptable».


(1) Psicólogo y docente universitario en la UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS).