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El 27 de octubre de 1928, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires aprobó el proyecto de creación del pueblo presentado por Nemesio Álvarez.

La fecha es considerada como la fundación de la localidad.

El 23 de enero de 1921 había sido inaugurada la estación de trenes sobre un terreno de algo más de nueve hectáreas que Francisco Álvarez había vendido en 1893 a la empresa ferroviaria. Los trabajos de construcción de la estación comenzaron en el mes de agosto de 1920, la que por solicitud de Nemesio Álvarez fue bautizada con el nombre de su padre, llamado igual que su abuelo.

Nemesio Álvarez presentó, en diciembre de 1927, ante el Ministerio de Obras Públicas provincial, el proyecto de creación de un pueblo con el expediente N° 768-A-1927. El delineado de sus calles, en su mayoría curvas, toma la forma de un gran abanico; de la plaza de 10 mil metros cuadrados surgen las tres principales calles. En la presentación se decía que a las mismas “se les trato de dar un aspecto pintoresco, compatible con las necesidades de la vida en común y la ejecución de las obras públicas inherentes a todo centro urbano”. Dicho trabajo le fue encargado al ingeniero Enrique Seeber.

Bajo una carpa instalada en la actual plaza y en medio de un campo plantado de alfalfa, el 11 y 12 de octubre de 1931 se realizó el loteo establecido en el trazado, que se repitió el 6 y 13 de marzo del año siguiente, dando así, vida efectiva a una de las más importantes localidades de Moreno. El pueblo surgió en medio de la estancia de la familia Álvarez, todo era campo, un año antes, en 1930, había sido asfaltada la ruta, saliendo de Moreno estaba el Instituto Fahy, en La Reja no existía la estación, pero estaba el almacén de Pablo Cassará y hasta General Rodríguez todo era campo.

En los años posteriores surgieron las principales instituciones: en 1932, se traslada al naciente pueblo, la Escuela N° 10, se daba clases en un garaje de una casa propiedad de Nemesio Álvarez, hasta que en 1935 ocupo el predio destinado para su funcionamiento, la Estafeta Postal de Correos comenzó a funcionar también ese año en la estación del tren; en 1938 se funda el Club Social y Deportivo Francisco Álvarez; en 1939, se organiza la Sociedad de Fomento y al año siguiente se crea el Destacamento de Policía.

Donde hoy está la plazoleta San Martin, estaba la segunda tranquera de entrada a la estancia La Tradición, el actual barrio, surgido en 1950, fue bautizado con el nombre del establecimiento, precisamente el Barrio Parque La Tradición presenta la peculiaridad de contar con la Cooperativa de Servicios de Agua La Tradición, fundada el 8 de septiembre de 1957, convirtiéndose en la primera entidad cooperativa del distrito y el barrio en ser el primero en contar con servicio de agua corriente, toda una experiencia pionera, teniendo en cuenta que recién en 1972 comenzó a funcionar la primera red de agua corriente en el Partido de Moreno.

El 24 de junio de 1950 se inauguró la sala de primeros auxilios donada por Sara Trueba, viuda de Nemesio Álvarez, con la presencia del gobernador Domingo Mercante. Una donación forzada, escapando de las expropiaciones que realizaba el gobierno del general Juan D. Perón, a las tierras improductivas.

El 24 de enero de 1954 se fundó la Biblioteca Popular Vicenta Castro Cambón.

Nemesio Álvarez, importante dirigente conservador, fue designado comisionado municipal en 1933 y seguidamente resultó electo intendente hasta 1935. Falleció el 12 de abril de 1940 en su estancia La Tradición.

El nombre de la localidad recuerda a Francisco Pantaleón Álvarez, tal su nombre completo, padre del fundador, quien nació el 27 de julio de 1825 y falleció el 3 de octubre 1901. Importante hacendado, se dedicó de lleno a la actividad rural, en su estancia “La Estrella”, allí fundo la única grasería del partido; también fue concejal y consejero escolar.

Su padre, también Francisco Álvarez, abuelo de Nemesio, falleció el 15 de julio de 1838 a los 69 años, justamente por él, la zona era conocida como “los campos de Álvarez”, el propietario con mayor extensión de tierras. Este Francisco Álvarez, sabía leer y firmar, algo no muy común en su época, además poseía una biblioteca con once libros, toda una excepcion.

Francisco Álvarez es la segunda estación ferroviaria en surgir en Moreno y la única localidad en cumplir con todos los requisitos legales exigidos para la fundación de pueblos.