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Vía Twitter, el ministro de Economía Sergio Massa anunció la suba del mínimo no imponible a $ 404.062 para el pago del Impuesto a las Ganancias en enero de 2023. La actualización queda así por debajo del aumento de precios. Si bien unos 300.000 asalariados dejarían de tributar, se trata de un «alivio» que se licuará rápidamente por el efecto de la inflación.

El ministro de Economía Sergio Massa detalló en una serie de tuits publicados este jueves, que la suba del piso de salarios para el pago del impuesto a las ganancias que recae sobre las remuneraciones ascenderá a $ 404.062 brutos a partir de enero del año próximo ($ 335.372 netos).

De acuerdo a la publicación de Massa, con la entrada en vigencia de la nueva actualización del mínimo no imponible, menos de 600.000 asalariados estarán alcanzados por el tributo.

Esta actualización es resultado de la aplicación del aumento interanual en octubre de 79 % que mostraron los salarios formales comprendidos en el índice Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), de acuerdo a lo establecido en la ley, según el dato publicado por la Secretaría de Seguridad Social. Así, se elevó el monto de referencia vigente en enero de 2022 de $ 225.937 (en bruto).

Pero este índice está por debajo de la inflación (mostrando una vez más el efecto corrosivo de la inflación sobre los salarios) que rondará el 100 % en diciembre, generando una mayor presión impositiva para los trabajadores.

Según los datos del Ministerio de Economía, son 899.382 asalariados los que actualmente pagan el Impuesto a las Ganancias, de los cuales 312.864 dejarán de estar alcanzados a partir del 1º de enero, cuando se estima que se reducirá el universo a 586.518 asalariados.

Sin embargo, tras este «alivio» inicial vendrá otra vez la licuación por el efecto de la inflación, que persiste en niveles elevados mes a mes. Por ello, muchas mejoras salariales que conquistan las trabajadoras y trabajadores a partir de la lucha, arrancando aumentos salariales para no perder contra la inflación, son luego interceptadas por el Estado con un impuesto que perjudica a quienes debería beneficiar (los trabajadores) y beneficia a patronales, bancos y grandes empresarios que con maniobras contables y desgravaciones impositivas logran sortear la carga del impuesto.

El ministro de Economía, Sergio Massa, tuiteó: «Con gran esfuerzo del Estado, pero convencidos de que el salario no es ganancia, sino remuneración, el 1° de enero se actualizará nuevamente el piso a partir del cual se paga el Impuesto a las Ganancias, llevando #AlivioFiscal a más de 300.000 trabajadores que dejarán de pagarlo».

Y agregó: «De esta forma serán menos de 600.000 asalariados en todo el país los que pagarán el impuesto a partir de estas actualizaciones, cumpliendo con nuestro compromiso de que del total de los trabajadores y trabajadoras, menos del 10% sean los que tributen el Impuesto a las Ganancias.»

Además del mínimo no imponible, deberán actualizarse el resto de las las variables que definen el monto a tributar: los montos no imponibles (la llamada ganancia no imponible y las deducciones especiales), los valores de la tabla que definen qué alícuota se aplica en función del rango de ingresos, y topes deducibles de algunos de los gastos que pueden ser declarados.

El anuncio de Massa presentado como un «beneficio» para los trabajadores, solo excluye a un sector. Hay un problema de fondo que no se debate y que el propio ministro reconoció en su tuit: el salario es en realidad lo opuesto a la ganancia, que se sustenta en el trabajo no pago, no remunerado. Es decir, el salario no es ganancia.

En los años ´90 sólo pagaban el impuesto a las ganancias el personal jerárquico, como gerentes y supervisores. Pero en el Gobierno de la Alianza se implementó una “tablita” que hizo que cada vez más trabajadores lo paguen: en el gobierno de Cambiemos llegaron a pagar más de 2 millones de trabajadoras y trabajadores y, en la actualidad, lo pagan todavía alrededor de un millón.

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores viene manteniendo este planteo y consecuentemente es el único bloque que presentó un proyecto de ley para que todos los trabajadores bajo convenio estén exceptuados del impuesto, no así los gerentes y los que cumplen funciones vinculadas al comando empresarial.