Por Izquierda Diario.- Fue fundador de las agencias Rodolfo Walsh y Para la Libertad. Murió a los 70 años por una falla cardíaca. Durante décadas impulsó medios alternativos para contar lo que las empresas mediáticas callan. Logró la condena al espía Balbuena de la Policía Federal, infiltrado entre 2002 y 2013 en la agencia Wlash. Su última publicación fue sobre los “diputados del pueblo”, en referencia a la asunción de las tres bancas del Frente de Izquierda. ¡Hasta la victoria, siempre, Oscar!
En la noche del sábado apareció un posteo en las redes sociales del periodista Oscar Castelnovo: “Hola, soy Ernesto, el hijo de Oscar. Escribo por acá para comunicarles que en el día de hoy mi papá falleció en su casa por una falla cardíaca. En los próximos días voy a avisar por este medio dónde y cuándo lo vamos a poder despedir. Muchas gracias. HLVS”.
La noticia conmovió a todo el arco de medios alternativos y populares, referentes de organizaciones de derechos humanos, sociales, sindicales y de la izquierda. No sólo por lo inesperado del fallecimiento (estuvo activo y trabajando hasta el día anterior) sino por el profundo dolor que deja su partida.
Oscar nació en Buenos Aires, tenía 70 años y una vida dedicada a impulsar diversas experiencias de comunicación comunitaria y cooperativa, siempre con la convicción de que hay mucha información de la clase trabajadora y los sectores populares que los grandes medios ocultan o tergiversan, que debe ser difundida con compromiso militante y con la verdad como insumo innegociable.
Trabajó en algunas empresas periodísticas, pero su desarrollo mayor lo hizo en medios alternativos, muchos creados por él mismo en sociedad con otres compañeres, pensados desde las antípodas del lucro. De allí las innumerables relaciones de solidaridad, amistad y compañerismo que cosechó a lo largo de décadas de trabajo continuo en defensa de las causas y luchas obreras y populares.
Este lunes la familia Castelnovo difundió un nuevo mensaje, agradeciendo tanto «cariño, es impresionante, no podemos contestar a todxs pero sepan que leímos cada uno de sus comentarios y posteos con mucho amor». Y agregaron están «juntando plata para poder costear los gastos del sepelio» (ver flyer con datos abajo). Posiblemente la despedida de sus restos sea el próximo miércoles.
La Walsh y el “pluma” Balbuena
Durante la crisis argentina de fines del Siglo XX, con las jornadas de diciembre de 2001 como parteaguas, Castelnovo fundó junto a Rodolfo Grinberg y otros compañeros la Agencia Rodolfo Walsh , una experiencia comunicativa que entregaba cotidianamente a miles de casillas de e-mail información que no se encontraba en otros sitios. Una experiencia que “mereció” la atención especial del Estado, que envió al espía de la Policía Federal Américo Balbuena a infiltrarse en ella haciéndose pasar por un periodista con ganas de colaborar.
Con todos los recursos estatales para garantizar el éxito de su misión, Balbuena estuvo infiltrado en La Walsh entre 2002 y 2013, es decir durante tres gobiernos (Eduardo Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner). En esos años reportó a sus superiores de la PFA datos sensibles de agrupaciones políticas, sindicales y de derechos humanos, información sobre actividades y hasta de reuniones internas de las organizaciones.
Balbuena fue descubierto de casualidad, no porque la Casa Rosada hubiera decidido dejar de infiltrarse en las organizaciones populares. Con Castelnovo y Grinberg como querellantes, patrocinados por Myriam Bregman, Matías Aufieri y Liliana Mazea del CeProDH, el espía y dos de sus superiores del Cuerpo de Informaciones de la PFA fueron enjuiciados. Recién diez años después de haber sido descubierto y sólo por la perseverancia de la querella, el Poder Judicial dictó sentencia.
Ya sin el abrigo del Estado, en abril de 2023 Balbuena y sus cómplices directos Alejandro Sánchez y Alfonso Ustares fueron condenados por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Las penas fueron irrisorias, de apenas dos años de prisión en suspenso. Pero el precedente que sentó la sentencia es de enorme alcance. Apenas conocido el fallo del juez federal Daniel Rafecas, la doctora Bregma dijo que en el juicio “se demostró que los espías políticos no actúan solos o por cuenta propia, la pelea que dimos demostró que tienen una estructura orgánica y que cumplen órdenes”.
En noviembre de 2024 la Cámara Federal de Casación Penal confirmó las condenas. Tras algunos recursos presentados por los acusados, el caso llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Finalmente el 27 de marzo de este año el máximo tribunal del país dejó firme la sentencia. La lucha de Oscar Castelnovo y sus compañeres no fue en vano. Hoy el caso integra una importante página de la lucha obrera y popular contra el Estado capitalista y sus agentes.
Para la Libertad
A principios de 2014, junto a Rosario Fernández y otres compañeres, Castelnovo fundó otro medio digital, la Agencia Para La Libertad, periodismo de intervención social . En un contexto en el que desde la cima del Poder Ejecutivo se levantaba un discurso supuestamente comprometido con los derechos humanos, la APL se encargaría de denunciar cómo “miles son torturados cada segundo en las cárceles de mala muerte de la Argentina”, una “masacre silenciada” por el “encubrimiento y la impunidad” de los poderosos y sus cómplices políticos.
“Queremos intervenir socialmente para que nuestras ideas sean confrontadas, enriquecidas, impugnadas, completadas y transformadas para la movilización contra el orden capitalista, el sistema penal y su ícono estrella: la cárcel (…) Porque la prisión murada nació con el capitalismo para control, disciplinamiento, devastación o exterminio de los hijos e hijas del pueblo más vulnerable”, sentencia la APL en su declaración de principios.
Durante más de diez años Castelnovo publicó entrevistas a personas privadas de su libertad, denunció las mil y una violaciones a los derechos humanos que comete diariamente “por abajo” en Estado y dio voz a quienes luchan por otro mundo y otra sociedad. A su vez, supo combinar la crónica de la cruda realidad con la ficción literaria. Entre sus libros están Lili, presa política, Cárceles de mala muerte, Curtiendo asfalto y Mujeres apasionadas.
Su última publicación en la Agencia Para la Libertad la realizó el miércoles pasado. Se tituló “Diputados del pueblo”, era un texto breve compañado de una foto de Myriam Bregman con su puño en alto durante la jura en la Cámara baja: “‘Por los 30 mil detenidos desaparecidos, contra el negacionismo: ni un paso atrás; por la lucha antiimperialista: fuera yanquis de Venezuela y de América Latina; por los derechos de las mujeres y de las disidencias sexuales; por el socialismo y contra el genocidio en Palestina: ¡SI, JURO!’. Así juró la compañera Myriam Bregman. Luego lo hicieron Nicolás del Caño y Romina del Pla, en el Congreso Nacional. Asumen el 10 de diciembre para llevar la voz del pueblo a ese antro que reúne a panqueques, veletas y soldados del FMI”.
Se te va extrañar Oscar Castelnovo. Y como te despidió el sábado tu hijo Ernesto: ¡HLVS!





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