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En cadena nacional, el Presidente habló sobre la crisis en Rosario y anunció el envío de 1.400 efectivos y la utilización del Ejército para “la urbanización de los barrios populares”. Medidas que fracasaron en Rosario y en países como Colombia y México, porque son las mismas fuerzas de seguridad y militar las que les proveen protección.

En un discurso grabado, el presidente Alberto Fernández dispuso aumentar la presencia de fuerzas federales en la ciudad santafesina y enviar a tropas del Ejército para que trabajen en tareas logísticas y en la “urbanización” de barrios populares.

“Me doy cuenta que sus fuerzas de seguridad son insuficientes para afrontar la solución del problema”, dijo el jefe de Estado.

Y precisó: “En primer término, he dispuesto el refuerzo de las Fuerzas Federales hasta alcanzar en esta etapa los 1.400 efectivos disponibles para la ciudad de Rosario”. La medida es muy peligrosa, porque las fuerzas federales que llegaron a la provincia no hicieron más que robustecer a las bandas de narcotraficantes. Hay jefes de la Federal involucrados.

Fernández toma esta medida cuando él mismo en su discursó de este martes reconoció que estas bandas criminales están integradas por fuerzas de seguridad y judicial. “El crimen organizado no se desarrolla de un día para otro. Requiere tiempo para tomar territorios, reclutar sicarios, cooptar voluntades en las Fuerzas de Seguridad, en la Justicia y también en la política. Eso es lo que les garantiza su desarrollo, expansión y fundamentalmente su impunidad”, dijo Fernández.

Recetas que solo robustecen al crimen organizado

Como sostuvieron la diputada nacional por el PTS-FIT Myriam Bregman y Octavio Crivaro, dirigente del PTS de Santa Fe, estas medidas ya fracasaron y son muy peligrosas para el pueblo santafesino. A su vez proponen medidas urgentes para poner en jaque al narcotráfico.

“El presidente repite recetas de la oposición de derecha y de ese modo evita hablar de cómo se mueve el narconegocio. Hay que estatizar los puertos bajo control de los trabajadores, controlando los barcos que entran y salen; hay que terminar con los aeropuertos privados”, expresó Myriam Bregman en su cuenta de Twitter. Agregó, además, que “no se necesita al Ejército en Rosario, con eso sólo se busca lavarle la cara y avanzar en la política de introducirlos en la represión interna, cuestión que nos llevará a situaciones críticas como en México o Colombia”.

Asimismo afirmó que “hay que pelear por un plan de obras públicas, bajo control de las familias de los barrios, así se generarían viviendas y puestos de trabajo, imprescindibles para terminar con la dramática situación social que lleva a los ’soldaditos de la droga’”.

Por su parte, Octavio Crivaro sostuvo que “Alberto Fernández, ante la conmoción generada por las balaceras, anunció el envío de más fuerzas federales e incluso del Ejército, lo que implica un salto importante. En Rosario ya hubo más de 10 desembarcos de tropas y no bajó ni un solo índice de criminalidad”. Y agregó: “No sólo eso, sino que jefes de fuerzas federales quedaron también involucrados en el narcotráfico, como sucedió con el jefe de la Policía Federal. Lo que sucederá con estas nuevas ’tropas’ es que el dinero que genera el narcotráfico las corromperá también. ¿Por qué? Porque el narcotráfico en Rosario no es un ’flagelo’ que no se sabe de dónde viene, sino que se avala desde las comisarías, la Justicia, complicidades políticas y empresariales, como el ’paquete’ financista Shanahan, ex Vicentin, procesado por lavar plata narco”.

Como denuncia Crivaro, “acá no se habla de que encuentran droga en los puertos privados, como pasó en TPR-Vicentin, o en aeropuertos, o que el dinero se lava en la industria de la construcción o en bancos. Sin nacionalizar y controlar esas actividades, el narco se desarrollará sin control. El mismo Estado que protege al narcotráfico y que reprime a las familias de víctimas de las balaceras, se fortalece a si mismo con tropas y cámaras de reconocimiento. Aumentará el control social, el espionaje sobre civiles, como pasa en CABA, pero no disminuirá el narco”. Por eso es que la primera medida urgente que se necesita para desbaratar el ingreso de sustancias ilegales a la ciudad santafesina, es nacionalizar los puertos y aeropuertos, bajo control de los trabajadores y usuarios.